Presentación
Buenas tardes…

Esta primavera, que sigue siendo pandémica, nos ha traído algunos milagros preciosos… aquí en Valdemorillo, por ejemplo, un campo espectacular… y en Madrid una exposición en el Museo del Prado de las que hacen historia… Se llama Pasiones mitológicas y reúne pinturas de Tiziano, Rubens, Veronese, Van Dyck, Ribera y Velázquez, entre otros… Todos pintaron mitologías… La pueden ir a ver, pidiendo hora, hasta el 4 de julio… seguro que me lo agradecerán.
Esta exposición es la que nos ha dado la idea para este encuentro que hemos titulado Liar la de Dios… La exposición recoge pinturas bellísimas basadas en la literatura y los mejores relatos de mitología se los debemos a clásicos como Ovidio y Homero, entre otros, pero también a escritores de tiempos posteriores, algunos mucho más modernos y cercanos… y en nuestros encuentros, nosotros, el Grupo Alejandría, siempre usamos lecturas de autores que estén muertos, pero que sus libros estén vivos, siguiendo un hilo conductor sobre algún asunto… y en este caso el asunto es la mitología… un asunto que da para mucho, porque hay que ver la que lían los dioses griegos y luego romanos.
Esta exposición ha logrado por otra parte un hito que no sucedía desde hace más de cuatro siglos… que es reunir en un solo lugar, juntas, las Poesías de Tiziano… que son las seis pinturas que encargó Felipe II y que él siempre tuvo cerca, en sus habitaciones privadas del Alcázar de Madrid… Esas pinturas se desperdigaron después por caminos y motivos diferentes por museos de todo el mundo… El Prado, que se formó básicamente con las colecciones reales de pintura que inició Felipe II, solo tiene actualmente una de ellas: la Venus y Adonis que pintó Tiziano en 1554…

Pero ahora podemos ver las seis allí, juntas, igual que las veía el rey… y el caso es que, además, este rey, Felipe II, tiene mucho que ver con Valdemorillo… porque eligió ser vecino de San Lorenzo de El Escorial y construyó allí el Monasterio, desde donde gobernaba aquel imperio en el que no se ponía el sol… y sobre todo era donde cazaba, en todos los montes y llanos de alrededor… y Valdemorillo era y es ese alrededor… y eso fue determinante, hasta nuestros días, para conformar el paisaje que tenemos y disfrutamos: esos encinares rocosos que nos rodean entre el Perales y el Aulencia y que (en mi opinión) son la mayor riqueza de nuestro pueblo… lo que hace que sea tan atractivo vivir aquí y que nuestros paisajes sean verdaderos paraísos…
Felipe II pagó un montón de dinero al magnífico Tiziano por tener aquellas seis pinturas… seis escenas mitológicas con maravillosos desnudos de diosas y ninfas que cuentan historias, muy subidas de tono, violentas algunas, llenas de episodios y derivaciones… como las series de televisión que vemos ahora… Las protagonistas de los cuadros son Europa, Dánae, Calixto, Diana, Andrómeda, y por supuesto Venus-Afrodita… siempre mujeres hermosísimas… y naturalmente también Zeus, y otros galanes, como Adonis o Perseo… y también monstruos horripilantes, mucho más peligrosos que los que salen en el cine en las películas de terror.
Se llamaron “poesías” porque convierten en pintura los versos de Ovidio, que son los que cuentan esas historias…
Algunos abrevian la cuestión y simplemente dicen que estos cuadros son la pornografía privada y de lujo del XVI y el XVII… Pues sí, seguro que también son eso… pero el caso es que son magníficas pinturas que cuentan historias terribles y fascinantes que nos siguen fascinando miles de años después… porque las pasiones de los dioses, sus pecados, sus virtudes, sus deseos y frustraciones son también los nuestros… y ahí seguimos, luchando contra ello o gozando con todo ello… Así es que… ¿Empezamos?
Araceli: A ver si nos vamos a liar un poco… seguro que somos muchos los que no sabemos casi nada de mitología…
Macu: Desde luego… yo no sé gran cosa… pero creo que incluso los que no sabemos nada, ni hemos estudiado griego, en Madrid, donde tantos edificios se rematan con esculturas mitológicas, estamos ambientados de serie… y creo que sabemos de qué nos hablan cuando se nombra a Zeus… por ejemplo.
