El paseo de Robert Walser es una performance callejera dirigida por Marc Caellas (1974), y protagonizada por el performer y escritor argentino Esteban Feune de Colombi (1980) que fue creada durante una caminata en el barrio de San Telmo, en Buenos Aires, en septiembre de 2011. Se trata de una propuesta escénica cambiante que va mutando por los barrios de diferentes ciudades.Un proyecto site-specific que se va adaptando a las diferentes realidades de los lugares en los que se representa, y donde los vecinos de los barrios donde tiene lugar fungen al modo de involuntarios actores secundarios.
La obra está basada libremente en el libro El Paseo, de Robert Walser (1878-1956), y este año cumple 10 años de representación ininterrumpida. Más de 150 representaciones en 30 ciudades de 10 países diferentes.
Este próximo fin de semana se celebrará el décimo aniversario con un paseo en L´hospitalet de LLobregat. Con ello en mente, conversamos con Marc Caellas sobre presente y futuro de esta obra teatral walseriana, que, en un mundo hiperveloz, reclama un espacio de calma, meditación y curiosidad.
1. ¿Creístes en algún momento que la obra “El paseo de Robert Walser” podría durar tanto?
A partir de que concretamos la primera mini gira en Bogotá, tras Buenos Aires, que fue la primera sede, me di cuenta que la obra sí tenía un potencial de recorrido. En Montevideo, tercera ciudad, un amigo nos dijo que podríamos hacer la obra toda la vida, que el dispositivo hacía que «siempre saliera bien». Bueno, en esas estamos..
2. ¿En qué sentido dirías que ha evolucionado la obra en estos diez años, se ha modificado y/o habéis variado su concepción?
Aunque la esencia es la misma, fue creciendo en pequeños detalles. La fuimos podando, por utilizar un símil de jardinería. Eliminamos la escena de la señora Aebi, que nos parecía que añadía un código demasiado teatral a la propuesta. Nos soltamos a abrazar más espacios de silencio, en los que el protagonismo recae en la banda sonora de la calle. Fuimos afilando la escucha y la presencia. Nos dimos cuenta que la propuesta sigue teniendo una fuerza y una magia únicas. Aunque hoy en día cualquiera se siente con capacidad de llevarse a un grupo a dar una vuelta para contarle cosas, lo nuestro trasciende a otro nivel, y por esa razón, sospecho, nos siguen pidiendo que la hagamos en festivales, bienales y demás saraos culturales. Y nosotros felices.
3. ¿Habéis tenido la tentación de incorporar nuevos paseos al paseo walseriano? Esto es, que el propio Walser / Feune de Colombi mantuviera un diálogo con otros paseantes ilustres para así ir ampliando los significados del paseo.
Para Walser cualquier persona es un paseante ilustre. La fama o el prestigio social son elementos accesorios para él. Cualquier encuentro inesperado puede generar los mejores diálogos.
4. Más de 150 representaciones en 30 ciudades de 10 países diferentes. ¿Qué os queda por caminar? Y, más aún, ¿Qué lugar os gustaría caminar con la obra en el que todavía no hayáis estado?
Queda mucho mundo por caminar. De momento, para este año tenemos programadas funciones en L’Hospitalet, El Ferrol y Lanzarote, territorios periféricos muy del gusto de Walser, y nuestro.
5. Hay dos tipos de paseos que habéis realizado con esta obra: los matutinos y los vespertinos, ¿os habéis planteado realizar un paseo de madrugada?
Podríamos hacerlo de madrugada, claro. También queremos llevar a cabo un recorrido prácticamente en silencio, meditativo, entre otras cosas para luego discutir sobre si una imagen vale más que mil palabras
6. ¿Qué se va a encontrar quien acuda a esta representación del 10º aniversario?
Bola extra: