Cuando decidí estudiar fotografía tenía 20 años, nunca había tomado una foto, ni poseído una cámara, ni incluso recibido un empujón de un miembro de la familia o de un amigo que me había transmitido una pasión por la fotografía. ¡Simplemente decidí comenzar una aventura!

 

Me apunté en el Instituto Europeo de Diseño en Roma, donde me enteré de los diversos campos de la fotografía: moda, publicidad, retrato y reportaje… Este último fue lo que parecía hecho para mí.

 

Después de la escuela empecé a trabajar con varios fotógrafos de la época analógica. Eso me dio la oportunidad de poner en práctica lo que había aprendido y hacer experiencias interesantes relacionadas con el mundo de la fotografía. Desde el cuarto oscuro hasta el cine, a la realización de reportaje en varios países.

 

Personalmente creo que el reportaje es la parte más íntima de la fotografía, que a través de la mediación implícita, permite romper la distancia entre el fotógrafo y el sujeto, de establecer una relación de complicidad. Para el resto no hay reglas estrictas a seguir: una buena percepción visual, el instinto, la capacidad de la composición y de movimiento.

 

Contar historias con imágenes, capturar las emociones, vivir momentos de la vida cotidiana donde los seres humanos son los protagonistas y el fotógrafo parte de la acción.

 

Las historias están en todas partes, sólo hay que aprovecharlas, decidir cómo contarlas y desarrollarlas con sencillez.

 

 

 

Daniela Morreale (Ragusa, 1971). Diplomada por el Instituto Europeo de Diseño de Roma, departamento de Fotografía en 1994. En Twitter: @danielamorreale