Araceli: Bueno, claro… Zeus, Júpiter para los romanos… es el dios más poderoso… el que pone firmes a todos los demás… Y cualquiera sabe, si se habla de Afrodita, que también se llama Venus, que es la diosa del amor… Pero seguro que nos liamos con lo que hicieron unos y otros…
Macu: Por supuesto, porque además siempre la estaban liando… pero tenemos muy claras algunas cosas… Por ejemplo, que son los famosos de la antigüedad, que son inmortales y que hacen lo que les da la gana…
Araceli: Sí… exclusivamente su santa voluntad y nadie les puede pedir cuentas de nada… y no tienen ninguna conciencia sobre lo justo o lo injusto y además les da lo mismo… eso sí, unos son malos-malísimos y otros quizá un poco menos…
Macu: Pero todos se las traen… y todos interfieren, ayudan o atacan a los humanos que les parece, constantemente, así, aleatoriamente, por puro capricho y también se alían o se pelean entre ellos con frecuencia…
Araceli: Perdona… ¿Estamos hablando de mitología o de los programas de famoseo de la televisión?
Macu: ¿Lo ves? Ahí seguimos… en esos mismos puntos… Solo hay una cosa diferente entre lo que pasa en la mitología y lo que pasa en la tele o las redes sociales… Creo… y es que en términos mitológicos hay un personaje, uno de los dioses, que está por encima de todos los demás sin discusión de ninguna clase: Zeus… o Júpiter tonante, como prefieras…

Julián/Homero: Ya alumbraba toda la tierra la Aurora, la del peplo color de azafrán, cuando Zeus, dueño del rayo, convocó al ágora a los dioses en la más alta cúspide del Olimpo de innumerables cumbres. Y les habló, y escucháronle ellos respetuosamente.
José/Zeus (La primera frase en griego): Oíd, dioses y diosas, a fin de que os diga lo resuelto en mi corazón. Y ninguno de vosotros, varón o hembra, deje de cumplir mi orden, pues habéis de obedecerme para que dé fin cuanto antes a mi obra. Cuando yo sepa que alguno de los dioses ha ido en socorro de los troyanos o de los griegos, se le castigará afrentosamente cuando vuelva al Olimpo. Y he de agarrarle y arrojarle lejos de mí, a la más profunda sima de la tierra, al fondo del negro Tártaro, que tiene puertas de hierro y el umbral de bronce, tan por debajo de la morada de Hades cual está por debajo del cielo y la tierra. Y comprenderá entonces que soy el Dios más fuerte. Si queréis convenceros de mi poder, atad una cadena de oro a la cúspide del cielo, y asiéndoos de esa cadena y tirando hacia la tierra, no conseguiríais, a pesar de vuestros esfuerzos arrastrar a Zeus, el moderador supremo. Y en cambio, fácilmente tiraría yo de vosotros y de la tierra y del mar, y afianzando de nuevo la cadena a la cúspide del olimpo, dejaría todo colgado, pues me hallo muy por encima de los dioses y los hombres.
Julián/Homero: Habló así, y todos permanecieron callados, asombrados de estas palabras pronunciadas con dureza.
Macu: Es un texto de Homero, en La Ilíada… para que os vayáis enterando de cómo se las gasta Zeus…
Araceli: Bueno, bueno… Sí, es indiscutible su autoridad… en teoría… Pero… no sé… luego cada dios hace lo que le da la gana… porque ahí, en la guerra de Troya, cada cual fue con quien quiso… Un poco desmadre… ¿no?
Macu: ¡Hummm…! Sí, claro… pero Zeus es Zeus y eso nadie lo discute… Y bueno… Como el mundo del Olimpo, el monte griego donde viven todos estos dioses, es un mundo inabarcable nos vamos a centrar solo en algunas historias de las que recoge la exposición de El Prado, y alguna otra… siguiendo la estela de Homero y otros clásicos… sobre todo de Ovidio, que, por cierto, no era griego, sino romano…

Araceli: Publio Ovidio Nasón nació en marzo del año 43 antes de Cristo, en Sulmona. Estudió retórica en Roma para encaminarse hacia el Derecho, pero como era de familia acomodada y su hermano murió, y él heredó todo, pudo dedicarse tranquilamente a lo que le gustaba de verdad, que era escribir versos… Y escribió muchos… Sus libros más conocidos son El arte de amar y Las metamorfosis…
Macu: Tiene otro muy interesante que se llama Cartas de las heroínas, donde imagina lo que le dirían por carta Medea, Ariadna y otras a sus amantes… podemos hacer otro día un encuentro leyendo cartas indiscretas, como esas y otras muchas…
Araceli: Pues sí… Estaría bien…
José: ¡Cómo os gusta el cotilleo!… y luego decís de los dioses.
