Los indios Pima viven a ambos lados de la frontera de Arizona y México, tristemente famosa ahora por los sempiternos problemas transfronterizos, la inmigración esencialmente, que convierte a las personas de “legales” a “ilegales”, como si eso tuviera algún sentido lógico o humano.
Los indios Pima del Sur, al igual que sus primos del Norte, tienen una genética relativamente adversa, que los hace proclives a sufrir diabetes. En concreto diabetes mellitus del tipo 2, la forma más común, la del adulto, generalmente obeso.
Paradojas de la sociedad, esta tendencia se expresa mucho más en los Pima del Norte. ¿Por qué? Porque ellos, los habitantes del opulento Norte (EEUU) consumen unas dosis de calorías gigantescas y además son mucho más sedentarios, en comparación con los del Sur, apegados a dietas tradicionales (casi vegetarianas) y con mayor actividad física.
Todos los habitantes del Sur quieren ser residentes del Norte. Pero no es oro todo lo que reluce.