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Mientras tantoLa procesión va por dentro

La procesión va por dentro

Cinesporas en el blogo aerostático   el blog de Federico Volpini

 

PREÁMBULO


Esperanza Aguirre en la Gran Vía Crucis


LA NOTICIA, ESE 3 DE ABRIL

 

Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid y figura destacada del Partido Popular, se ha visto involucrada en un incidente de tráfico, cuando, a las cuatro de la tarde, ocupaba con su automóvil el carril de la Gran Vía que se reserva al autobús. Tras pedirle agentes de movilidad que se identificase para imponerle la sanción oportuna, Aguirre arrancó su vehículo y se dio a la fuga, derribando la moto de uno de los agentes que estaba parado en la calzada.

 

Por Cuaresma. Sólo once días antes del Domingo de Ramos.

 

¿Pudiera ser, como se ha comentado, que no quiso sufrir lo que -tomad y bebed, esta es mi sangre- sufrieron miembros de su Partido, ahora en barbecho?

 

O sí, o no y soberbia, que le hizo hurtar a las autoridades, ¡Esperanza, por Dios!, el tomad y comed: este es mi cuerpo.

 

Génesis


My God

 

En el principio era la sensación de que algo comenzaba. Siete días después, ya estaba hecho. Una semana para ordenar la casa, el caos, diseñar los espacios, dotarlos y poblarlos. No es de extrañar que quedase alguna parte desarmada y el problema fue que era, justamente, en lo que el Creador había puesto más empeño: el hombre. No le salieron todos como creía. Mejor dicho: apenas ninguno le salió a su gusto. Así que no tuvo otro remedio que enviar un Diluvio en el que perecieron, con el hombre, las criaturas, excepto aquellas que ocuparon el Arca y la familia de Noé. Drástico pero, con todo, vano intento: los hombres volvieron a pecar y el Señor tuvo que confundir sus lenguas en Babel, calcinar las ciudades de Sodoma y Gomorra, esclavizar a su pueblo elegido. Ni por ésas. No aprende el hombre y la mujer tampoco, se ha visto más arriba: usan de su libre albedrío para el mal. Lo llega uno a saber y no los crea. A buenas horas. Entonces se le ocurrió al Señor la solución: “Puesto que éstos no dejan de perderse, ¿qué tal si, en lugar de castigarlos, que para nada sirve, los redimo con carne de mi carne, es un decir?”


A los treinta y tres años en Judea era Semana Santa. Pero no se supo de momento.

 

Jueves Santo


SEQUÍA

 

La última tentación de Cristo

1988. Martin Scorsese.

 

Dicen que Judea, en tiempo de Jesús, era una tierra fértil. En el cine es como los castillos, que los retratan de forma que parezca que llevan siglos construidos: como los vemos hoy. Ni las estatuas griegas, de colores, ni los castillos con la piedra lozana, recién puesta, nos convencen. Y es verdad que, para la Pasión, para que Dios se pase por allí, queda mejor la tierra seca.

 

La geografía es árida allí donde no llueve y, como asignatura, es árida y ya está. Le gusta a gente. Más que «hay gente para todo», hay de todo para cada uno la oferta y cada uno se muestra, la demanda, convencido de que escoge. Esa ficción seguramente no nos la van a quitar nunca, como nos van quitando cosas, cosas, cosas: la Sanidad, la Educación, el Trabajo y la Vivienda no, porque pagamos la vivienda y mientras la paguemos. Como pagamos; pagábamos, perdón; estábamos pagando, del bolsillo de todos, Trabajo, Educación y Sanidad. Ahora los impuestos se usan para otras cosas, que siempre ha sido así, no es menos cierto, sólo que nos compraban con eso: con la seguridad de que al que paga algo le dan a cambio. Lo que ha mantenido a la gente en su casa ante el televisor y no en la calle, dejándose matar, pero matando, los últimos decenios. En Europa. Más allá, el horizonte hacia el que nos conducen y nosotros dejándonos llevar, como corderos. La vuelta a la Edad Media, dialéctica de grillete y hoguera. Hay, gente para todo, muchos también que la echaban de menos. Por poner un ejemplo, la Dama del PP, quien, con ocasión de cierta muestra artística en la que «se ofendía» su moral réditos para en el Cielo, que se los de en la Tierra, pobre rica, que ni para pagar las multas tiene, la Dama de la calle de Jesús del Valle, palacio, junto a Pez, retaba a esos mamonazos a que hicieran algo parecido con Mahoma en un país islámico. Ella, se sabe, los visita sin pañuelo por los zocos y haciendo propaganda de Cristo, a ver qué pasa. Y pasa que, allí, no, que no lo hace; y pasa que, aquí, sí, que sí podemos, debería poderse, una cosa y la otra, en contra y a favor, porque se han superado siglos de oscurantismo y aquí no pasa nada.

