Marcel Duchamp fue joven y en algún momento de ese periodo se enfrentó por primera vez en su vida a un lienzo en blanco. Si las mejores obras de los pintores llegan con su madurez artística, esta semana abre sus puertas en el Centro Pompidou de París una muestra sobre la etapa más desconocida del francés: sus inicios. El “Duchamp veinteañero experimentó fugazmente con las escuelas de la modernidad pictórica europea. Como demuestra la exposición, fue impresionista a los 16 años, antes de convertirse al fauvismo a los 19 y al cubismo a los 24. Sin embargo, nunca se ajustó del todo al dogma de cada movimiento”, relata el periodista Alex Vicente en las páginas de El País.