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Jo també


No digo yo que no tiren más dos tetas que dos carretas. O que no tire más una teta que una carreta, como es el caso de Pilar Rahola. Aquí el sabio dicho popular se descontrola, que es lo que pasa siempre con todo lo que toca el separatista. ¿Que es si no el caos que el rey Juan Carlos le haya tocado una teta a Pilar Rahola? Pues algo parecido al asesinato del archiduque Francisco, que es como ha sonado el pequeño extracto de la confesión de nuestra protagonista. Según dicha confesión, el entonces Rey reinante se le acercó sin más a la pobre Pilar y la tocó. Marlon Brando le explicaba a Truman Capote cómo hacía amigos de joven. Primero, los rondaba. Se acercaba poco a poco hasta que fijaban su atención en él. Luego seguía dando vueltas alrededor de ellos y finalmente los tocaba. Entonces ya no podían escapar, aseguraba el actor. Yo me imagino al Rey Emérito siguiendo la táctica de Marlon. Rondando a lo lejos a Pilar y acercándose lentamente. Veo a Pilar dándose cuenta del acecho y de repente, al encontrarse frente a él, sin apenas darse cuenta, sentir el palpo, ese apéndice táctil y movible del invertebrado. Que el rey jubilado de un país opresor le tente un pecho a una estrella mediática de un país oprimido es el sueño erótico de todo independentista moderno. ¿Y para qué está Pilar Rahola si no es para erotizar, no sólo al Rey sino también al pueblo? Yo he visto el extracto de la entrevista en TV3 donde confiesa el mamicidio y me ha parecido la mismísima Libertad de Delacroix con sus senos al aire guiando al poble que, como saben, es mucho más que el pueblo. Ese pecho el Rey lo pulsa temeroso de la revolución. Eso es lo que nos transmite Pilar Rahola, que si no fuese Pilar Rahola sería como ese boxeador echado a perder, Dickie Eklund, “el orgullo de Lowell”, famoso por haber tumbado por primera vez a Sugar Ray Leonard aunque terminara perdiendo aquel combate. Qué lástima que el toqueteo, esa suerte de nocaut, sea una cosa vieja (como de Italia me decía aquella señora de la Toscana cuando le dije que yo era de Madrid: “En Italia todo “vecchio”, no como en España”, se lamentaba) que Pilar ha sacado ahora a relucir tan alegre sobre la ola del Me too, el movimiento retroactivo que, como todo en este mundo, y como todo el mundo sabe, en realidad nació en Cataluña, el Jo també, más concretamente sobre una de las ubres, no sabría decir si la derecha o la izquierda, de Pilar Rahola.

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