 

 

Jesús del Valle

Pez, con Jesús de Valle

 

Todavía. No pasa nada, últimos minutos. Y no será, como quería Orwell, «1984»; sino, como anticipa Huxley, «Un mundo feliz». Dando las gracias. De nada. Sin remedio. Sin límite. Y contentos. Lo que dure. Vendrá un día, otra vez. Y ellos se mirarán, estupefactos. «¿Por qué? ¿De dónde sale tanta ferocidad?». De ellos, amén Jesús, como ha venido siendo desde siempre. En la familia de los B…, plutócratas en moto, tan cerca como en vísperas de la Guerra Civil, la dueña de la casa entregaba a las numerosas mujeres del servicio (cocinera, ayudante, costurera, planchadora, doncella. Lo que se necesita para un “estar” decente. Todas internas, claro, primero porque nunca se sabe en qué momento hay que pedirles algo y luego porque a ver quién las deja salir); la señora entregaba a las mujeres del servicio un minucioso horario, de cinco de la mañana a doce de la noche -medio día de libranza cada dos semanas-, en el que detallaba sus obligaciones en segmentos de quince minutos y cuando, por ventura, le salía un cuarto de hora de ocio, que no se le ocurría nada que mandarles, prescribía oración en la capilla. Esto ya no es así. Ya no. Porque no pueden. Repito: todavía. Y luego la señora se asombraba, «¿Por qué? ¿De dónde sale tanta ferocidad?», iniciado el conflicto.

 

La pasión de Cristo, 2004. Mel Gibson.

 

 

PRIMERA DIGRESIÓN

 

Viernes de dolores


MARCHA ATEA

 

En un estado laico, no la dejan salir. Va por dentro la procesión, tambor batiente y paso doloroso. Fuera, ocupando la calle, que es de todos lo mismo que está siendo la Sanidad, la Educación, el Trabajo; fuera, en un estado laico, el yugo y las saetas. Si ofende esto, callarse.

 

No hace falta soltar a Barrabás.

 

Barrabás anda suelto.

 

Barabbas, 1961. Richard Fleischer

 

“Barrabás”. La película que en 1961 dirigió Richard Fleischer sobre la novela de Pär Lägerkvist: “Vivía ahora relegado sobre sí mismo y no hablaba con nadie. En verdad, nunca salía, se quedaba acostado detrás del pedazo de tela que hacía de  cortina (…) Ni siquiera le importaba comer y no habría probado bocado si no le hubiesen puesto los alimentos delante de la boca. Todo parecía serle indiferente”. A cualquiera le hubiese sucedido. Es como si los guardias hubieran preferido dejar pasar a otro conductor y detener a Esperanza Aguirre: desde ese día, el conductor no vive. Ninguna culpa tiene Barrabás cuando se le prefiere y, sin embargo, sufre. De los mejores trucos para clases pudientes es el hacernos pensar que ellos no son ellos, sino nosotros, porque podríamos ser, nosotros, ellos. Identificación: la cara B del disco de la envidia, eso tan español según los envidiados, hoy que no sabe nadie qué es una “cara B”. El esclavo, que muere por su amo. El criado, que llora al amo muerto. Los mansos heredarán la tierra. En el reino de los cielos. Cuando lleguen. Si llegan. Si hay. La perfección en el escamoteo es tal que nos hace concebir que hemos llegado. El “pan y circo” del Imperio Romano es como celebraban los romanos que los que se comían el pastel, María Antonieta, no eran de su clase. Hasta que la injusticia, a ellos también, los ponía en la calle. La Historia se repite. Sorprende la poca previsión, más que la poca caridad, de los que la administran en el tiempo, la caridad, la Historia. 

 

Sábado de gloria


LOS ROMANOS

 

Yo, Claudio. BBC. 1976.

 

‘Yo, Claudio’. Robert Graves pasado por la televisión, cuando la Sociedad del Bienestar. En el minuto 0’45 del vídeo, amigo de Yo Claudio, aparece, entre tirabuzones, Herodes. El César. Pretorianos: una Corporación que los nombraba, que los destituía, a los emperadores. ¡Ave, César! Y adiós a la sociedad del bienestar. Y adiós a los sueños de libertad romanos.

 

Ben Hur, 1959. William Wyler.

