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Laura Restrepo: “El escritor tiene la obligación de saber y el periodista la libertad de preguntar”

La escritora y periodista colombiana Laura Restrepo presenta en Madrid su última novela, Canción de los antiguos amantes (Alfaguara), una promesa de amor de sabores terrosos y especiados entrelaza con el duro recorrido de las mujeres migrantes, el destino legendario de una reina se convierte en el de todas las mujeres que llevan en sus venas el antiguo recuerdo, el valor y la furia ancestrales.

 

“Me pareció que era una caja de resonancia que la historia requería”, nos comenta la autora en la sede madrileña de Alfaguara. “También un poco por el cansancio de contar estas tragedias donde la parte humanitaria se borra, se vuelven número, una historia ajena que no tiene que ver con tus lectores. Pensé que el mito universal encajaba con estas mujeres, no solo con el sufrimiento que hay en ellas, sino también con la gran aventura fundacional de la migración, la fortaleza que requiere. El sentimiento que tienen de arraigo con una figura que para ellas es una antepasada real, que les infunde mucho de la fortaleza, del orgullo y del sentido de identidad”.

El entramado laberíntico que representa toda la obra le costó a la autora alrededor de siete años, un esfuerzo titánico de sintetizar todas las leyendas detrás del mito y a la vez de ofrecer una cara diferente de los reportajes que se publicaron en distintos periódicos de América Latina y España, donde Restrepo hizo una crónica de sus viajes con Médicos Sin Fronteras. Una telaraña narrativa en la que el protagonista es un joven estudiante ignaro de todo: “querría buscar un ángulo, no agarrar la historia de frente sino de perfil”, nos explica la novelista. “Se llama Bos Mutas que quiere decir buen mudo. Me encantaba que mi narrador fuera mudo en el sentido de que no sabe nada de en lo que se está metiendo. No es un libro contado por un experto, vive despistadísimo, todo lo sorprende, nada lo interpreta, se la pasa equivocándose”.

Y, sin embargo, hay algo en ese jovencito inexperto que conmueve, tiene la ilusión de poder encontrar a la Reina de Saba ahí donde nació el mito, y cree encontrarla en cada una de las mujeres con las que se tropieza por el camino, hasta llegar a la culminación final que cierra el círculo de forma inesperada. “Empieza a buscar a esa mujer abstracta, esta mujer de mujeres, y termina poco a poco, a lo largo de la novela, de concretar su apetencia o su deseo”. La obsesión se desliza esta vez hacia “una mujer real, muy de carne y hueso”. “Yo creo que la novela tiene ese doble eje”, comenta Restrepo, “no quería que el lector quedara abrumado con un montón de datos, sino que puse como las vías paralelas del tren, dos historias de amor: la legendaria y la real. Salomón y la Reina de Saba, por un lado; por otro lado, Bos Mutas y Zara Bayda”.

 

El doble eje de las elecciones colombianas

Nos acercamos a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia que se celebrará el próximo 19 de junio. Probablemente nunca como ahora se enfrentan dos candidatos tan distantes en sus promesas electorales, y con dos perfiles opuestos a la hora de acercarse a la arena política. Si la prensa internacional apuesta por Gustavo Petro como la nueva promesa de la izquierda colombiana, con el 40% de votos obtenidos en la primera vuelta, el adversario trumpiano, Rodolfo Hernández, ya ha empezado a pisarle los talones en las sucesivas encuestas.

Laura Restrepo lo tiene bien claro: “voté por Petro en la primera y voy a votar por Petro en la segunda. Creo que por justicia histórica Petro es alguien que ha impulsado el proceso democrático y debe ser presidente. No veo las elecciones como algo aislado de todo el proceso que se ha vivido”. No hay que olvidar que Petro fue uno de los protagonistas del proceso de paz del movimiento guerrillero M-19, del cual formaban parte tanto él como Laura Restrepo. Asimismo, participó –aunque indirectamente– en los procesos de paz con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), impulsados por Santos, y que sufrieron un brusco freno con el uribismo, cuyo actual presidente saliente, Iván Duque, ha sido quizá el producto más endeble.

Pero al lado de la figura de Gustavo Petro habría que remarcar la de la candidata a la vicepresidencia si Petro ganara: Francia Márquez. “Es muy potente la figura de Francia Márquez”, afirma Laura Restrepo. “Una mujer popular, negra, que empieza trabajando en la minería, en los escaños más bajos del proceso como mujer de limpieza en casa de los ricos. Luego se convierte en una líder popular no solamente de su familia y de la comunidad, sino en una cosa muy linda: ella conoce los destrozos que causa la minería, los vivió como trabajadora, y se ha ido formando como defensora de los yacimientos de agua”.

Frente a un pasado represivo, de violencia urbana, alianzas entre paramilitares y narcotráfico, los ‘falsos positivos’ –como se les llamó a los civiles desarmados ejecutados como supuestos guerrilleros y vestidos como tales–, el resultado de la segunda vuelta de estas elecciones determinará de forma emblemática el destino del país.

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