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La Sagrada Familia

 

Cuando esté escribiendo esto posiblemente se habrá casado Mai Ouedraogo, la señora que viene a limpiar mi casa por las mañanas.

 

He dudado entre este título o “Problemas Domésticos” o mejor aún: “¡Cómo está el servicio!”, por rendir homenaje a la comedia de los ’60 de Gracita Morales y José Luís López Vázquez.

 

Porque estoy teniendo problemas con el servicio doméstico, no tanto por ellas como por las presiones de sus familias.

 

Oumou, que limpia y cocina por las mañanas y las tardes llevaba conmigo más de 4 años y se me va porque su marido, que la había echado de casa antes de que yo la conociera ahora la reclama.

 

 

Oumou, con su nieta Sonia, que este curso escolar lo ha pasado con nosotros

 

 

¿Por qué?

 

Pues por una cuestión muy loable y familiar: sus padres, de él, están enfermos e incapaces y quiere que vuelva para ocuparse de ellos.

 

Así que se lo dice a Oumou y a la familia de Oumou para que la fuercen a irse hasta Koudougou a casi 300 kms de donde vivía y para pasar a ocuparse de sus suegros, además de todos los demás quehaceres, claro está.

 

Por supuesto aunque Oumou hace más de 4 años que ni vive ni convive con su marido (pero sí la he conocido algún copin, noviete-amante) no puede rechazar la orden del marido, de lo contrario su propia familia, de ella, la acabaría echando de la cour familiar.

 

Cuando me lo anunciaron me pidió dinero para poner en marcha un pequeño negocio de cocina (lo hace muy bien) y le di algo más de 300 €, pero hace 2 días me ha pedido algo más de dinero, que ya no tenía.

 

Me temo que la muy inocente le habrá enviado el dinero al marido, que ya habrá dado buena cuenta del mismo. Ya lo siento por ella, lo va a pasar mal.

 

Y todo gracias a su familia y al concepto que aquí se tiene de esta sacrosanta institución.

 

Y el lunes pasado, 1º de julio, May nos dice a Asséto, mi mujer, y a mí que quiere hablar con nosotros.

 

Hace años su marido la repudió y se quedó compuesta y sin novio y con 2 hijos a su cargo (aquí salvo que tuvieran mucho dinero y pocos inconvenientes los padres no suelen pasar pensión a las madres para ocuparse de los hijos) viviendo en la cour familiar.

 

Ella tiene 39 años y es una mujer bien conservada y con cierto atractivo y los hijos tiene 17 años, el mayor, y 10 años la niña, Djamila, que es muy tímida pero muy bonita y muy aplicada en la escuela.

 

 

Esta es Djamila, le traje un maillot, pero como buena burkinesa no le gusta la piscina y cuando viene a casa a acompañar a su madre porque no tiene colegio, rechaza bañarse, prefiere quedarse viendo la TV (de May no he encontrado ninguna foto, le tengo que hacer alguna)

 

 

Y nos empieza a contar May entre sollozos, que sus grand frères, hermanos mayores, han decidido casarla.

 

Así como suena, que un tipo ha hablado con ellos y la han comunicado que se casa este jueves pasado (ya se ha casado)

 

Vamos, lo normal para una “chiquilla” de 39 años y que ha sacado adelante, está sacando, a 2 hijos ya creciditos.

 

Ella tiene un copin, con el que pasará sus buenos momentos, y lo primero que hizo fue hablar con él y proponerle que se casaran y así resolvía el asunto de una boda con alguien que ni conocía, pero una cosa es follar y otra casarse y su ‘novio’ le dijo que si eso ya eso, o más concretamente “que no estaba preparado para casarse o algo así…”.

 

¡Manda güevos también el otro!

 

Yo no salía de mi asombro aunque me sacaron completamente de mis casillas…

 

Pero aquí esto es lo normal, completamente normal.

 

Incluso mi mujer decía que así son las cosas en África, esta parte al menos, y sólo ante mi indignación se puso a decir que era increíble todo esto.

 

Yo propuse todo tipo de medidas porque sé que estas cosas y muchas más y más horribles pasan a diario no sólo en las aldeas que también en pueblos o ciudades grandes, pero no es lo mismo verlo en tu casa con las personas que aprecias y con las que convives todos los días.

 

Así que empecé proponiéndole que me casaba yo con ella, doblaba la dote y que se viniera a vivir a casa hasta que encontráramos una para ella.

 

No, no os escandalicéis que era sólo casarme por la mezquita, lo cual significa poco y sin ‘consumar’, que además yo ya estoy consumido y ni siquiera para tener una mujer como para ‘entretener’ a dos.

 

Después se arreglaba el divorcio y se la ‘sacaba’ de la familia de una manera honrosa.

 

Pero Asséto me hizo desistir de ello (no rechazaba la idea de la boda) porque tendríamos todo el día metidos en casa a toda la familia, de May, que se sentirían por la boda con derecho a poder venir a visitarnos o a pasar unos días, ‘en familia’.

 

Esto es peligroso, mucho, porque los ves metidos en tu casa, no porque avisen, lo que no sabes nunca es cuándo se van…)

 

Así que descartamos la opción boda, 2ª esposa.

 

Y le propusimos que la contratábamos en la Biblioteca, como señora de limpieza, todo el día, con lo que podría ganar lo suficiente para poder pagarse un alquiler barato e irse de la cour familiar para seguir viviendo y ocupándose de sus hijos…

 

Pero eso implicaba rechazar a la familia y su ‘increíble oferta’, con lo que la familia la maldeciría, la echarían de la cour y puede que ni le dejaran llevarse a sus hijos, jamás podría verlos, ni a su madre, que aún vive, ni volver a pisar la cour o relacionarse con otros familiares.

 

¡Ah, la familia, qué bonita institución!

 

Aquí da igual que seas musulmán (ellos lo son) que cristiano, que estas son tradiciones ‘culturales’ africanas.

 

El ‘romeo’ es mecánico de motos, que seguro que piensa pillar pasta de la mujer que trabaja para el nazzara, que soy yo.

 

Además ha impuesto como condición que los hijos no puedan venir con ella a su casa, porque además, no te lo pierdas, viene como 2ª mujer, que ya tiene otra e hijos (con lo que le harán la vida un poco difícil a May, seguro).

 

Y los grand frères, hermanos mayores, ¿qué sacan de todo esto?

 

Pues unos 5.000 Fcfa en total. No creo que llegue a 10.000 Fcfa, o sea entre 7 y 15 €.

 

Les dará unos 2-4.000 Fcfa en metálico, unas nueces de cola, sal y poco más.

 

Y la boda, manda más güevos, el banquete me refiero, lo tiene que pagar May.

 

Porque todo esto hecho a las espaldas de tu hermana y en contra de sus deseos tiene miga.

 

Vender a tu propia hermana y destrozar el futuro de tus sobrinos por 15 € no tiene precio si es en aras de la familia.

 

La sagrada familia

 

 

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