 

SEGUNDA DIGRESIÓN

 

En Cataluña, para Semana Santa, la Pasión del Masías, manga por hombro el piso y descuidada la heredad. Le pasaba a Ben-Hur, en ‘La vida de Brian’: “¿Qué nos ha dado Roma?” Que hagan lo que quieran, pero que lo hagan bien y sin contar mentiras. Dice Ben Hur, pero ahora en su película: “El día en que caiga Roma resonará un grito tan grande de libertad como jamás se haya oído hasta entonces en el mundo”. La libertad de culto, por ejemplo, que es de las primeras cosas que trajo el cristianismo. ‘Ben-Hur’ es de Semana Santa y de familia. Lo que se tiene en casa, la familia. Se parece a Esperanza Aguirre en el sentido de que se sobra cuanto puede. Somos de esa manera. Los genes los transmite la familia. Y los comportamientos. Y el dinero, que por eso a personas como Esperanza Aguirre, por un no señalar, les pone de los nervios que alguien pretenda ponerle trabas a la herencia. En el común, la herencia, casi mejor no recibirla. Deuda con el pasado de los otros. El pasado, para la mayoría, pesa.

 

Le passé, 2013. Asghar Farhadi.

 

Estreno esta semana. Santa. ‘Le passé’, de Asghar Farhadi. Elegante. Precisa. Un tiempo para cada intención. El pasado. La culpa. Y la falta de culpa. Barrabás, pobrecito, se culpaba por su buena suerte. Esperanza Aguirre, para no mencionar a nadie conocido, suele culpar a los que no la tienen, que algo habrán hecho para no ser ricos. Baja del mono el hombre y empiezan las diferencias. De clase. De patrimonio. De respuesta ante la autoridad. A galeras, Ben-Hur. A palacio Mesala, carro ganador: el que conduce Aguirre. Ben-Hur, rico por cierto, sólo sale del pozo cuando otro rico como él le da la mano. Rico Ben Hur, rico Quinto Arrio, rica Esperanza Aguirre: de familia. Que viene del pasado. Y la culpa, ¿se hereda?

 

Ahmad llega a París. En el aeropuerto le recibe, por gestos, Marie. Ese primer momento la pared de cristal impide la comunicación. Se montan en un coche que no es de ella: se lo han prestado, dice. Ahmad no hace preguntas. Una pista. Habla francés con un acento extraño. Ahmad, que ha perdido en el vuelo su maleta (¿despojarse para el renacimiento?) encuentra en el quitasol del vehículo, cuando Marie baja a recoger a su hija, los papeles de un hombre: el presente acaba de alcanzarle en su viaje al pasado. La niña no está allí. “¿Sabía que venía?” Pronto vemos que entre Ahmad y Marie hubo una relación. En casa de Marie (“Habíamos quedado en que me reservabas habitación en un hotel”), dos niños más: uno de ella y otro de los papeles en el coche. Intuimos. El tiempo nos dará la razón. Y nos dirá que Ahmad tiene dos hijas a las que ha concebido sin pecado: no son suyas. Aparece Samir y, de su mano, los pasados empiezan a cruzarse, que es lo que les ocurre a los pasados: se comparten (y se comparten siempre y te golpean los que tú no viviste), por mucho que intentes evitarlo. El pasado y la culpa, que el arrepentimiento no repara. La ignorancia de culpa. Y las cosas, que son y que no son lo que parecen.

 

Domingo de Resurrección


FAMILIA E HIJOS

 

C.R.AZ.Y., 2005 Jean-Marc Vallée.

 

Nacido el 24 de diciembre, como Brian, ¿no recuerda la expresión de Zachary Beaulieu, elevándose al compás de los Rolling Stones sobre la parroquia, carne mortal, la sonrisa de Esperanza Aguirre, sin querer hablar de ella? Tal vez la religión es un constructo para ocultar al demonio que, éste sí, habita entre nosotros y es nosotros.

 

La semana termina. El lunes se santifica con trabajo.

 

Ni procesión atea ni la-Ley-es-la-misma-para-todos: eso es cosa de quien quiera creérselo. Otros saben. Esperanza No-Hay-Que-Fiarse-De-La-Providencia Aguirre se procuró la Salvación personalmente, a ver si estaba el Creador distraído esa tarde y le aplicaban el Código Civil, que les sucede a los que no son ella. A correr, pues. “Mujer, ¿qué tengo yo contigo?” ‘Rey Jesús’ Robert Graves, asimismo: “Se debe elegir entre el padre eterno y la reina del cielo con su cola de pez”, Jesús del Valle: ahí me las den todas.

 

Cuando las cosas se ponen feas de verdad, el único que ayuda es el diablo.

 

Sympathy for the Devil

 

 

 

‘Barrabás’, en traducción, del francés, de Martín Aldao. Pär Lägerkvist. Alianza/Emecé.

‘Rey Jesús’, en traducción de Carlos Peralta. Robert Gaves. Plaza & Janés Editores.

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