Para plantear los escenarios futuros que deparan a Ucrania tras la convulsa separación de Crimea los expertos lo tienen claro, hay que esperar el resultado de las próximas elecciones del 25 de mayo.
En estos comicios las distintas fuerzas internacionales querrán situar a sus candidatos en cabeza. Rusia intentará influir significativamente sobre todo en la zona sureste, donde ya ejerce un control importante, tanto ideológico como económico. Mientras, Estados Unidos y la Unión Europea darán oxígeno a sus respectivos candidatos. Sólo entonces podremos ver qué deparará a Ucrania. Tres son, sin embargo, las opciones más probables.
1. Guerra civil
Se trata de una posibilidad en principio remota dada las repercusiones que tendría a nivel internacional, pero que cada vez más, con la escalada de tensión en la zona este del país, se va forjando como una opción no tan inimaginable. Actualmente el gobierno de Kiev ha reconocido haber perdido el control en varias regiones, entre ellas Donetsk y Slaviansk, donde las milicias prorrusas han tomado varias sedes y edificios gubernamentales y han obligado a las fuerzas de seguridad ucranianas a abandonar la zona. Tanto es así que recientemente, el gobierno ucraniano ha restablecido el servicio militar obligatorio (la “mili”) para hacer frente a un posible enfrentamiento mayor con Rusia.
“Si hay guerra civil habrá internacionalización del conflicto”. María José Pérez del Pozo, experta en Relaciones Internacionales y profesora en la UCM, explica a El Inquirer que una guerra civil es poco probable debido a la necesaria implicación de fuerzas externas que apoyarían a cada uno de los bandos.
Las fuerzas del sureste serían apoyadas por Rusia -aclara- mientras que las fuerzas occidentales recibirían apoyo tanto de la UE como de Estados Unidos. Esto convertiría un conflicto interior en una escalada de intervenciones internacionales importante, un riesgo que ninguna potencia está dispuesta asumir.
Además el gobierno de Kiev es débil, las autoridades han sido incapaces de frenar el referéndum y las tropas rusas han logrado el máximo grado de control.
Aparte de la llamada “autodefensa Crimea” hay soldados uniformaos y milicias llegadas de Rusia y creadas dentro de Ucrania que se han hecho con el control de Crimea y de Sebastopol, que han tomado varias bases aéreas y navales y en los últimos días ha saltado la noticia de que el militar ucraniano más guerrero en Crimea ha sido detenido y permanece en una cárcel en la Península.
También hemos visto hondear banderas rusas de los principales enclaves militares en la región, las últimas bases tomadas han sido la base naval de Sebastopol y la de Novoozerne en Crimea.
El ejército ucraniano tampoco está preparado. En ningún momento se ha enfrentado a las tropas rusas repartidas por todo el territorio, lo que resalta la debilidad del nuevo gobierno central, que ha tenido que crear a toda prisa un Ejército de reservistas de 40.000- 60.000 personas.
Este nuevo ejército ha entrenado sólo 15 días, pues Ucrania contaba con 6.000 soldados listos para el combate, un número insuficiente para hacer frente a una posible invasión o ataque por parte de Rusia. Formado porvoluntarios y miembros del Maidan, este refuerzo debe proteger las fronteras con armamento obsoleto y sin grandes apoyos en el este del país.
Hay que recordar que el primer ministro de Defensa ucraniano se unió al ejército ruso para crear un ejército crimeo y que el segundo ministro de Defensa dimitió el pasado día 26 de marzo.
2. Anexión de la Península de Crimea a Rusia
La ley rusa permite que un estado se anexione a la Federación. Por lo tanto, para que Crimea pueda anexionarse legítimamente a Rusia tiene que ser primero un estado soberano e independiente.
Tras el resultado del referéndum realizado el día 16 de marzo, en el que la mayoría de la población aprobó la unión con Rusia (con un 85% de los votos), la Duma no tardó en poner en marcha los mecanismos para laanexión de la Península, que el mismo Vladimir Putin firmó el pasado 21 de marzo, según el cual Crimea y Sebastopol pasan a formar parte de la Federación rusa como dos sujetos con entidad propia.
Para frenar a Vladimir Putin la comunidad internacional ha puesto en marcha todo un mecanismo de sanciones económicas y diplomáticas meramente formales.
Pérez del Pozo explica que las economías nacionales están fuertemente interconectadas, y que Europa tiene una dependencia significativa del gas respecto a Rusia, por lo que no pueden poner un cortafuego a Moscú. Son conscientes de que si las sanciones van más allá de “echar a Putin del G8” o “multar a sus amigos” esto repercutirá negativamente en la propia comunidad internacional, aclara.
Cuando hablamos de sanciones meramente formales, esto queda claro si tenemos en cuenta que estas sanciones se han impuesto a los amigos de Putin, no a los oligarcas, que son quienes podrían tomar decisiones perjudiciales para la comunidad. Tanto la UE como EE.UU. son conscientes de esta situación, al igual que Putin, que acepta las pérdidas que estas sanciones puedan ocasionar, pues a cambio, obtiene mucho más.
3. ‘Limbo internacional’/ Se mantiene el estatus quo
De los tres escenarios planteados, este parece ser la opción más probable.
Al tratarse de un conflicto tan delicado, que atañe a la integridad territorial de dos estados y a las reivindicaciones de dos territorios sobre un tercero, lo más probable es que esta situación se mantenga en el tiempo.
La comunidad internacional no reconocerá jurídicamente la anexión de Crimea, porque esto implicaría reconocer una nueva integridad territorial de Rusia, señala Del Pozo, con una ampliación de sus fronteras y legitimar un referéndum que se ha hecho en contra de la Constitución de Ucrania.
Otra cosa, apunta esta experta, es que de facto se considere que Crimea es territorio de Rusia, que está bajo su influencia y que Ucrania lo ha perdido. Legalmente habría que legitimar una nueva integridad territorial de Rusia.
@basolanilla