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ArpaPoesía'La escuela de las órbitas', de Yaiza Martínez

‘La escuela de las órbitas’, de Yaiza Martínez

 

Selección de poemas de La escuela de las órbitas,
de Yaiza Martínez.

 

 

Abedul. Beth.

I

Los corazones adolescentes contienen abedul,

por eso se agrupan tanto y en lo húmedo

clavan raíces; dice la Luna

dice caricia y disfrutad el lodo.

 

Por eso la esperanza

 

los abedules tienen

 

la Luna en la madera.

 

 

II

Una mujer mayor también es abedul,

si al escucharte rezuma betulina

y los hechos cristalitos te resbalan;

te toca el borde

y espanta cuatro cuervos,

la piel brillante con el tanino,

la savia es dulce

y el asfalto es polen.

 

 

 

 

 

 

Fresno común. Nion

I

Si vibra hasta el nido

la pared de las estrellas,

nacerá una niña con un fresno en el corazón.

Las simas del mar

en los lagrimales de las lenticelas;

manitas de sámara para el remo

al final de los brazos,

el mismo deseo que mueve las olas

serán la copa y su caos.

Y en el cuerpo

una veta en flecha

volverá al cielo por el agua.

 

II

Quien se beba el océano

en la orilla será fresno común,

de las ramas sonando su deseo:

¡navegar para crear el mundo!,

gritarán los tiernos a los acantilados

antes de que la flota se pierda.

 

 

 

 

 

 

Sauce. Saille.

I

En cada cicatriz

hay un sauce que se fía del agua.

 

Confía en la llave

para la puerta de luz de la tristeza

abierta al fondo

del lagrimal y el río.

 

Que el círculo del llanto

termina en el comienzo.

Toda cicatriz lo sabe.

 

II

Una mujer que es sauce

cuece los higos en el agua de la melancolía

que alimentará a las ranas

que cantarán

de nuevo en el pecho.

 

Abre las vías del corazón

diciendo la línea del agua.

Como plañidera,

guiará el agua a su origen.

 

III

Entiende quien es sauce

que la Gracia sigue en el agua

y equilibra la lengua de la sal

–en su justa medida cura; demasiada quema.

Conoce el tiempo exacto

para la flexión sobre el río:

cómo llorar para seguir;

cómo llorar cantando.

 

 

 

 

 

Saúco. Ruis

I

En un trapo de cocina trae la bruja su tesoro:

flores blancas y serénate;

abre el pulmón,

para vivificar la sangre

presiona esas bayas oscuras

(todo fue obtenido en un solo paseo).

 

II

A los trece años, a horcajadas,

la rama la sacó del cuarto.

Sobre el arbusto del conocimiento

volaron

y la dejó caer.

 

III

Mira su caballo mágico contra la aurora

después de la fiebre.

 

 

 

 

La Matriz de lo Quebrado (fragmentos)

1. Si hay un lago en mi pecho, mi cuerpo es un eco en la Matriz de lo Quebrado;

eso dicen
la metáfora y la música,

así se crea el tiempo y desaparece.

2. Los campos semánticos siguen a la piedra magnética del hambre. Una vez
rimados, vibran en la forma para perpetuar. Así, aunque el imán termine,

3. en el otro extremo de la Matriz suena el eco que fabrica los mundos.

4. Los campos semánticos inclinan la materia y las metáforas de la organización de la
materia. Así es lo Quebrado en la Matriz: lo uno en lo múltiple y lo múltiple en lo uno.

5. Y en un suspiro aprenderás la materia de la metáfora.

6. Como si el tiempo en la Matriz discurriera en una sola dirección, se ha llamado
herencia al eco. Pero la Matriz nada desperdicia y el eco es una angula

7. que cuando va al aliento enseña el tacto entre los confines.

8. Por eso el eco de la Matriz es también la palabra y la música.

9. Para acceder a la Matriz como Matriz existe un campo semántico de llave, que es el
ojo de la imaginación

10. que nunca sale de la Matriz sin mirarte; sin mirar para ti,

y en un suspiro aprenderás la materia de la metáfora.

 

 

11. La Matriz está en el cuerpo que es el lugar de los símbolos,

12. por una partitura de formación supone

lo otro que contiene y lo posee.

