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Jeff McCurry, el amigo de Harambe

Fotografía: Jeff McCurry

Las excelentes fotografías que Jeff McCurry ha realizado sobre la naturaleza y sus seres vivos, son extraordinarias y su existencia está llena de ese contacto maravilloso con la madre Tierra, mostrándonos en todo su esplendor, el colorido de la vida. Su sensibilidad y empatía hacia otras especies le hizo tener una relación especial con un gorila macho llamado Harambe que se encontraba en el zoo de Cincinnati (EE.UU.) Se pasó muchas horas frente a él, dialogando entre ellos sólo con la mirada y con las expresiones gestuales. Se entendían, se comprendían y Harambe posaba ante él hasta que decidía que había que descansar y con una mirada tierna, se levantaba y se dirigía hacia el interior donde sabía que tenía que pasar la noche.

No sé exactamente cómo encontré su trabajo fotográfico por las redes. Pero viendo las fotografías que realizaba y las subía a su Facebook, no dudé en  ponerme en contacto con él, con la vaga esperanza de pedirle si podía utilizar algunas fotografías suyas para diferentes campañas en el Proyecto Gran Simio.

Cuál fue mi sorpresa, que al poco tiempo me contestó que “sin duda podía utilizar sus imágenes”. Ese acto de desprendimiento altruista, me llegó al corazón. A partir de ese momento mantuvimos una relación continuada y empleé sus imágenes en artículos, en la web e incluso en diferentes libros y en una exposición en el museo de Valencia sobre los derechos de los grandes simios. En mi casa tengo varías de sus imágenes de gorilas, bonobos y un orangután que adornan las paredes como un museo, como una ventana hacia el mundo de nuestros hermanos evolutivos. Por supuesto, ante esta gran generosidad que muy pocos artistas poseen en sus corazones, pasó a formar parte del Proyecto Gran Simio y esa lucha que mantenemos en la defensa de sus derechos básicos y en contra del negocio de su cautividad.

Fotografía: Jeff McCurry

En mayo de 2016 ocurrió un grave incidente con la caída  de un niño al interior del recinto de gorilas por descuido de los padres. Harambe, no dudó en saltar al foso y arrastrar al niño fuera del mismo. Los responsables del zoo, ante el temor de que pudiera hacer algo, no dudaron en ordenar disparar para abatirlo. Y Harambe murió sin comprender por qué los humanos lo habían matado si sólo quería salvar al niño caído al foso con agua de su recinto.

La tormenta mediática que rodeó la muerte de Harambe se convirtió rápidamente en una de las noticias más importantes de la década. Las fotografías que Jeff había realizado, fueron virales y sobre algunas de ellas se hicieron memes que dieron la vuelta al mundo y que hoy en día, los ojos de Harambe y esa postura humana en la que sentado observaba a su amigo, ha sido incluso reproducida en una estatua en su recuerdo.

Mucha gente no comprendió el porqué se decidió abatir a muerte, cuando lo que claramente se observó, es que quería proteger al niño. Pero los responsables del zoo temieron por la vida del niño y por las demandas que les habría originado si resultaba herido. Existió una gran cobertura de los medios de comunicación y numerosas protestas en las calles en las que a día de hoy, en su aniversario de muerte, se siguen produciendo. Las fotografías de Jeff y su amor por su amigo asesinado, han sido el motor principal para que Harambe sea recordado de por vida, para que su historia sea conocida en el mundo y para que se haya llevado a las pantallas de cine con una excepcional película que será estrenada a últimos del mes de septiembre.

En homenaje a Harambe y a Jeff McCurry y por la profundidad de sus palabras y sentimientos de su corazón, he querido hacerle una entrevista para dar a conocer su opinión con respecto a los homínidos no humanos (grandes simios) y su deseo de parar para siempre la explotación y el negocio que se está haciendo con sus vidas cautivas.

Fotografía: Jeff McCurry

He visto la gran amistad que tuviste con Harambe. Como sabes, desde Proyecto Gran Simio luchamos por los derechos de los grandes simios y la protección de su hábitat. En este sentido, te agradecemos sinceramente que nos permita utilizar sus fotografías para este fin. ¿Qué opinas del cautiverio de los grandes simios? ¿Estar encerrados no es quitarles su cultura y su libertad?

Creo que mantener a los grandes simios en cautiverio/prisión hoy en día es tan incorrecto como mantener a un humano en prisión por una multa de estacionamiento que nadie consideraría aceptable. La tecnología ha mejorado tanto que hoy en día no existe una razón legítima para mantener un simio en cautiverio para que podamos estudiarlo, verlo, protegerlo, etc. Todas las razones para mantenerlos enjaulados ahora no son ciertas y la única razón que queda es porque existe un enorme negocio para usarlos como producto para lograr que los consumidores paguen dinero para visitarlos. Su cautiverio ahora es un negocio comercial con la única intención de ganar dinero y dar trabajo a quienes los mantienen cautivos. Continuar criando simios en cautiverio para nuestros negocios lucrativos es una barbaridad. Saber que cada bebé nacido hoy en cautiverio pasará el resto de su vida en una prisión es indefendible, no sirve para nada para los simios y solo continúa apoyando la industria del cautiverio.

