La noche era cálida. Abrazada por el característico sosiego del Mar Mediterráneo. Estaba en Nerja con dos amigas, una de ellas periodista (la otra trabaja como comercial vendiendo cursos de inglés a niños), y mi hermano mediano.
—¿Has oído hablar de la trama Gürtel? –le pregunté a mi hermano mientras hacíamos botellón. Era Jueves Santo y estábamos de vacaciones en Nerja.
—No, ¿qué es eso?
—Y los papeles de Bárcenas… ¿Te suena un poco más?
—Sí, eso sí… Pero tampoco sé lo que es.
—¿La lista Falciani?
—Ni idea.
—Yo también tengo una carrera, no soy una inculta y no sé muy bien de qué va todo eso. Y mira que veo el telediario todos los días –me dijo mi otra amiga.
—La culpa es de los periodistas porque no estáis informando bien. Nadie lee el periódico, esto tendría que salir en la tele –añadió mi hermano en tono tranquilo.
—Si sale, todos los días… –mi otra amiga periodista se metió en la conversación.
—Bueno, pero no sale como el Sálvame, ni está en el Facebook, sino sabríamos qué es, respondió mi hermano (que es ingeniero agrónomo).
—Además, si yo te dijera qué es un country manager (persona de la multinacional, para que la trabaja mi amiga la comercial, responsable de la venta de los productos de la empresa en un determinado país), tampoco sabrías lo que es.
—No es lo mismo. Estamos hablando de una trama de corrupción que afecta al partido que está en el Gobierno. Y hasta el nombre del presidente se ha puesto en cuestión. No es un caso de un político corrupto que solo debamos saber los periodistas, es algo global. Hablamos de dirigentes desde Valencia, hasta Madrid, y los tesoreros del Partido Popular. Gürtel era una trama muy concreta en la que había roles (Luís el Cabrón, El Bigotes)… Y ¿os da igual? –dijo la periodista.
La noche acabó con la botella de ron. Y con el poco sentido común que teníamos. Al día siguiente de resaca mi hermano estaba viendo la tele. No dejaban de anunciar la serie de La Biblia (película dividida en siete capítulos que se proyectaban cada día de la Semana Santa) que se emitía en Antena3. Mi hermano y yo estábamos delante de la pantalla.
—Mira, si anunciaran la trama Gürtel y los papeles de Bárcenas en la tele como anuncian la película de La Biblia estoy seguro que todos los españoles sabríamos qué es eso.
