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Mientras tantoKaissa castigó la infidelidad

Kaissa castigó la infidelidad


 

Alexander Alekhine, genial ajedrecista ruso-francés, campeón del mundo al arrebatar el título en 1927 al imbatible José Raúl Capablanca, está considerado con todo merecimiento, uno de los mayores genios que ha proporcionado al ajedrez la diosa Kaissa, musa de los ajedrecistas.

 

Alekhine, en los años que siguieron a la consecución del título, únicamente lo había puesto en juego contra un rival a todas luces inferior a él: Efim Bogoljubow que llegó a hacer famosa la graciosa frase “Cuando juego con blancas, gano porque llevo blancas y cuando juego con negras, gano porque soy Efim Bogoljubow”. Dos oportunidades le concedió Alekhine, una en 1929 y otra en 1934 y, por supuesto, que le ganó con facilidad en ambas ocasiones, pero en 1935, expuso de nuevo el título y también contra un rival que el propio Alekhine y la opinión general, lo consideraban presa fácil, el holandés Max Euwe, pues hasta entonces se habían enfrentado en 20 ocasiones con el resultado de 9 victorias para Alekhine y 3 para Euwe.

 

Lo cierto es que salvo José Raúl Capablanca, no se consideraba que ningún ajedrecista tuviera la más mínima posibilidad de disputarle el título al gran campeón, pero ¿qué ocurrió con Euwe?, pues que la diosa Kaissa tomó cartas en el asunto y castigó duramente a Alekhine, dado que éste, durante una buena temporada, había remplazado la dedicación, estudio y perfeccionamiento del ajedrez, por las botellas de alcohol y para colmo, como si Euwe estuviera confabulado con el demonio, el maligno facilitó a Alekhine el acceso a la bebida, dado que la dirección del Hotel Carlton, donde se alojó para disputar el match, tuvo la cortesía de que tan ilustre invitado ¡dispusiera gratis de la bebida! ¡lo que le faltaba a Alekhine en esa época!

 

Así que con la diosa Kaissa castigando tal abandono del ajedrez y el demonio tentándole, pocas posibilidades debería tener Alekhine que además, tenía como rival a un Max Euwe extra motivado y que se había tomado el match muy pero que muy en serio.

 

La partida que les voy a mostrar es otra más de las que han pasado a la historia por su dramatismo, ya que a pesar de todos sus excesos, el talento de Alekhine le permitió llegar al final del encuentro con posibilidades de revalidar su título, pero eso sí, con la imperiosa necesidad de ganar la última partida que verán a continuación, pero antes, repasemos brevemente cómo se desarrolló el encuentro:

 

El match comenzó de modo “lógico”: Alekhine ganó convincentemente la primera partida y luego fue distanciándose en el marcador, demostrando gran superioridad sobre Euwe, se pasó a un 3 a 1, luego a un 5 a 2, más tarde 7 a 5, pero para asombro general, Euwe se recuperó e igualó el match en la 14ª partida, llegando finalmente a la última partida con ventaja de un punto. Si Alekhine vencía en esta definitiva partida, conservaría el título de campeón.

 

Antes de comenzar la partida, Euwe le hizo saber a Alekhine que aceptaría tablas en cualquier momento y situación, ya que este resultado, le convertiría automáticamente en campeón del mundo

 

Blancas: Max Euwe

Negras: Alexander Alekhine

Año: 1935

Lugar: Holanda

 

1.d4 d5 2.c4 dxc4 [Gambito de Dama Aceptado]

 

3.Cf3 Cd7 [Extraña jugada de Alekhine tratando de despistar a su rival ya desde el comienzo de la partida]

 

4.Da4 c6 5.Dxc4 Cgf6 6.g3 g6 [Alekhine hace lo posible por crear una posición con muchas alternativas, tratando de confundir a Euwe]

 

7.Cc3 [La pretensión de Alekhine era que Euwe se «lanzara» a por todas jugando 7.Cg5, pero éste no le sigue el juego y continua con el prudente desarrollo de las piezas]

 