Araceli: De momento sigo con Ovidio. Su primer libro de poemas se llamó Amores y estaba dedicado a una tal Corina… (no sean mal pensados)… seguramente no existió de verdad… Corina sería una mezcla de todas las jóvenes que le enamoraban… Ovidio se casó tres veces, pero su matrimonio más largo e importante fue el tercero, con Fabia… Con ella es con quien escribe Las metamorfosis… quince libros que detallan la mitología greco-romana desde el origen del cosmos hasta la muerte de Julio César… A los 50 años, más o menos, un enfrentamiento con el emperador Augusto le manda al exilio en el Mar Negro, en la ciudad de Tomis… que hoy pertenece a Rumanía y se llama Constanza… y allí murió cuando tenía 60 años.
Macu: Como es la primera vez que el Grupo Alejandría viene a esta Casa de Cultura voy a presentarles ahora a los lectores-actores de este encuentro… Araceli, que les acaba de contar quién era Ovidio, es Araceli González Campa… seguro que la han escuchado muchas veces en Radio Clásica y en el programa más largo que ha tenido RNE, Clásicos Populares… En este encuentro será la presentadora, conmigo, y alguna diosa… y lo que haga falta. Nuestro Zeus particular, ya lo han escuchado, será José Francisco Serrano, que es catedrático de griego, lector empedernido, Quijote profesional y un miembro esencial de este grupo. Julián Salgado será el narrador principal de los líos de los dioses… A él también le han escuchado muchas veces en RNE porque dirigió y presentó los diarios hablados de la mañana, del mediodía y de la noche durante muchos años… Para representar a Venus tenemos el privilegio de tener con nosotros a Ebbaba Hameida, periodista hispano-saharaui, a la que pueden ustedes leer, escuchar o ver en la web de RTVE, que es donde se publican sus reportajes. Los demás dioses, diosas y personajes van a ser… Carlos Álvarez, que a veces es guionista en este grupo y es vecino de Valdemorillo, y Ángeles Bazán… a la que seguro que también escuchan en RNE, donde trabaja en los informativos… Ángeles tiene un Premio Ondas por cómo hacía de bien el Diario de la tarde en RNE en los años 90…
Araceli: Si nos centramos ya en textos y pinturas mitológicas habría que destacar que el pecado… o la pasión que más se repite en las poesías de Tiziano es el amor… bueno… no sé… ¡Voy a corregirme ahora mismo!… muchas veces… es solo puro sexo… deseo, violaciones, apretones, urgencias, y ¡violencia!… ¿Y qué tendrá eso que ver con el amor?… Nada de nada…
Macu: Cierto… pero… calma… no nos alteremos… que para enfados repentinos y totales ya tenemos a Zeus…
José: Júpiter tonante me llaman los romanos… y tienen razón… siempre tengo preparados aquí mis rayos para lanzárselos al primero que me provoque… o que me incomode…
Macu: ¿Lo ves?… Venga… Calma…a ver si podemos mirar la pasión mitológica del deseo… con sosiego…

Araceli: Hay una muy espectacular… la que pinta Tiziano en El rapto de Europa…
Macu: Esa es total… y empieza con mucha calma… Veamos… como casi siempre Zeus llama a su hijo Hermes (Mercurio en Roma) para que le haga un recadito… (Zeus y Europa. Libro II 835 pg. 368).
Julián/Narrador: Su padre lo llama aparte y, sin confesar que la causa es su amor, dice:
José/Zeus: Fiel mensajero de mis órdenes, hijo, no te demores, deslízate rápido como sueles habitualmente y dirígete a la tierra que mira a tu madre desde nuestra izquierda, los nativos la llaman tierra de Sidón, y desvía hacia la costa el rebaño real que ves pacer a lo lejos en una pradera de montaña.
