La máscara se asombra de tener unas manos tan goyescas; nunca se había visto tan hermosa. Su faz dorada y su larga cabellera de papel de seda violeta, ocultan a la bella.
Vestida con una masculina bata de raso color plata, la joven siente pereza de mostrar su cara completa. La máscara ladeada le sirve para mantener en vilo el eclipse de su belleza.
La vida social de la buhardilla -siendo tan pequeña- siempre fue intensa. No dejaron de frecuentarla jóvenes de ambos sexos con mucho talento, y mucho arte en sus cuerpos.
La textura tan acusada de estas dos imágenes se debe a que se trata de contactos fotográficos que nunca fueron ampliados, y que han sido digitalizados como imágenes en color de alta resolución, para intentar conservar el efecto del tiempo sobre estas reducidas y a la par inéditas fotografías.
Modelo: Conchita Cortés.
Máscara: Pedro G. de las Heras.
Lugar: Buhardilla de Don Pedro,7.
Fotos: Vizcaíno