También creo que con cada nueva generación estamos cambiando a los simios a través de la cría selectiva para que acepten más vivir sus vidas en jaulas. Aquellos que muestran su descontento por ser prisioneros de por vida no son seleccionados para ser utilizados en el proceso de reproducción. Esto está creando un grupo cautivo dañado que se parece cada vez menos a sus hermanos y hermanas salvajes.

¿Qué opina de la Ley de Grandes Simios que estamos intentando sacar en España, donde solicitamos que los grandes simios sean llevados a santuarios y evitar la reproducción ya que son nuevas vidas en cautiverio?

Estoy de acuerdo con su objetivo de trasladar a todos los grandes simios en cautiverio a santuarios y nunca volver a criarlos. Deberíamos dar a los vivos la mejor vida que podamos hasta que el último muera naturalmente y la industria cautiva sea solo una cosa del pasado.

Fotografía: Jeff McCurry

Te consideramos miembro del Proyecto Gran Simio por tu gran trabajo que has aportado a través de las fotografías que has realizado. ¿Qué opinas de nuestra lucha?

Me siento muy honrado de ser considerado miembro del Proyecto Gran Simio y estoy muy feliz de estar asociado con personas que están dispuestas a luchar para proteger su derecho a vivir como vivieron durante siglos antes de que decidiéramos capturarlos para nuestro beneficio comercial.

 Como sabes, los grandes simios pertenecen a nuestra propia familia “Homínidos”. Son seres especiales y compartimos el mismo ancestro común. Uno de nuestros objetivos es que sean considerados “personas no humanas”. De hecho, hay dos sentencias judiciales en Argentina donde una orangután llamada Sandra y una chimpancé Cecilia han sido declaradas «personas no humanas» ordenando su liberación inmediata de los zoológicos donde estaban cautivos. ¿Qué piensas de eso?

Me alienta mucho la lucha para que los simios sean considerados “personas no humanas” en los tribunales. Creo que esta es la única forma de alcanzar el objetivo de poner fin a la cría en cautiverio porque hay demasiadas personas que dependen de la industria en cautiverio para su  empleo e ingresos y solo se detendrán si los tribunales los obligan.

 Eres tan generoso que no te importa que tus fotografías sean utilizadas por nuestra Organización en defensa de nuestros objetivos por los derechos básicos de los grandes simios. ¿Qué sientes?

Mi alegría viene de tomar las fotografías y todo después de eso se siente como un trabajo y no quiero otro trabajo nunca más, me retiré a los 24 porque un Conductor Ebrio me golpeó de frente y dañó severamente mi cuerpo y lo único bueno es que nunca tendré que volver a conseguir un trabajo. Cuando personas como tú pueden usar las fotos que he tomado para una causa tan buena, me siento abrumado por el orgullo y lleno de una gran felicidad.

¿Puedes dar un mensaje desde tu experiencia a favor de los derechos básicos de los grandes simios a la vida, la libertad ya no ser maltratados física o psicológicamente?

He tenido 2 experiencias de vida en las que otros me quitaron la capacidad de vivir mi vida como quería. Pasé 2 años en una silla de ruedas después de que el borracho me golpeara y pasara un año en una prisión federal por cultivar plantas de marihuana medicinal.

A través de ambas experiencias, lo que más me molestó fue que tanta gente me dijera cuánto lamentaban haberme hecho pasar por esas terribles experiencias creyendo que me ayudaría a lidiar mejor con mi mala situación. En ambas ocasiones solo me enojó que la sociedad estuviera dispuesta a sacrificarme en lugar de arreglar las razones por las que estaba soportando esas dificultades.

Con mis experiencias de vida personal entiendo lo dañino que es tomar un Gran Simio y mantenerlo prisionero en contra de su voluntad y lo dañino que fue para mi salud física y mental aun sabiendo que mi condición mejoraría algún día. Continuar criando grandes simios a propósito en una vida de cautiverio sabiendo que nunca tendrán la oportunidad de vivir una vida normal en la naturaleza como fueron creados para vivir es inaceptable y una mancha horrible en los humanos que no se detendrán porque podemos hacer dinero de su miseria.

 

Fotografía: Jeff McCurry

Tras la entrevista, Jeff, me dejó un gran mensaje que ojalá se cumpla junto con los esfuerzos que desde mi humilde persona y el Proyecto Gran Simio, estamos realizando a favor de sus derechos básicos:

“Estoy muy seguro de que la horrible muerte de Harambe aumentará en gran medida la opinión del mundo de que es hora de escuchar a personas como tú que han estado luchando para darles a los grandes simios el respeto y la dignidad que se merecen, vivir una vida libre de ser explotados por aquellos que los utilizan para mejorar sus ingresos comerciales.  Tengo la esperanza de que sea el momento adecuado y que la mayoría de la gente vea que cambiar nuestro trato con los grandes simios es nuestro deber como buenos ciudadanos del planeta tierra.  Podemos hacerlo, qué mejor legado para Harambe que después de que nos dejó, el mundo decidió que sus hermanos y hermanas merecen vivir sus vidas libres en su hábitat”

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