Julián/Narrador: Así dijo, y ya los novillos expulsados del monte se dirigen a la costa indicada, donde la hija del gran rey solía jugar acompañada de doncellas tirias. No se llevan bien, ni habitan en la misma casa la majestad y el amor;
José/Zeus: … dejando a un lado el pesado cetro, el padre y rector de los dioses, cuya diestra está armada con el triple rayo, que sacude el universo con un movimiento de cabeza, se reviste de la apariencia de un toro y muge mezclado con los novillos, y se pasea hermoso entre la hierba tierna.
Julián/Narrador: … es del color de la nieve que no han pisado duras plantas ni ha derretido el astro portador de lluvia. El cuello es prominente por los músculos, la papada pende sobre los brazos; los cuernos son sin duda pequeños, pero tales que podrías apostar a que han sido hechos a mano, más transparentes que la gema más pura.
José/Zeus: En su frente ninguna amenaza ni mirada que inspire miedo; su expresión es pacífica.
Ángeles/Europa: … La hija de Agenor se asombra de que sea tan hermoso, y de que no represente ninguna amenaza, pero, aunque manso, teme tocarlo al principio.
Julián/Narrador: Luego se acerca y ofrece flores a su blanco hocico.
José/Zeus: El amante disfruta, y hasta que llegue el placer esperado, le besa las manos; apenas puede ya aguardar el resto. Tan pronto juega y da brincos en la hierba verde como deja caer su níveo flanco en la arena dorada…
Julián/Narrador: Poco a poco le quita el miedo, tan pronto le ofrece el pecho para que lo palmee con su mano virginal, como los cuernos para que los enlace con guirnaldas recién tejidas.
Ángeles/Europa: … La doncella, sin saber sobre quién cabalga, se atreve incluso a sentarse sobre el lomo del toro…
Julián/Narrador: Cuando el dios, poco a poco desde la tierra y el seco litoral lleva las huellas de sus falsas patas al agua poco profunda y desde allí se aleja un poco más allá y se lleva a su presa por la superficie mar adentro.
Ángeles/Europa: Ella se asusta y mira a la playa que ha dejado atrás a la fuerza, y se agarra a un cuerno con la mano derecha, mientras deposita la otra en el lomo…
Julián/Narrador: Sus vestidos ondean temblorosos con la brisa.
Araceli: Pobrecita Europa… Violada, alejada de su tierra, secuestrada de su familia…
Macu: Y Ovidio, ¿te has fijado?, ni siquiera la nombra por su nombre en estos versos que narran su rapto… sólo dice “la hija de Agenor”, “la doncella”… o “ella”.
Aracelli: Cuando hay violencia se suele cosificar a la víctima, así es que, nada de nombres… Sin embargo, ese mito da nombre a nuestro continente… el dios toro viene hacia Occidente desde Sidón y así se forma Europa…
Macu: Quien pinta con todo detalle a Europa y al toro Zeus es Tiziano… Es increíble lo fielmente que convierte en una pintura, en 1559, aquellos versos de Ovidio que acabamos de escuchar escritos en los primeros años del siglo I…
Araceli: También es como un milagro que podamos disfrutarlo ahora nosotros en el XXI… tanto a Tiziano como a Ovidio… Por cierto, Zeus es tremendo, no hace más que tener líos con unas y otras… y, claro, tiene más que harta a su mujer, Hera…
Macu: Hera (Juno para los romanos), se venga de algunas de ellas o les complica la vida… aunque a veces, como es la diosa del matrimonio y de la familia, emplea otras tácticas… Es famosa la envolvente que le hizo una vez a otra diosa, Venus-Afrodita, la más guapa, la diosa del amor, para que la ayude a seducir a su marido… ¿Puedes hacer de Hera?

Araceli: Naturalmente…
Araceli/Hera: ¿Me concederás querida hija lo que voy a pedirte, o no querrás servirme, enfadada porque protejo a los griegos mientras tú proteges a los troyanos?
Julián: Y le contestó Afrodita, hija de Zeus:
Ebbaba/Afrodita: Dime qué deseas, Hera, venerable diosa, hija de Cronos, porque mi corazón me ordena complacerte.
