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Mientras tantoLa Inmortal del Zugzwang

La Inmortal del Zugzwang


 

Zugzwang: Palabra de origen alemán que aplicada al ajedrez, quiere decir que el mero hecho de mover, empeora tu situación. Así es, en el ajedrez, tener las blancas se considera una ventaja porque éstas mueven primero, pero hay circunstancias especiales en que disponer del turno de juego es una desventaja tan importante, que puede llevar a la derrota.

 

Un ejemplo sencillísimo de zugzwang doble, lo vemos en la siguiente posición:


 

Si mueve el blanco: No gana porque tiene que defender el peón con 1.Rd6 y se producen tablas por rey ahogado.

Si mueve el negro: Pierde porque tiene que jugar 1… Re7 y el blanco corona el peón jugando 2.Rc7

 

Normalmente, estas situaciones que empeoran por tener que mover, se producen en los finales donde ya quedan pocas piezas y por lo mismo, están reducidas las posibilidades de elección, pero mucho más extraño es que dichas situaciones se produzcan en el medio juego donde al haber bastantes piezas, parece lógico que siempre se disponga de alguna jugada que mejore la posición.

 

Bien, pues en 1920, se disputó una partida tan fantástica, que todos los profesionales, aceptaron para ella el calificativo de “La Inmortal del Zugzwang”, dado que el hecho se produjo con casi todas las piezas en el tablero.

 

La verdad es que causa impresión ver cómo el alemán Friedrich Saemisch, uno de los jugadores más fuertes de su tiempo, abandona la partida al comprobar que haga el movimiento que haga, empeorará su posición de tal manera, que no le queda otra opción que rendirse.

 

El artista fue Aaron Nimzowitsch, nacido en Riga. Fue un grandísimo jugador que no obstante, vio frenadas sus mayores aspiraciones al encontrarse con dos infranqueables como fueron José Raúl Capablanca y Alexander Alekhine. Su ideal en ajedrez era bloquear y restringir al máximo los movimientos del rival, algo que se cumple a la perfección en la partida que les vamos a mostrar.

 

Veámosla y maravíllense de la posición final: 

 

 

Blancas: Aaron Nimzowitsch (1886-1935) 

Negras: Friedrich Saemisch (1896-1975) 

Lugar y fecha: Copenhague, 1923

 

1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cf3 b6 [Defensa India de Dama]

 

4.g3 Ab7 5.Ag2 Ae7 6.Cc3 0–0 7.0–0 d5 8.Ce5 c6 9.cxd5 cxd5 10.Af4 [Todo esto se ha jugado en repetidas ocasiones y probablemente, ambos contendientes están jugando de memoria, por lo que de momento, no hay nada destacable]

 

10…a6 11.Tc1 b5 12.Db3 Cc6 13.Cxc6 Axc6 14.h3 Dd7 15.Rh2 [Si examinamos la posición, no se aprecia nada extraordinario, por lo que cuesta creer que el blanco se va a quedar sin movimientos aceptables dentro 10 jugadas]

 

15…Ch5 [Con el centro semibloqueado, Nimzowitsch se decide a emprender acciones en ambos flancos]

 

16.Ad2 f5 [Sólo van 16 jugadas pero ya se hace difícil encontrar jugadas activas para Saemisch]

 

17.Dd1 [Con la intención de liberar la posición con 18.e4, aprovechando que la dama atacará al caballo al avanzar el peón de rey]

 

17…b4 [Nimzowitsch estrangula poco a poco como una boa constrictor. El caballo blanco se queda sin movimientos válidos]

 

18.Cb1 Ab5 [Ahora también se queda sin movimiento el peón de rey, debido al ataque del alfil sobre la torre de f1]

 

19.Tg1 [Véase el comentario anterior]

 

19…Ad6 [¡Genial idea! Parece un error al permitir que Saemisch reaccione con la siguiente jugada]

 

20.e4 [¡La dama ataca el caballo negro! ¿Pensó Saemisch que Nimzowitsch se había descuidado? ]

 

20…fxe4 [¡Eso es! Nimzowitsch entrega su caballo por dos peones, pero desde luego, que su verdadera intención es mucho más profunda]

 

21.Dxh5 Txf2 [La situación merece una reflexión: El blanco tiene un pieza de ventaja por dos peones, pero no se ve una sola jugada que le ayude. Así es, el caballo no puede moverse y además, está defendiendo el alfil. Si el alfil se mueve, cae el peón de b2, el otro alfil está clavado y la propia dama tendría problemas si el negro juega Ae2]

 

22.Dg5 [Ayuda en la defensa del alfil y el peón de g2 ]

 

22…Taf8 [Nimzowitsch trae más madera y ahora amenaza seriamente atrapar la dama blanca con la colaboración de las torres y los alfiles]

 

23.Rh1 [Si 23.De3, sigue T8f3 y la dama no escapará, es por eso que juega el rey para desclavar el alfil y así proteger la casilla f3, pero lo cierto es que Saemisch no dispone de jugadas que aporten soluciones]

 

23…T8f5 24.De3 [Es cierto que el negro no dispone de T5f3 atrapando la dama, pero…]

 

24…Ad3 [Ahora la amenaza es 25…Te2 y cae la señora]

 

25.Tce1 [Evitando como hemos dicho, 25… Te2, pero ahora viene el quid de toda la cuestión. La próxima jugada del negro es la clara demostración de lo que significa caer en zugzwang]

 

25…h6 [¡Así de sencillo! ¡¡El blanco abandona porque aún disponiendo de 27 movimientos, cualquiera de ellos empeorará o no mejorará su situación!! ¡Asombroso! 0–1


Posición final

 

Intentemos continuar la partida con algunas jugadas razonables:

 

26.Ac1 Axb1 pierde el caballo

26.Tc1 Te2 pierde la dama

26.Rh2 T5f3 pierde la dama

Por lo que sólo quedan movimientos de peones y el bando negro únicamente deberá esperar a que estos se acaben. Veamos:

26.a3 (o b3) a5

26.h4 De7

26.g4 T5f3 27.Axf3 Th2 jaque mate

 

Así es: ¡27 movimientos posibles y ninguno de ellos sirve para nada!

 

Luis Pérez Agustí

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