Publicidadspot_img
-Publicidad-spot_img
Mientras tantoLa UNESCO en el punto de mira

La UNESCO en el punto de mira


© KBNP. Guardas y soldados del Parque Nacional de Kahuzi-Biega, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, queman las casas de los batwas para expulsarlos del parque, su territorio ancestral.

Survival International, ha lanzado una campaña exigiendo a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que no sea cómplice de las expulsiones y graves violaciones de los derechos humanos a los pueblos indígenas, que se encuentran en más de 1 tercio de los 218 lugares naturales declarados Patrimonio de la Humanidad por dicha organización internacional. En esta denuncia, Survival  ha solicitado que se retire de forma inmediata su apoyo, en las zonas donde se estén cometiendo los abusos contra los pueblos originarios y la expulsión de sus tierras en nombre de la conservación.

Es necesario recordar una vez más, que los pueblos indígenas habitan en el 80% de las zonas más sensibles de nuestros ecosistemas y que por lo tanto, protegiendo sus tierras en lugar de robarlas sin necesidad de ningún nombramiento nacional o internacional, son los mejores guardianes de nuestro planeta. Ellos respetan la biodiversidad donde habitan porque en sus tierras se encuentran la subsistencia de sus pueblos y porque la naturaleza para ellos es el gran espíritu que les da la vida y por lo tanto la cuidan con esmero, sin explotar sus recursos naturales de forma masiva como lo hacen los gobiernos y multinacionales, respetando la biodiversidad.

Un informe demoledor señala algunos de los lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en los que son escenarios de graves y continuos abusos de los derechos relacionados con la conservación.

En el mundo, numerosos líderes indígenas son asesinados por defender sus tierras y su cultura, ante los oídos sordos de la Comunidad Internacional, en un genocidio sin precedentes, donde además en las escuelas les intentan robar también su cultura, siendo despreciados de forma racista por la población en general.

En Argentina, en las comunidades Wichi, Qom y Peligás, situados en la provincia de Formosa al norte del país,  les han expulsado de sus tierras para declararlas parque nacional y se les prohíbe entrar para recoger agua o hierbas medicinales. Las escuelas son centros de adoctrinamiento nacional, borrando su propia cultura, su lengua, su historia. Escuelas que solo son un techo en algunas de ellas, estando los niños prácticamente en la intemperie. Les es difícil trabajar porque no les dan empleo y sin embargo les llaman vagos por no trabajar. No tienen acceso a agua potable ni tampoco a una sanidad digna y respetable como ciudadanos. El sistema los aparta ante un racismo criminal de lesa humanidad. Esto es sólo un ejemplo de tantos que está ocurriendo a los pueblos originarios y que Proyecto Gran Simio (GAP/PGS – España) lleva denunciando también desde hace años.

Las investigaciones llevadas a cabo por el equipo de Survival en Comunidades indígenas de África y Asia, han sacado a luz repetidos casos de torturas, violaciones y asesinatos de personas indígenas en lugares declarados Patrimonio Mundial y sus alrededores.

El informe de Survival enumera seis sitios del Patrimonio Mundial que en realidad ocupan territorios indígenas robados como son:

La Zona de conservación de Ngorongoro en Tanzania (lugar turístico), escenario de violentas operaciones de seguridad y de la denegación de servicios básicos expulsando a las Masáis de sus tierras.

Parque Nacional Kahuzi-Biega en la República Democrática del Congo, cuyo gobierno está realizando una campaña para purgar de la selva al pueblo indígena Batwa que había regresado a sus tierras ancestrales dentro del Parque.

Parque Nacional Odzala-Kokoua, en la República del Congo, donde se producen terribles abusos bien documentados, incluidas violaciones y torturas.

Complejo forestal Kaeng Krachan (Tailandia), donde el pueblo indígena Karen cuenta con una larga historia de violaciones de derechos humanos incluidas expulsiones brutales, el incendio de aldeas Karen, arrestos múltiples y asesinatos.

