Considerado uno de los textos más hermosos e inquietantes del teatro español, La vida es sueño, obra del Siglo de Oro firmada por Calderón de la Barca, vuelve a escena de la mano de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Luego de su temporada en Madrid, la compañía inicia una gira por otras localidades españolas. “Calderón impone y luego abduce. De La vida es sueño se ha dicho que es “el Hamlet español”; y que su tema central (en palabras de Azaña) es “la angustia metafísica sobre el valor incierto de la vida”. O que anticipa a Schopenhauer en su interrogación existencial sobre “el mundo como voluntad o representación”, escribió recientemente el crítico Marcos Ordóñez en El País. Del montaje, al que pone reparos, destaca el Segismundo que encarna Blanca Portillo: “Cuesta encontrar palabras no gastadas para cernir el extraordinario trabajo de Blanca Portillo. Elocuencia sería el término preciso porque es un don infrecuente en estos tiempos de ruido. Va más allá de la hermosura de su voz y la perfección de su técnica: tiene algo taumatúrgico, porque su poder de convicción es tan grande que logra el prodigio de cortarte la respiración y hacer luego que respires a su ritmo. Yo creo que si te cortan un dedo mientras recita Blanca Portillo no sangras hasta que ella acaba”.