La revolución neolítica. El arqueólogo australiano V. Gordon Childe acuñó hace décadas este concepto para expresar la importancia del cambio material, simbólico y tecnológico que se produjo cuando el ser humano decidió convertirse en un recolector sedentario. Los estudios posteriores a este clásico de la historiografía han demostrado cómo la nueva industria lítica produjo un cambio radical en la interrelación entre el ser humano y la naturaleza, pero también en las relaciones sociales y las concepciones temporales y espaciales. Entre el VII y el IV o III milenio a. C. se produjo una “gran transformación” (la Península Ibérica estaba neolitizada por completo en torno al V milenio) que marcó un cambio sin precedentes.
Ahora un grupo de treintaiún especialistas de nivel internacional se acerca a este período central en la historia de la humanidad con El Neolítico en la Península Ibérica y su contexto europeo (Cátedra) coordinado por los profesores Manuel A. Rojo Guerra, Rafael Garrido Pena (Universidad Autónoma de Madrid) e Íñigo García Martínez de Lagrán (Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León). Pocos temas quedan al margen del completo recorrido que se hace en estas páginas (desde las transformaciones económicas a la vida doméstica, pasando por los monumentos megalíticos y el simbolismo de la muerte), sin olvidarnos de las ricas síntesis regionales que se incluyen. Era necesaria ya una monografía como ésta, un libro que puede ser usado como manual para el iniciado, pero que también puede ofrecer una primera aproximación para el lego (aunque su dimensión – 700 páginas- asuste de buenas a primeras). Y lo dice un lector que abandonó sus conocimientos sobre el Neolítico al acabar su último examen de Prehistoria en la carrera.
El Neolítico fue un hito central en nuestro pasado como especie. El surgimiento y expansión de la agricultura y la ganadería, y todos los cambios que se les fueron aparejando nos encaminanron gradualmente a lo que hemos llegado a ser. Ahora tenemos concretado en un volumen todos los conocimientos más actualizados sobre la materia (con fijación en la Península) y podemos comenzar a comprender esta lejana revolución en su contexto, que es algo más que un mero apunte curioso de los recorridos turísticos que todos hemos hecho en alguna ocasión. Parafraseando a Jared Diamond en el cierre de su clásico y multipremiado Armas, gérmenes y acero, los temas del Neolítico no son solamente la fuerza motriz del cambio pasado, sino también un territorio propicio para el estudio del mundo moderno.