Julián: Y le contestó la venerable Hera, que medita astucias:
Araceli/Hera: Dame el amor y el deseo, con cuya ayuda dominas a los dioses inmortales y a los mortales hombres. Voy al límite de la tierra a ver a Océano, origen de los dioses, y a la maternal Tetis, los cuales en su casa me criaron y educaron, cogiéndome de los brazos de Rea, cuando Zeus, el de la amplia mirada, hundió a Cronos bajo tierra y bajo el mar estéril. Voy a visitarles para poner paz en sus amargas disensiones. Hace mucho tiempo que no comparten el mismo tálamo, porque anidó en su corazón la cólera. Si consigo con mis palabras conmoverles y hacer que duerman en el mismo lecho para unirse de amor, me llamarán su muy amada venerable.
Julián: Y contestó Afrodita, la que ama las sonrisas:
Ebbaba/Afrodita: Nada rehúso a la que se acuesta en brazos de Zeus.
Julián: Habló así y desató de su pecho el ceñidor de varios matices, donde residen todas las voluptuosidades, y el deseo, y la plática amorosa, y la elocuencia persuasiva que conturba a los más cuerdos. Y dejando este ceñidor en las manos de Hera, le dijo:
Ebbaba/Afrodita: Toma este ceñidor de variados matices, donde residen todas las voluptuosidades; ajústalo a tu seno, y no regresarás sin haber conseguido lo que deseas.
Julián: Habló así mientras la venerable Hera, que reía, a su seno ajustó jubilosa el ceñidor aquel.
Macu: Les tengo que aclarar que Venus seduce normalmente con su sola presencia… pero es que además tiene ese cinturón mágico que resulta absolutamente irresistible… un cinturón que le fabricó su marido, Hefesto-Vulcano, que está loco por ella… y ese cinturón es el que se acaba de poner Hera… que resulta que tiene algo pendiente con su marido, Zeus…
Julián: Escaló Hera con rapidez el alto Gárgaro, que se halla en la cima del Ida. Y en cuanto la vio Zeus, que amontona las nubes, se apoderó de él el deseo como antaño, cuando compartían el mismo lecho alejados de sus muy amados padres.
José/Zeus: Espera, Hera, y partirás más tarde. Acostémonos ahora pletóricos de amor. Nunca el deseo por poseer a una diosa o a una mujer avasalló mi corazón tan por completo. Jamás he amado tanto a la esposa de Ixión, la que parió a Peiritoo, comparable a un dios en sabiduría; ni a la bella Dánae, que parió a Perseo, el más ilustre de los hombres todos; ni a la hija del magnánimo Fénix, la cual parió a Minos y a Radamantis; ni a Semele, que parió a Dioniso, alegría de los hombres; ni a Alemena, que parió también en Tebas a mi robusto hijo Heracles; ni a la reina Deméter, la de hermosos cabellos, ni a la ilustre Leto, ni a ti misma, porque jamás sentí hacia ti tanto deseo y tanto amor.
Julián: Y el hijo de Cronos tomó en sus brazos a la esposa. Y para que de lecho les sirviesen, la tierra hubo de crear tres hierbas nuevas: el loto brillante de rocío, el azafrán y el jacinto opaco y blanco. Y sobre ellas durmieron ambos dioses, envueltos por una nube de oro, mientras caía a su alrededor diamantino rocío.
Macu: Muy bonita esa cama que se describe para esta escena de sexo sublime… pero es de muy mal gusto eso que acaba de hacer Zeus… recordar a su mujer las muchas amantes que ha tenido y a las mujeres que ha violado y los hijos que ha tenido con ellas, justo para decirle que la desea más que nunca…
Arcelia: Hazme caso… Eso a Hera no le importó lo más mínimo… porque los planes de ella eran algo más que seducir a su marido… eran mucho más importantes: ¡ganar la guerra de Troya!… ella iba con el bando de los griegos… y vaya si ganaron.
