Si algo abanderamos en Venmamá La Revista no es la lactancia materna, sino la libertad materna, o la libertad en general. Tengo una amiga que tenía muy claro que de teta nada y los sanitarios en el Hospital le negaron la pastilla que te corta la leche tras el parto. La quisieron obligar a dar pecho, y eso tampoco.
Para que nuestros bebés se crien felices, sus mamás deben estar felices. Eso es una premisa, así que cuando vayas a visitar a una recién parida (que no sea, preferiblemente, en las primeras semanas, pregúntale qué tal está ella y no solo qué tal está el bebé. ¿Sabes que hay puerperios que duran hasta cinco años. Sino te lo crees, escucha a las Marujas Puerperras).
El caso es que dar de mamar es un acto voluntario y elegido. Ahora bien, para decidir si quieres dar de mamar, nada mejor que estar bien informada. Y una vez informada, decides. Y si quieres amamantar ahí sí deberíamos de tener a nuestro alcance no solo todas las facilidades -para empezar bajas de maternidad sug¡ficientemente largas: la OMS recomienda lactancia materna exclusiva seis meses y acompañada de la introducción de alimentos, al menos dos años. Ya también desde Fedalma nos lo explicaban en esta entrevista para Venmamá). Pero para continuar, respeto.
Respeto y apoyo si decides amamantar. Que tu madre, tu suegra, tu vecina y la amiga de tu amiga no se entrometan, que frases como «te usa de chupete», «¿es que vas a darle teta hasta los 18?», «lo que sale de ahí, fijo que es agua», «te tiene el punto cogido, tanto brazo, tanto brazo», «tomando teta ese niño tan grande…» y toda esa retahíla queden desterradas. La teta es más que alimentación, es apego. Apego que también, por supuesto, se puede dar sin teta, porque un biberón se da con el mismo amor. Pero que si se quiere dar con teta se pueda sin tener que ocultarse, bajo el respeto y la tolerancia. Que no, no acaba a los seis meses, ni a los dos años, sino que debería de ser la clave (el respeto digo, no la lactancia) durante toda la crianza, durante toda la vida.
Y es que en niños mayores de dos años, el problema de los «metementodo» se duplica porque ya no solo se critica a la madre sino que las acusaciones se dirigen al propio menor. Así que sí, esta semana en la que se celebra la ‘Semana Mundial de la Lactancia Materna’ nos sumamos desde Venmamá a la cita, no solo por recordar que la lactancia materna es sinónimo de salud, bienestar y supervivencia, sino para reivindicar políticas que apoyen de verdad la lactancia (materna o no), la crianza, la conciliación. Y para ponernos como eslogan que ni en la lactancia ni en nada queremos críticas y comentarios destructivos, sino que queremos amor, tribu y apego.