Artículo escrito por Adrián Blanco
Alrededor de 9,8 millones de griegos, mayores de 18 años tienen el futuro de Grecia, y en parte de la Unión Europea, en sus manos. Las elecciones a la presidencia que se celebrarán el próximo domingo 25 de septiembre representan una probeta de pruebas para el resto de procesos electorales que tendrán lugar en Europa durante 2015. En el Inquirer, analizamos los que se presumen serán unos comicios históricos.
¿Quiénes son los principales actores?
En Grecia, hay muchos intereses en juego. Los dos actores que tienen mucho que ganar son: SYRIZA, el partido de izquierda de Tsipras y la ultraderecha, representada por Aurora Dorada. Lo que suceda en Grecia repercutirá en las elecciones regionales de Francia o en las generales de España y Reino Unido, Portugal o Polonia. Los partidos tradicionales de toda Europa temen que el ejemplo griego cunda en sus propios países. Consulta aquí el calendario con los comicios más importantes para 2015 en el mundo.
¿Por qué ahora?
El pasado 29 de diciembre, el primer ministro heleno, Antonis Samaras, convocó elecciones anticipadas en Grecia después de que su candidato a la Presidencia, Stavros Dimas, no saliera elegido en la tercera y decisiva votación parlamentaria. Una situación inesperada para Europa, y en especial para la troika que todavía negocia las condiciones del rescate de Grecia.
El tablero de ajedrez
Dos son los partidos que pugnan por la victoria final. El partido de izquierda SYRIZA, liderado por Alexis Tsipras, está al frente de la intención de voto y el partido Nueva Democracia del actual primer ministro griego, Antonis Samaras, le sigue de cerca. No se espera mayoría, por lo que los partidos bisagra pueden tener la última palabra. Aquí entra en juego una macedonia de programas e ideología.
Si no fructifican las negociaciones para una coalición, Grecia podría verse en una situación similar a la que afrontó en diciembre. Algunos de estos partidos candidatos a convertirse en la tercera fuerza política del país son: el socialdemócrata Pasok, el Partido Comunista de Grecia (KKE), el centrista To Potami (El Río).
Las encuestas les dan entre el 5 % y el 6 % de la intención de voto. Cualquiera de ellos puede cambiar el futuro de Grecia, en función del resultado obtenido. Para conocer mejor las claves de cada uno de ellos, The Wall Street Journal hace un pormenorizado repaso de las piezas que están sobre el tablero.
¿Por qué Europa está tan pendiente?
Una vez se conoció la convocatoria de elecciones, las negociaciones con la Troika se interrumpieron hasta la formación de un nuevo Gobierno. Además los principales países europeos temen que una victoria de Tsipras finiquite esos acuerdos, al igual que lse contagie por el viejo continente tendencias políticas de izquierda y de derechas radicales.
Por ello, la presiones económicas sobre el electorado no han tardado en comenzar. Dos indicadores como la prima de riesgo y la bolsa de Atenas han mostrado los primeros símbolos de debilidad. Una estrategia que los mercados utilizan ante el pavor que les produce un ascenso al poder de Tsipras, cuyo partido no está dispuesto a negociar la deuda ni a rebajar más las condiciones de vida de la población griega.