Corría el año 1955 y se disputaba el torneo Interzonal en Gotemburgo, el cual, formaba parte del ciclo establecido por la FIDE (Federación Internacional de Ajedrez) para conseguir disputar el campeonato del mundo de ajedrez.
A dicho torneo, llegaban los jugadores que previamente habían superado diversas eliminatorias en sus respectivos países. La delegación argentina estaba formada por Najdorf, Gimard, Pilnik y Panno y la potentísima URSS presentaba a Keres, Spassky, Geller, Ilivitsky, Petrosian y Bronstein.
La selección argentina, aprovechando el viaje a Gotemburgo, preparaba concienzudamente novedades en las aperturas, a fin de sorprender a sus rivales.
Quiso el destino que en la ronda 14ª del Interzonal, se enfrentaran tres argentinos contra tres soviéticos y para mayor coincidencia, a todos los argentinos les correspondió el color negro y ¡precisamente, habían preparado una trampa con la Defensa Siciliana! ¿y qué ocurrió?, ¡pues que los soviéticos entraron jugada a jugada en la trampa argentina!
Parece increíble, pero ocurrió de veras. En tres partidas, se llegaba a la misma posición: Una línea estudiada y preparada por el equipo argentino y la estaban sacando a la luz nada más y nada menos que contra el todopoderoso equipo soviético.
Así que tenemos:
Con blancas, equipo soviético: Keres, Spassky y Geller
Con negras, equipo argentino: Najdorf, Pilnik y Panno
Los enfrentamientos, fueron los siguientes: Keres-Najdorf, Spassky-Pilnik y Geller-Panno.
Tal era la excitación de los argentinos, que alcanzada cierta posición en las partidas, Najdorf ya no podía contenerse y acercándose al soviético Geller, le dice que hagan lo que hagan, están perdidos, ya que la posición a la que se ha llegado, la han analizado a fondo y las negras ganan en todas las variantes. ¿Qué ocurrió?
Sin más preámbulos, vamos con las partidas:
Blancas: Equipo soviético (Keres, Spassky y Geller)
Negras: Equipo argentino (Najdorf, Pilnik y Panno)
Lugar: Gotemburgo
Fecha: 6.9.1955
1.e4 c5 2.Cf3 d6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 a6 6.Ag5 e6 7.f4 Ae7 8.Df3 h6 9.Ah4 g5 10.fxg5 Cfd7 11.Cxe6 fxe6 12.Dh5+ Rf8
Vean el siguiente diagrama: Es en este momento, en el que un exultante Najdorf, le comunica a Geller que con seguridad, perderán las tres partidas, pero… veamos la respuesta de Keres, que fue el primero en jugar:
13.Ab5!!
¡Sorpresa! El equipo argentino había considerado varios movimientos del alfil pero no éste.
¡Los tres soviéticos eligieron el mismo movimiento! y a día de hoy, no está claro si los argentinos eran los cazadores o la presa. ¿Fueron ellos víctima de una preparación de los soviéticos y no al revés?
Hasta aquí, las tres partidas son idénticas y es Panno el que elige una opción diferente al resto de sus compañeros argentinos, jugando 13… Ce5 y éste es el resto de dicha partida:
Partida Geller-Panno
14.Ag3 Axg5 15.0–0+ Re7 16.Axe5 Db6+ 17.Rh1 dxe5 18.Df7+ Rd6 19.Tad1+ Dd4 20.Txd4+ exd4 21.e5+ Rc5 22.Dc7+ Cc6 23.Axc6 (Y Panno abandona) 1–0
Los otros dos argentinos (Najdorf y Pilnik), en lugar de 13… Ce5, se decidieron por
13… Rg7
Y ambas partidas continuaron de idéntica forma hasta el movimiento 22.
Veámoslas:
Partidas
Keres-Najdorf y
Spassky-Pilnik
14.0–0 Ce5 15.Ag3 Cg6 16.gxh6+ Txh6 17.Tf7+ Rxf7 18.Dxh6 axb5 19.Tf1+ Re8 20.Dxg6+ Rd7 21.Tf7 Cc6 22.Cd5 Txa2
La partida Keres-Najdorf, continuó hasta el movimiento 25
23.h4 Dh8 24.Cxe7 Cxe7 25.Dg5 (y Najdorf abandona) 1–0
y la Spassky-Pilnik sólo duró un poco más .
23.h3 Dh8 24.Cxe7 Cxe7 25.Dg5 Ta1+ 26.Rh2 Dd8 27.Dxb5+ Rc7 28.Dc5+ Rb8 29.Axd6+ Ra8 30.Axe7 Ta5 31.Db4 (y Pilnik abandona) 1–0
¿Creen ustedes que éste fue el fin de la historia? ¡Pues no!
Volvamos a la posición en la que los soviéticos “cazaron” a los “cazadores”:
Como vimos, al inesperado movimiento 13.Ab5, Panno respondió 13… Ce5 y Najdorf y Pilnnik, se decidieron por 13… Rg7, quedando todos en posición inferior y perdiendo posteriormente las tres partidas, pero… tres años después y en otro Interzonal (Portoroz), un jovencito norteamericano de 15 años consiente en llegar con negras a esta posición contra uno de los mejores jugadores del momento (Gligoric). Probablemente, Gigloric pensaba que su joven rival estaba repitiendo los mismos errores que los tres argentinos y que sería una partida fácil para él. ¿El mozalbete cometiendo los mismos errores? Quizás sí, pero quizás no, porque este muchacho estaba destinado a ser la mayor leyenda del ajedrez; su nombre: Bobby Fischer.
Fischer devoraba toda la literatura ajedrecística que caía en sus manos y ¡cómo no!, conocía estas partidas y no se le ocurrió otra cosa que analizar la posición donde todos daban por hecho que el bando negro estaba en franca inferioridad y ¿qué ocurrió? ¡Pues que encontró una defensa donde nadie pensaba que existiría! La jugada fue:
13… Th7!!
La partida terminó en tablas y el mundillo ajedrecístico tomó buena nota de este movimiento y desde entonces, se ha jugado en innumerables ocasiones.
Luis Pérez Agustí