El equipo de la Fundación Árabe de la Imagen, con sede en Beirut, ha hecho llegar un escrito a sus lectores, amigos y familiares: “Durante más de un año hemos sido testigos del sufrimiento del pueblo palestino en Gaza y Cisjordania, mientras el mundo aparta la mirada hacia el genocidio que se está desarrollando. A través de las imágenes y los relatos que tenemos en nuestras manos, hemos tratado de perforar la niebla de la propaganda occidental, para enfrentar lo que no debe ignorarse. Durante un año, y de manera intensa durante las últimas ocho semanas, el Líbano se ha visto atrapado en la tormenta de la violencia implacable de las fuerzas sionistas: un zumbido constante de destrucción que comienza con truenos distantes y termina con edificios arrasados, vidas borradas y futuros deshechos. Es una violencia que podría ser quirúrgica en su precisión, pero es completamente indiferente a las vidas que se lleva. Y así, la vida se ha visto alterada en su totalidad. El cielo ya no era un refugio, sino una fuente potencial de muerte. El sur y el este del Líbano y los suburbios del sur de Beirut fueron bombardeados constantemente, a menudo sin previo aviso. Esta violencia no distingue entre lo que ocurre en el sur y es tanto psicológica como física. Cada misil que explota genera un eco de desplazamiento, miedo y ansiedad. Más de un millón de personas fueron desplazadas del sur, del valle de Bekaa y del barrio Dahiyeh de Beirut. Las escuelas públicas se convirtieron en refugios y las calles en viviendas improvisadas. Y después de que se anunció el alto el fuego, la mayoría no tenía un hogar al que regresar.
Entre los fragmentos de hogares e historias, perforamos juntos un espacio de claridad, de refugio. Nuestra Biblioteca Común permaneció abierta, aunque solo fuera durante el día. Tomamos medidas de conservación preventiva para proteger nuestras colecciones fotográficas. Nos preparamos para lo peor y cuidamos de nuestro equipo y sus seres queridos de la mejor manera posible. Todo esto no es solo un acto de guerra, sino un ataque a la imaginación humana, un intento de negarle a un pueblo el derecho a imaginar un futuro más allá de los escombros y la sangre. En estos momentos, la idea misma de coleccionar y preservar se vacía de todo su significado, ya que nuestras colecciones podrían desaparecer en un instante. Y, sin embargo, incluso mientras escribimos esto, rodeados de tanta pérdida y dolor, hay una obstinada negativa a rendirse, una insistencia en que la vida, a pesar de todo, continuará. Gracias por su solidaridad”. Esta es su nueva dirección: Arab Image Foundation. Aresco Center, Justinien St. Kantari, Beirut.
Dónde: Fundación Árabe de la Imagen, Beirut, Líbano
Cuándo: Permanece abierta