7…Ag7 8.Ag2 0–0 9.0–0 Da5 10.e4 Dh5 [Alekhine está ansioso por crear una crisis en la posición, pero Euwe continua con su línea prudente. No hay que olvidar que el empate le convierte en campeón del mundo]

 

11.Dd3= Cb6?! 12.Ce2 Td8 13.a4! Cbd7 14.b4! [Euwe, sin asumir ningún riesgo, poco a poco va tomando ventaja y ahora amenaza 15.Cf4 incordiando seriamente a la dama negra que se haya en una desafortunada posición]

 

14…g5 [De sobra sabe Alekhine que la jugada necesaria es 14… Ah6, pero también sabe que con jugadas «normales» ya no va a conseguir nada y sacando a relucir su enorme capacidad táctica, tiende una trampa a su rival, pero que no es más que un «farol»]

 

15.Cxg5 [¡Claro!, sin caer en la diabólica trampa de Alekhine que se llevaba a efecto en la línea 15.Axg5, Ce5 16.De3, Cfg4 y el blanco pierde la dama por la amenaza de mate]

 

15…Ce5 16.Dc2! Cg6 17.h3 [Alekhine está «intentando todo», pero Euwe ni se asusta ni se confía]

 

17…h6 18.Af3 [Un programa actual, probablemente jugaría 18.g4, pero Euwe está a un paso de ser campeón del mundo y no va a conceder ninguna oportunidad a su rival]

 

18…Cg4! [Hay que reconocer que la gran imaginación de Alekhine posiblemente hubiera triunfado en esta posición contra otro rival, pero Kaissa ya había tomado su decisión sobre quién sería el siguiente campeón]

 

19.hxg4 Axg4 20.Axg4± Dxg4 21.Cxf7 Rxf7 22.Dc4+ e6 [La mejor jugada es cubrir el jaque con la dama, pero eso significaría cambiar damas y llegar a un final con un peón de menos, donde lo mejor sería felicitar ya al nuevo campeón]

 

23.f3 Dh5 [¡Se acaban los trucos! Si. 23… Axd4+ 24.Dxd4]

 

24.Ae3 Tg8 25.Tf2 Af6 26.Taf1 Ch4? [Alekhine sigue con los «faroles», pero es que no hay nada que hacer]

 

27.Dxe6+ [Mucho mejor es 27.Cf4, pero después de una acertada política de prudencia, Euwe no va a consentir 27… Txg3+ ¡enfrente está Alekhine y sería un gran error subestimarlo!]

 

27…Rxe6 28.Cf4+ Rf7 29.Cxh5+ [En este momento, Euwe, le propuso tablas, pero Alekhine las rehusó respondiendo: “necesito ganar”]

27… Ae7 30.Rh2 [Euwe ha conseguido su propósito. Un final con gran ventaja que es prácticamente imposible perderlo. De no estar diciendo adiós al título, Alekhine hubiera abandonado ya]

 

30…Cg6 31.Tb2 Tac8 32.f4 Cf8 33.f5 Ag5 34.Axg5 Txg5 35.Cf4 Ch7 36.Ce6 Th5+ 37.Rg2 Cf6 38.Rf3 Tg8 39.Cf4 Thg5 40.Tg1 


 

Y en esta posición sin esperanzas Alekhine ofreció tablas, las cuales fueran aceptadas inmediatamente por Euwe, cumpliendo su palabra de caballero.

 

Dicen que había lágrimas en los ojos de Alekhine mientras se estrechaban la mano.

 

Posteriores campeones mundiales como Vasily Smyslov, Boris Spassky, Anatoly Karpov y Garry Kasparov, analizaron las partidas del duelo y coincidieron en que Euwe mereció la victoria y que su juego estuvo al nivel de un campeón del mundo.

 

Antes del match, Alekhine había dicho:

 

“Actualmente no veo a nadie que pueda ganarme”

 

Y en la ceremonia de clausura en el mismo Hotel Carlton, expresó

 

«Estoy feliz de que el mundo del ajedrez tenga un campeón que es un caballero”

 

 

Luis Pérez Agustí

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