Juliám: El sopor que provocó en Zeus ese golpe de amor fue aprovechado muy bien por Hera… que había prevenido a Hipnos para que fuera de inmediato a avisar a Poseidón… para que aprovechara el momento… el sueño de Zeus… y ayudara a los griegos… Y la suerte de aquella guerra contra Troya quedó echada…
Macu: Muy astuta Hera… Ya volveremos más tarde a la guerra de Troya… Los juegos de poder entre los dioses se suceden sin tregua… pero a veces los dioses y las diosas se pelean por cosillas menos dramáticas que una guerra…
Araceli: Desde luego… ¿Qué me dices de la que monta Palas Atenea contra la diligente Aracne, una chica mortal que era la mejor tejedora del mundo?…
Macu: Tremendo, sí… vamos allá… Pero recuérdame primero quiénes son Palas Atenea y la costurera esa…

Araceli: Palas Atenea (Minerva para los romanos), es la diosa de la guerra, de la sabiduría, la civilización, la estrategia, las ciencias, la justicia… Vamos, es la lista de la casa… Como una vicepresidenta de Zeus… En La Ilíada se la cita siempre como la de ojos brillantes, ojos de lechuza… Ah… y es virgen por siempre… y la hija favorita de Zeus…
Macu: Ahora recuerdo, es rara, porque sólo es hija de Zeus, de nadie más… nace de su frente porque su padre se había comido a su madre, Metis, por temor a que tuviera hijos más poderosos que él…
Araceli: Esta es la diosa que en la Guerra de Troya protege al mejor guerrero, Aquiles, y también a Ulises-Odiseo… protege a Atenas, a Esparta… vamos, que ella va con los griegos.
Macu: Vale… Yo siempre voy con Héctor, el príncipe troyano… aunque los troyanos siempre pierdan al final… como el Atleti… Y, dime, ¿qué sabemos de Aracne?
Araceli: ¡Una insolente!… ¡Mírame!… Soy Palas Atenea… y estoy pensando en Aracne… (Las metamorfosis. Libro VI 5-145 pg. 7).
Araceli/Palas Atenea: No basta con alabar a otras; que me alaben a mí también, y no consienta yo que se desprecie impunemente nuestro poder.
Carlos/Ovidio: Aracne, de la que se decía que, en el arte del tejido de la lana, no merecía menos elogios que ella misma. No fue famosa por su patria o por los orígenes de su linaje, sino por su arte. Su padre, Idmón el colofonio, teñía la lana empapándola en púrpura… Su madre había muerto, pero procedía también de la plebe… Sin embargo, en las ciudades lidias Aracne se había ganado con su habilidad una reputación memorable, a pesar de haber nacido en un hogar humilde…/… Con el fin de contemplar sus admirables labores, con frecuencia abandonaban sus zarzas las ninfas…/…. Las telas ya hechas daba gusto mirarlas, pero no era menor el placer mientras las hacía; ¡tanta gracia ponía en su arte! Lo mismo si empezaba formando redondos ovillos con la lana basta, o la adelgazaba con sus dedos, o acariciaba una y otra vez los vellones, semejantes a nubes, estirándolos en largos hilos…/… o en fin, si bordaba con la aguja, pensarías que había sido instruida por Palas Atenea. Pero ella lo niega expresamente sintiéndose ofendida, aunque su maestra fuera tan grande.
Ángeles/Aracne: Que se enfrente conmigo; a nada me negaré si me vence.
Julián/Ovidio: Palas finge ser una vieja y añade a sus sienes falsas canas y unos débiles miembros que afianza con un bastón.
Araceli/Palas Atenea: No todo lo que la edad avanzada trae consigo se ha de evitar; de los años tardíos procede la experiencia. No desdeñes mis consejos: busca la máxima gloria en el arte de la lana, pero solo entre los mortales. Cede ante una diosa y pídele perdón con voz suplicante por tus atrevidas palabras; si se lo pides te perdonará.
Carlos/Ovidio: Ella la mira torvamente, abandona los hilos ya empezados, y sin apenas contener sus manos, con la ira reflejada en el semblante, replicó a la irreconocible Palas con tales palabras:
Ángeles/Aracne: Tu entendimiento flaquea, llegas agotada por una larga vejez y te hace daño haber vivido tanto. Que escuchen esos consejos tuyos tus nueras o tus hijas, si es que las tienes. A mí me basta con mi propia sensatez; y para que no creas que has conseguido algo con tus recomendaciones persisto en la misma resolución. ¿Por qué no viene ella en persona? ¿Por qué evita esta contienda?
