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LA COCINA DE LA COCA
Perdido en medio de la selva amazónica, en el Departamento de Putumayo, encontramos un laboratorio donde se realiza el proceso de transformación de la hoja de coca en base de coca, que posteriormente se cristalizará y transformará en cocaína.
El laboratorio donde se obtiene la pasta y la base de coca es simple, rudimentario y suele encontrarse en las inmediaciones de las plantaciones de este cultivo. Son normalmente los propios campesinos los encargados de realizar estas primeras fases del proceso.
Para elaborar la base de coca, los agricultores utilizan los siguientes ingredientes:
– 5 arrobas de hoja de coca.
– 1 kg. de cal.
– 1 kg. de sulfato de amonio.
– 19 litros de gasolina.
– 2,5 litros de ácido sulfúrico.
– 1 kg. de permanganato de Sodio.
RECETA: Se pica la hoja de coca y se mezcla con cal. Se patea con el objetivo de que la cal y la coca se entremezclen. Se añade el sulfato de amonio diluido en agua. Se añade la gasolina a la mezcla en un bidón. Se deja reposar por un tiempo. A través de este proceso se extrae el alcaloide de la coca. Una vez transcurrido el tiempo necesario, se vierte ácido sulfúrico en la gasolina para que la coca quede separada de ésta. Se cuela el agua. Se añade permanganato de sodio para obtener la base de coca.
Todos estos elementos químicos son los que intervienen en el proceso de elaboración de la base de coca, siendo la gasolina el producto más utilizado en su producción. En el año 2009, según encuestas realizadas y teniendo en cuenta el proceso de reciclaje, se utilizaron aproximadamente 166 millones de litros de gasolina.
Este no es el único laboratorio de esta región. El Departamento de Putumayo posee uno de los porcentajes más altos, después del departamento de Orinoquía, de agricultores que procesan base de cocaína, alcanzando éste, según el informe publicado en el año 2009 por la Oficina contra la Droga y el Delito de las Naciones Unidas (UNODC), un total del 66%. Sin embargo, el proceso que convierte la hoja de coca en pasta de coca, sólo aporta un valor añadido del 15%. Esto hace que sea poco rentable para el agricultor, que apenas obtiene beneficios del mismo. Tal y como publica el informe, en el último año ha aumentado en Colombia el número de agricultores que venden directamente la hoja de coca a intermediarios, sin llevar a cabo su procesamiento en un laboratorio químico.
Para los agricultores, el proceso de elaboración de cocaína termina aquí. Otro tipo de actores serán los encargados de transformar en laboratorios clandestinos la base de coca en clorhidrato de cocaína. A partir de aquí se alcanza una mayor complejidad y comienza el proceso de comercialización de la misma en todos los mercados mundiales.
Según datos recogidos en el Informe Mundial Contra la Droga del UNODC, la mayor parte de la producción de cocaína se dirige a América del Norte (6,2 millones de consumidores en 2008) y a Europa (de 4 a 5 millones en 2008, siendo Reino Unido y España los mayores consumidores dentro de Europa). A estas dos regiones del mundo corresponden el 70% de la demanda mundial de cocaína y el 85% del valor total del mercado. En 2008 fueron necesarias 196 toneladas métricas de cocaína para abastecer al mercado de América del Norte. La mayor parte de la cocaína consumida fue producida en Colombia. Los agricultores y traficantes de este país obtuvieron menos del 3% del ingreso de las ventas al por menor de la cocaína producida por ellos, mientras que los vendedores intermediarios obtuvieron el 70% del total.
En los últimos años, los campesinos del Departamento de Putumayo han reivindicado al Gobierno colombiano ayudas para poder sustituir las plantaciones de coca por cultivos lícitos, la creación de vías de comunicación y un mercado para dar salida a dichos productos. Sin embargo, sus peticiones aún no han sido escuchadas, lo que supone que el único medio de vida para estos campesinos sea la producción de hoja de coca.
Cuando el Plan Colombia entró en vigor en el año 2000, el cultivo de coca en el Departamento de Putumayo ocupaba un área de 66.000 hectáreas, un 40% del total nacional. En la actualidad, esas cifras han disminuido considerablemente debido a la erradicación manual y a las aspersiones con glifosato fomentadas por el Plan Colombia.
Aunque se ha conseguido reducir el número de hectáreas destinadas al cultivo de coca en este departamento, estos se han trasladado a otras regiones del país. Desde el año 2002, las plantaciones de coca empezaron a cobrar importancia en el Departamento de Nariño, incrementándose el área cultivada a un total de 7.600 hectáreas. A partir de 2003, este departamento pasó a ocupar el tercer lugar a nivel nacional con mayor área cultivada. Desde 2009 es el primero.
Pilar Rodríguez
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