El Instituto Valenciano de Arte Moderno dedica a Jasper Johns (Augusta, 1930), acaso el último gran representante de las vanguardias históricas, una retrospectiva que comprende cincuenta años de dedicación a la pintura. Bajo el título de “Las huellas de la memoria”, la exposición, como señalaba Rocío de la Villa en el suplemento ‘cultura/s’ de «La Vanguardia», pone sobre la mesa su cuestionamiento de la imagen: «En todas las vanguardias históricas, de cubistas a surrealistas, se habían integrado textos y símbolos lingüísticos. Pero nadie hasta Johns los había convertido en la sustancia reducida de su reflexión sobre la definición de la pintura, en pictogramas para enunciar que ‘el medio es el mensaje’ (…) Es la consciencia de su situación como prematuro y anciano maestro en la historia de la pintura lo que ha llevado a Johns, como a otros grandes, a revisitar y jugar con cuadros de otros maestros: de Grünewald a Picasso».