Araceli/Palas Atenea: ¡Ha venido!

Julián/Ovidio: Y dejó la diosa su figura de vieja y se mostró como Palas. Veneran su divinidad las ninfas y las mujeres… solo la muchacha permaneció impertérrita. Pero aun así sintió vergüenza… Pero persiste en su proyecto y, en sus estúpidas ansias de victoria, se precipita hacia su perdición; pues la hija de Júpiter no se niega ni le da más consejos, ni aplaza ya el combate.
Carlos/Ovidio: Inmediatamente se colocan una frente a la otra y cada una tensa el telar con la fina urdimbre…/… Las dos se afanan, y con el vestido ceñido al pecho mueven sus hábiles brazos, engañando a la fatiga a base de entrega.
Macu: Yo estoy viendo ahora mismo el cuadro de Las hilanderas, de Velázquez… Ahí está todo eso… la vieja, que es Palas Atenea y que no es vieja… la joven Aracne, una tejedora extraordinaria y segura de sí misma… Y estoy deseando saber quién ganó y qué pasó…
José/Zeus: Muy sencillo… ganó mi hija Palas Atenea… bueno, no, quizá ganó la mortal Aracne, pero naturalmente eso no lo puede consentir una diosa…
Macu: ¿Por qué no? ¿Cómo puede enfadarle que alguien teja y borde bien? ¿Qué más le daba a ella?
José/Zeus: Lo que le enfadó no fue que tejiera bien… sino lo que tejió… Y yo le doy la razón.
Macu: ¿Pues qué tejió?
José/Zeus: A ver… Palas Atenea me tejió a mí, Júpiter, en el centro de su tapiz… Y a mi lado salían Neptuno, mi hijo Marte, ella misma Palas Atenea con su casco… y en cada esquina del tapiz puso el castigo que tuvieron cuatro humanas, Ródope, Hemón, Antígona y la madre de los pigmeos, por su atrevimiento de enfrentarse a varias diosas… Las cuatro fueron convertidas en grullas, o cigüeñas o en montañas… Y en cambio, la plebeya y atrevida Aracne nada menos que tejió… ¡mi aventura con Europa!
Macu: Sí… Eso se ve en el cuadro de Velázquez… Al fondo de Las hilanderas se ve un tapiz que recoge cuando te llevaste a Europa disfrazado de toro…
José/Zeus: Eso mismo tejió Aracne… y también tejió otras aventuras mías: con Asteria… con Leda, y yo disfrazado de cisne… yo de oro burlando a Dánae… y en fin, otras varias aventuras mías… y de Neptuno y de otros dioses… Algo así no se puede consentir… ¡Qué se exponga en público lo que hacemos! ¡Dónde se ha visto!
Macu: Vamos, que tu hija ejerció la censura pura y dura… Porque el tapiz de Aracne estaba súper bien tejido.
Carlos/Ovidio: Ni Palas ni la envidia tenían nada que censurar en aquella labor.
Julián/Ovidio: Pero se dolió del éxito la divina doncella de cabellos rubios y desgarró las telas bordadas, que acusaban a los celestes, y con la lanzadera que tenía en la mano golpeó repetidas veces a Aracne…
Carlos/Ovidio: No pudo soportarlo la desdichada y, orgullosa, se echó un lazo al cuello.
Julián/Ovidio: Al verla colgada Palas, compadecida, se levantó y dijo:
Araceli/Palas Atenea: Vive, sí, pero colgada, por atrevida; y sea dictado para tu linaje y todos tus descendientes un castigo en las mismas condiciones.
Carlos/Ovidio: … Cuando Aracne se alejaba la roció con zumos de hierbas… y al instante, tocados por tan siniestra poción, desaparecieron sus cabellos… nariz… orejas… la cabeza se reduce al mínimo y todo su cuerpo se vuelve muy pequeño. En el lugar de las piernas, le salen finos dedos en los flancos… lo demás lo ocupa el vientre y de él se escapa un hilo y trabaja, convertida en araña, las telas de siempre.

Macu: Y para siempre… Araña para toda la eternidad… ay, ay… dios nos libre de los dioses inmortales… son terribles…
Araceli: Los celos profesionales son peligrosos…
Macu: Los celos de los otros también lo son… Me estoy acordando de los celos de Vulcano… que también montó una de cuidado…
Araceli: Ah… recuérdame ese trance, por favor… es una historia de tríos amorosos, ¿no?