13. Y esto lo verás danzando
por los alrededores de la partitura

o admirando un paisaje

14. en una tarde fresca y rosada de verano

acerca de la hierba dirás

yo.

 

 

 

23. Por eso
llevo en el esternón los huesos de los enterrados sin nombre,
los quiero cerca del músculo cardiaco,
cerca
de la tierna tablilla grabada del diafragma poroso.
Los
quiero.

24. Llevo en la cintura los anillos de todos los árboles

y el deseo del claro
te puse en la saliva

cuando me amamanté,
cuando te besaba y dije:

este es mi deseo,

está en el bosque a la luz.

 

 

 

25. Llevo diciendo un tiempo

que dentro de la Matriz
lo semejante llama

a lo semejante.

26. Que ser es por el diálogo.

El físico dirá
energéticamente eficiente,

y tendrá razón

sin mencionar el deseo

27. que lleva el símbolo
al centro del bosque,

y todos comen.

 

 

 

33. Al fin y al cabo,
tú te asomaste a la Matriz
para ver la imagen
de las puntas que se tocan.

34. Y viste lo contrario del miedo:
bañarse en los ríos de la imaginación,
saber que todo
es todo
en la casa de la Sombra.

35. El Secreto estaba
en la mismísima composición del cristalino:

todo lo material significa

–un ojo que mira y te muestra.

36. Majestad amarga,
estabas sola al verlo,

pero nunca estabas sola en la Matriz.

Querida como un brillo corriste
a decírselo a los otros.

 

 

 

37. Que el maltrato social es un niño hambriento
del sur de México,
es una escara en el codo de un berlinés de edad mediana.

Cosas como estas las supe por la imaginación.

38. Conociendo el afelio-perihelio,
apogeo y perigeo,
la cara de la Luna,
¿quién puede temer
conociendo
que todo vuelve
una vez tras otra;
que todo está
en lo demás?

39. Que la mente y la materia son variación
en la densidad de
lo mismo,

Matriz en la sombra;

Gracia.

40. Que todo lo material
es una enseñanza, un ojo
que te mira y por ti lo ve todo.

41. Y la imaginación
una forma de sincronía
con las imágenes molde
que la Matriz nos consuela.

 

 

Yaiza Martínez (Gran Canaria, España, 1973).

Es poeta y narradora. Ha publicado los poemarios Rumia Lilith (Ateneo Obrero de Gijón, 2002), El hogar de los animales Ada (Devenir, 2007), Agua (Idea, 2008), Siete-Los perros del cielo (Leteo, 2010) y Caoscopia (Colección Once, Amargord, 2012); así como la plaquette El argumento de la realidad (2014), en la Colección Poética y Peatonal. Ejemplar Único, que edita, con pinturas propias, el artista argentino Gabriel Viñals. Esta plaquette fue reditada en noviembre de 2014 por Ediciones Tigres de Papel (Madrid). En 2016, publicó La nada que parpadea, en la colección eme de Ediciones La Palma; y, en colaboración con la pintora Davinia Jiménez y dentro del Proyecto Artemisia, la plaquette Cuando. En 2021 ha reeditado el poemario Tratado de las mariposas en Ediciones Tigres de Papel. Ha sido incluida en diversas antologías y libros conjuntos, como Poetas en blanco y negro. Contemporáneos (Abada Editores, 2006), Desviada Luz. Antología gongorina para el siglo XXI (Delirio, 2014), Marca(da) España (Amargord, 2014), Limados (Amargord, 2016), Traslúcidas (Bartleby, 2016) o Sombras di-versas. Diecisiete poetas españolas actuales (1970-1991) (Vaso Roto, 2017).

Los poemas para esta entrega han sido seleccionados de su reciente libro La escuela de las órbitas, editado por Olé libros (2022) en su colección Libros de la hospitalidad: https://olelibros.com/libros/poesia/libros-de-la-hospitalidad/

La escuela de las órbitas
es el quinto libro de la colección –dirigida por el poeta Viktor Gómez–; en ella se han publicado hasta el momento antologías de Clara Janés, Jenaro Talens, Isel Rivero y Rodolfo Häsler.

Los retratos de Yaiza Martínez en esta biografía y en cabecera son de ©Mamis & Mimos.

 

 

 

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