Parque Nacional y Reserva de Tigres de  Kaziranga (India), en el noreste de la India. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985. Desde entonces, se ha hecho famoso por sus brutales ejecuciones extrajudiciales, torturas y detenciones arbitrarias, en las que los guardaparques disparan en el acto y con total impunidad a cualquier persona que consideren “sospechosa”. Es el hogar de los Pueblos Missing y Karbi, así como de otros pueblos indígenas a los que se llevó a la región para trabajar en las plantaciones de té (localmente conocidos como “tribus del té”). Entre 1990 y 2016, los guardaparques asesinaron a 144 personas en el parque, incluida una persona indígena con discapacidad severa.

El Parque Nacional Chitwan  (Nepal). Fue designado Patrimonio de la Humanidad en 1984. Es el hogar de los Pueblos Tharu, Chepang, Bote y otros pueblos indígenas que protegieron sus selvas durante generaciones antes de ser expulsados del parque. Los tharus adoran al tigre y tienen una relación especial con muchos animales, incluidos los elefantes que, según dicen, sólo entienden el idioma tharu. Las comunidades indígenas de Chitwan han sufrido mucho por la existencia del parque. Han sido expulsados por la fuerza, golpeados, torturados e incluso asesinados en nombre de la Conservación.

Son sólo seis ejemplos, más el comentado de Argentina, de un tercio de los 258 patrimonios naturales declarados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

Es por ello que Survival International exhorta a la UNESCO a:

* Dejar de respaldar violaciones de los derechos de los pueblos indígenas en nombre de la conservación de la naturaleza.

* Retirar el estatus de Patrimonio de la Humanidad de cualquier lugar donde se cometan atrocidades contra los derechos humanos.

* Y promover un modelo de conservación que se base en el pleno reconocimiento de los derechos territoriales indígenas.

Proyecto Gran Simio se ha unido a las peticiones de Survival International y apoya en todo su contenido lo exigido a la UNESCO. La evidencia científica demuestra que los pueblos indígenas son los mejores guardianes del mundo natural. El silencio de la UNESCO le hace cómplice de estos crímenes de lesa humanidad.

© Fiore Longo/Survival. Dos hombres bakas de una comunidad que fue expulsada para dar paso al Parque Nacional de Odzala-Kokoua. El parque fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2023

Survival ha declarado que “Los sitios del Patrimonio Mundial Natural son a menudo los territorios ancestrales robados de pueblos indígenas, a los que se les mantienen alejados por la fuerza, la intimidación y el terror. Su complicidad ha ido más allá del silencio, llegando a incluir el apoyo a gobiernos y medidas que violan los derechos de los indígenas”.

Por otro lado Proyecto Gran Simio ha señalado que “Los pueblos indígenas son los verdaderos guardianes de la conservación sin que existan por medio empresas conservacionistas o gobiernos. Sólo con que se les respete sus tierras, su cultura y sus vidas, son la única y mayor solución para combatir la crisis climática. Es por ello que deben ser respetados, protegidos y apoyados, tanto a nivel internacional como nacional. El genocidio de sus pueblos tiene que finalizar de forma inmediata”.

El informe de Survival termina diciendo que: “La UNESCO promueve un modelo de conservación que vulnera, aliena y destruye a los pueblos indígenas, los mejores aliados del medio ambiente. Hunde sus raíces en la violencia colonial y en estereotipos racistas. Mientras los pueblos indígenas son expulsados de sus tierras ancestrales y sus formas de vida criminalizadas, los turistas son bienvenidos.”

No cabe duda que debemos plantearnos un modelo de conservación basado en el respeto a las culturas milenarias que han demostrado suficientemente, que sus métodos de vida y de contacto con la naturaleza, son esenciales para vivir en armonía con la madre Tierra. El mundo debe abrir los ojos y plantearse que el camino de ceguera ante la destrucción de la biodiversidad, sólo nos puede llevar a nuestra propia extinción como especie. No debe quedarse en una mera celebración del día de la Tierra que se celebra el 22 de abril, sino en un compromiso activo de acción en defensa de nuestros hermanos los pueblos indígenas.

Más del autor

-publicidad-spot_img