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BrújulaLa biblioteca pessoana que Eduardo Lourenço donó a Coimbra

La biblioteca pessoana que Eduardo Lourenço donó a Coimbra

El gran polígrafo portugués Eduardo Lourenço hizo de su devoción por el poliédrico Fernando Pessoa (tan famoso como sus heterónimos) el gran tema de su vida. Cuando le pregunté si se podía establecer alguna simbología, aunque solo sea semántica, entre el arca de Pessoa (donde dejó infinidad de inéditos) y el arca de Lourenço (con infinitos papeles, que ahora atesora la Fundación Gulbenkian), me dijo precisamente en el atiborrado despacho que ocupaba fértilmente en la fundación, me dijo: “La diferencia es infinita. Porque el arca de Pessoa está llena de personas. En un momento dado, hace mucho tiempo, yo pude acceder a la famosa arca. Y sufrí una de las grandes tentaciones de mi vida. Porque la familia de Pessoa, la hermana, vivía en una avenida cercana al Marqués de Pombal. Y enseñaban la famosa maleta de Pessoa, y la maleta, el arca, quedó intacta. Yo mismo metí la mano en aquella maleta y saqué un cuadernito lleno de anotaciones, y era un cuaderno de Álvaro de Campos. Y me dio miedo de que un documento así acabara en América, lejos de Portugal. Y durante unos segundos dudé en apropiarme de ese cuaderno. La hermana no tenía verdaderamente conciencia del valor de lo que allí había. La sobrina, sí. Con el paso del tiempo sí se dieron cuenta de lo que representaba Fernando Pessoa, el mítico. Pero era una familia muy simpática, y el acceso a aquella casa muy fácil. La sobrina era una muchacha muy bonita, y hasta sentí que no la hubiera conocido el poeta. Quizás hubiera sido un personaje menos misógino”. Ahora, la Biblioteca General de la Universidad de Coimbra expone todo lo que Lourenço reunió en vida su amado poeta de los heterónimos. Comisariada por A. E. Maia do Amaral, António Pedro Pita, Rui Jacinto y Manuel Portela, recuerda la propia biblioteca, que solo por sí misma ya amerita una visita a la ciudad del Mondego: “Eduardo Lourenço amaba y necesitaba sus libros y, sin embargo, en vida decidió dejarlos pasar con la evidente intención de dar lectura a otros. Dividió su biblioteca entre diferentes entidades, en varias ciudades, siendo la Biblioteca General de la Universidad de Coimbra responsable de parte pessoana, libros de y sobre Fernando Pessoa, uno de sus grandes y heterodoxos intereses intelectuales. Separadas de su mano, según su propio criterio, son alrededor de 500 obras, incorporadas en 2014, las que están tratadas y accesibles en nuestro catálogo integrado. Las bibliotecas de los escritores han sido analizadas bajo el supuesto de que el conocimiento del contenido y las prácticas de lectura pueden dilucidar sus obras. Sin embargo, la transición de las marcas de lectura a las de escritura no es lineal ni unidireccional, es decir, de los textos leídos a los textos escritos. Este tránsito también ocurre en sentido inverso ya que los actos de lectura generan procesos de invención escrita que dan nuevos significados a los textos leídos. Además, la mayor parte de esta dinámica no deja un registro directo: ocurre sólo en el sistema cognitivo expandido formado por la lectoescritura, es decir, por la expansión de lo pensable y lo escribible en la conciencia de un sujeto. Al abordar los procesos de apropiación de la lectura que son la base de la creación literaria, la crítica genética ha distinguido entre marginalistas y extractores. Los autores marginalistas dejan sus marcas de lectura en los propios documentos, subrayando en el cuerpo del texto y escribiendo entre líneas, en los márgenes y en el título y en las páginas finales. Los autores de extractores transcriben pasos en sus cuadernos, a veces sin una identificación clara de las fuentes, utilizándolas para alimentar su imaginación.

Pero las marcas de lectura explícitas –que las convenciones académicas han transformado en la lista obligatoria de referencias– constituyen sólo una de las dimensiones del proceso de apropiación y transformación de la lectura presupuesta en todo acto de escritura. Eduardo Lourenço trabaja muchas veces con alusiones implícitas que entreteje en su discurso ensayístico y que sólo pueden identificarse mediante ingeniería inversa. Un buen ejemplo de este procedimiento es la obra Heterodoxia I (Coimbra Editora, 1949), cuya red de citas y referencias fue parcialmente reconstituida en uno de los paneles de esta exposición. La exposición Eduardo PESSOA Lourenço tiene dos objetivos principales: por un lado, mostrar la biblioteca Pessoana de Eduardo Lourenço; por el otro, revelar a partir de sus prácticas lectoras, como se desprende de las marcas y signos de los propios libros, el carácter decisivo de su encuentro con Pessoa. La mirada poliédrica que proponemos sobre la lectura de Pessoa se divide en ocho facetas: ‘Persona activa’, ‘Persona pasiva’, ‘construir una biblioteca’, ‘leer o dejar de leer’, ‘volver al libro’, ‘una vida dentro del libro’, ‘usar libros y bibliotecas y ‘usar BGUC’. La exposición también nos permite imaginar preguntas más amplias: ¿cómo interactúa la producción de Pessoa de Eduardo Lourenço con sus lecturas? ¿Cómo se relacionan las referencias explícitas con las implícitas en esta producción? ¿Cómo lee un escritor? ¿Cómo se lee heteronímicamente?”. Para cualquier devoto de Fernando Pessoa, un banquete.

 

Dónde: Biblioteca General de la Universidad de Coimbra, Portugal

Cuándo: Hasta el 30 de julio

 

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