Foto: Pere Sureda
Con nosotros Pere Sureda. Editor. Pero sobre todo, lector.
¿Fue un profesor de literatura quien te abrió el mundo de los libros?
Efectivamente. Nos leía en cada clase un capítulo de la serie “Misterio” de Enid Blyton. Y yo esperaba esa clase para saber la continuación. Ahí empezó todo.
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Y así fue como empezó todo. Y así fue como continuó: Aula de Ediciones. Les Punxes. Montesinos. Ediciones B. Grup 62. Navona editorial. Las letras compañeras junto a su vida. La vida de un prestigioso y reconocido editor como Pere es el de un lector empedernido en su mejor versión. Navona, la editorial que dirige, es una extensión de su pasión, es su gusto lector hecho tinta y libro.
Llevas más de 40 años como editor ¿Cuáles son las claves para permanecer en el mundo de la edición?
Probablemente porque es más una pasión y una adicción que se han vuelto profesión. Leer es esencial para mi forma de ver la vida, y leer para publicar algo “fascinante” y poder verlo en los escaparates de una librería es un sueño. Poder compartir los ratos excitantes de una lectura con los demás me parece maravilloso.
Navona es tu gusto lector hecho editorial. ¿Cómo eliges qué editar?
Leyendo. Leyendo y leyendo. Es fundamental leer para poder escoger lo que creo que merece ser compartido con los lectores, a través de mis ediciones y con el apoyo de los libreros, sin el cual nada tendría sentido. En el fondo siempre creo que soy un lector privilegiado.
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Pere cuenta que procura visitar al menos, una vez por año, las principales ciudades de España. Que durante los últimos años no ha podido viajar tan a menudo como quisiera a Latinoamérica, un sitio del mundo que siente hermano. Su familia fuera de Barcelona. Ha vivido mucho en México. Ha vivido mucho siempre.
México ocupa un gran lugar en tu vida. ¿Qué te llevas de él?
México es para mí Pedro Páramo y Guillermo Arriaga, fundamentalmente. También el primer Carlos Fuentes, José Emilio Pacheco, Fernando del Paso, Bolaño y su mundo, Bárbara Jacops, La Poniatowska, Xavier Velasco, y varios escritores más, pero sobre todo una ciudad, el DF, que es en sí misma una novela.
¿Los viajes son fundamentales para el editor? ¿Qué sucede en tu caso?
Son fundamentales. Es el mayor caladero de aprendizaje. Conoces nuevas y diferentes formas de publicar, conocer sensibilidades literarias diferentes, librerías y libreros que trabajan de formas distintas. Pateando las ciudades de América Latina he aprendido mucho más que en varios “másters”.
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A Pere no le interesa la cantidad sino la calidad. Por ello, en Navona no suelen publicar más de treinta títulos al año, de los cuales un 30% suelen ser ediciones en lengua catalana. Hay “Navona Ineludibles”, colección con portadas forradas en tela y tipográficas, “Impactos Bolsillo”, pequeños libros en tapa dura con sobrecubierta y “Navona Negra”, colección especializada en la edición de la novela negra.
¿Cómo son tus rutinas de lectura? ¿Visitas todos los días librerías?
Leo manuscritos por “trabajo” y leo libros ya publicados por otras editoriales. Leo en la editorial y leo en casa. De manera diferente, con diferentes motivaciones, pero cuando un libro es bueno te olvidas de los motivos por los que lo estás leyendo, simplemente disfrutas.
Para mí es imprescindible ver dos o tres librerías diariamente. Normalmente lo hago al mediodía. Y el día que por lo que sea no he podido ir a visitar al menos una, me siento extraño, es una sensación de como si me faltara algo. En las librerías también aprendo mucho, es por eso que debo sentir que el día que no voy he dejado de aprender algo.
¿De dónde viene tu fascinación por la novela negra?
De mis primeras lecturas. Yo comencé leyendo ensayo político y lo entremezclaba con novela negra. Recuerdo los libros de la colección de Tiempo contemporáneo de Argentina que dirigió Ricardo Piglia, negros y cuadrados con tapas duras; los libros de El séptimo circulo, de Borges y Bioy, los libros de la venezolana Alfa.
¿Qué autores/as disfrutas más de leer o has disfrutado?
Por suerte, de infinidad. Soy un lector ecléctico y eso me da un amplio margen de lecturas, ensayos, biografías, poesía, cuentos y novelas. Si hiciera una lista sería interminable.
¿Todos pueden escribir y editar un libro? ¿Cuál es el criterio?
No creo que todos puedan escribir. Por ejemplo, yo no tengo una vena creativa, no sé escribir bien, y como mi caso hay miles. Otros escriben como si fuera una redacción y no aportan nada, más bien al contrario. Para ser escritor hay que necesitar serlo, y eso sólo lo saben los que lo sienten. En el caso del editor, creo que hay muchos tipos de editores, distintos y con cualidades diferentes. Para ser editor de ficción, antes de serlo hay que haber leído mucho y sentir la necesidad imperiosa de seguir leyendo. Eso forma un criterio, una mirada y esa mirada es la que se refleja en el catálogo.
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Recuperar clásicos y no tan clásicos olvidados por la industria. Y publicar y promover nuevas voces que subjetivamente lo conmuevan, lo apasionen o le interesen mucho. Pasión. Felicidad. Antonia, su mujer, con la que comprende y comparte silencios y cuya voz es para él la llave para conjurar momentos de dificultades.
¿Cómo es el tiempo libre de Pere Sureda?
El tiempo libre es viajar con Antonia. Es estar con Antonia. Pero también ocupa mi tiempo de trabajo, es una mujer especial que siempre está. Y contemplar y acariciar a mi gato, que es un ser feliz y que me hace feliz verlo feliz. Tenía un amigo, Enrique, que me lo arrebató la muerte el año pasado a sus 55 años, y ahora estoy solo, su falta me duele
¿Qué significa la palabra pasión en tu vida?
Significa todo lo bueno. Todo lo que me sale bien es por pasión, y lo que no me sale bien a la primera lo arreglo con más empeño, con más pasión.
¿Te hace feliz hacer lo que haces?
Nada me podría hacer más feliz. Solo tener más dinero para no tener que padecer las inclemencias del clima, es decir para olvidarme de los números y publicar sin temores, sin que sea un negocio que, obviamente, debe ser rentable para poder existir.
¿En tu vida no existen los despertadores?
¡Jaja! Esa frase la dije en alguna entrevista y me la han recordado mucho. Pero es cierto, no soporto el ruido de un despertador. Mi cuerpo se despierta naturalmente, sin ruido programado. Eso es porque, por ejemplo, estoy leyendo hasta que el sueño me rinde. Hay días que hasta las 01:00, otros que hasta las 02:00… En general soy lector de libros, no de manuscritos, nocturno y en la cama. Es la felicidad máxima.
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Él lo ha dicho. Es la felicidad máxima.