El año pasado escribía esto en mi blog personal sobre Kalissetta, una niña encantadora.
Ahsley y Anne-Lise, los que han dejado la casa en la que vivo, tenían apadrinada una niña, Kali, que vivía con ellos aquí, junto con su hija más pequeña Nadika. Cuidaba a su ‘hermana pequeña’, como ella la llamaba.
Kali iba a pasar un día a la semana con su familia (padre, 3 co-esposas y 8 hermanos) pero se había acostumbrado a otro tipo de vida, de trato y de cariños, incluso en Burkina.
Nadika y Kali, en el cumpleaños de la pequeña
Ellos se han ido a Suiza y no la pueden adoptar (la niña tiene padres, familia, va al colegio, etc) y ella se ha quedado aquí y ha vuelto a su entorno familiar…
Ayer se presentó en casa y estuve mucho rato hablando con ella e intentando consolarla.
No paraba de llorar, no consigue asumir que su vida tiene que volver a ser como era antes de que ellos la cambiaran.
Está destrozada. Tiene 13 años.
Kali lo pasó muy mal.
Kali, encantada, cuando vino a despedirse
Pero Ashley y Anne Lise no cejaron en su empeño y el 12 de septiembre Kali vuela a Suiza a estudiar todo el año allí. Y así hasta acabar la Universidad. Vendrá los veranos a Burkina con su familia (el padre tiene 3 esposas, es musulmán, sin embargo la niña y su hermano AbdulAzziz se han hecho cristianos, de la Asamblea de Dios, cosas de aquí) y podrá seguir comparando lo que deja aquí y la oportunidad que se le abre a su futuro.
‘Chapeau’ por Ashley y Anne Lisey, por lo que hacen por Kali.
Sólo espero que todo lo que aprenda Kali en Suiza lo emplee en volver a Burkina para intentar ayudar a los que se quedaron, a los que no han tenido, ni tendrán su suerte.
Así se lo he dicho cuando ha venido a verme para despedirse. Aquí son educados y cumplidos hasta los niños.
Kali ya se ha ido, volvió para que la imprimiera unas cuantas fotos con su familia, algunas para llevarse y otras para dejárselas a sus padres y hermanos. No tengo fotos de su casa, pero no os podéis ni imaginar lo mucho que va a cambiar su vida en Suiza.
Cuando ha vuelto lo primero fue pedirme que si podía mirar sus emails, no es lo más normal en una burkinesa, pero sí en una suiza-burkinesa
Pues ahora, un año después Kali ha vuelto para pasar un mes de sus vacaciones con su familia.
Durante este año han venido a verme su madre y alguno de sus hermanos y todas las noticias que me daban sobre cómo estaba allí y los estudios eran estupendas. Porque, la verdad, tenía mis dudas sobre cómo se integraría en un mundo tan distinto.
Pues se ha adaptado estupendamente.
Me decían que era la primera de su clase y así ha sido. Ha acabado la primera de su clase, varios premios en danza, vamos que se ha hecho con Suiza como no pudo España en el Mundial.
Así que vinieron a verme casi toda la familia y a darme ‘novedades’ y después les invité a que vinieran a comer y a bañarse en la piscina.
Kali, Azziz y Kadi, tan contentos, con sus squimos y sus fantas (¿os había dicho que soy un pagafantas?)
Era curioso ver la diferencia entre unos hermanos y otros.
Kali tiene sólo 14 años recién cumplidos y sus hermanos que se llevan sólo 2 días de diferencia entre ellos, 18. Lo de llevarse 2 días de diferencia con la misma edad es porque son de madres distintas, claro. Que en estos casos de poligamia lo mismo se te pueden juntar los cumpleaños de varios hijos el mismo día, aunque aquí da lo mismo porque el regalo y la fiesta de cumpleaños brilla por su ausencia.
Me acuerdo de un guardián de la ONG española de Ouahigouya al que le preguntaban cuántos hijos tenía para ponerlo en la ficha al contratarlo y decía que no sabía y al final tuvieron que poner más de 10 porque creía que sí que tenía más de 10… como para saberse los cumpleaños, o los nombres (pues parece ser que iba a tomar otra esposa, que son muy rentables).
En todo caso Kali y su hermano Azziz son de la misma madre y Kadi, su hermana favorita, de otra.
Nos bañamos, ellos, los mayores con flotadores, no saben nadar y Kali, pizpireta, presumiendo que va a natación 3 veces por semana.
Y en la comida parecía que fuera a revés, la mayor ella y los pequeños, Azziz y Kadi. No paraba de hablar mientras que a ellos había que sacarles las palabras.
Menos mal que tengo flotadores, porque lo que es aquí sabe nadar el socorrista del hotel donde hay piscina y poco más
Está encantada, y cuando se vuelva en unas semanas, van a Inglaterra de donde es Ashley, así que va a ver más mundo del que seguro nunca llegarán a ver sus hermanos. La volveré a recordar que no puede olvidar su país ni su gente y que todo lo que aprenda y aproveche tiene que compartirlo con los demás que no tuvieron tanta suerte.
Además la tengo que recriminar que está engordando, que tiene que controlar el peso que se me está viendo arriba. No creo que vaya a acabar anoréxica por ello. Es por darle un poco en las corvas y que no se me ponga gallita.