Macu: Sí… o más bien de cuartetos… o de vete tú a ver… A ver… Hefesto, que los romanos llaman Vulcano, es otro hijo de Zeus y de Hera… el hijo feo… Es cojo y poco agraciado… tanto que parece ser que Hera lo tiró desde el cielo cuando lo vio… el batacazo debió ser morrocotudo y por eso dicen que se quedó cojo según algunas versiones… El caso es que este dios de la fragua y de las armas consigue casarse con la más guapa, con Venus, porque su madre, o su padre, no me acuerdo quién, le debe un gran favor y él pide como compensación casarse con Venus…

Araceli: Pero yo no creo que Venus pueda conformarse con un marido así… tan poco apropiado para ella…
Macu: Por supuesto… Ella nació surgiendo de las aguas… no le debe nada a nadie, y es la más guapa. La diosa del amor… así es que tiene bastantes amantes a lo largo del tiempo… Apolo, Adonis y otros varios… uno de los más queridos por ella es Ares (Marte para los romanos) … el dios de la guerra… que es hermano de Hefesto… Y con Ares se acostaba constantemente, le gustaba mucho…
Araceli: Bueno, ¿y qué pasó cuando Venus se lo hizo con su cuñado?

Macu: Pues ¿os acordáis del cuadro de Velázquez que llamamos La fragua de Vulcano?... ahí se ve que Helios, el dios sol, que identificamos como Apolo (y que seguro que él mismo está celoso de los cuernos que le está poniendo Venus) se presenta en la fragua de Hefesto-Vulcano y le dice que su mujer se la está pegando con Ares…
Araceli: Y ya tenemos el lío…
Macu: Naturalmente… y el lío lo cuenta Homero en La Odisea con todo detalle…
Ángeles/Narradora: Mas el aedo, pulsando la cítara, empezó a cantar hermosamente los amores de Ares y Afrodita, la de bella corona: cómo se unieron a hurto y por vez primera en casa de Hefesto, y cómo aquél hizo muchos regalos e infamó el lecho marital de su hermano el soberano dios. Apolo, que vio el amoroso acceso, fue enseguida a contárselo a Hefesto; y éste, al oír la punzante nueva, se encaminó a su fragua, agitando en lo íntimo de su alma ardides siniestros, puso encima del tajo el enorme yunque y fabricó unos hilos inquebrantables para que permanecieran firmes donde los dejara.
Carlos/Hefesto: … cuando había construido su trampa, irritado contra Ares, se puso en camino hacia su dormitorio, donde tenía la cama, y extendió los hilos en círculo por todas partes en torno a las patas de la cama; muchos estaban tendidos desde arriba, desde el techo, como suaves hilos de araña, hilos que no podría ver nadie, ni siquiera los dioses felices, pues estaban fabricados con mucho engaño. Y cuando toda su trampa estuvo extendida alrededor de la cama, simuló marcharse a Lemnos, bien edificada ciudad, la que le era más querida de todas las tierras.
Julián/Ares: Ares, el que usa riendas de oro… se puso en camino hacia el palacio del muy ilustre Hefesto deseando el amor de la diosa de hermosa corona, de la de Citera.
Ebbaba/Venus: Estaba ella sentada, recién venida de junto a su suegro, el poderoso hijo de Cronos.
Julián/Ares: Y él entró en el palacio y la tomó de la mano y la llamó por su nombre: “Ven… vayamos al lecho y acostémonos, pues Hefesto ya no está entre nosotros, sino que se ha marchado a Lemnos, junto a los sintias, de salvaje lengua”.
Ebbaba/Afrodita: … y a ella le pareció deseable acostarse. Y los dos marcharon a la cama y se acostaron.
Ángeles/Narradora: A su alrededor se extendían los hilos fabricados del prudente Hefesto y no les era posible mover los miembros ni levantarse. Entonces se dieron cuenta de que no había escapatoria posible. Y llegó a su lado el muy ilustre cojo… y una rabia salvaje se apoderó de él, y gritó estrepitosamente haciéndose oír de todos los dioses:
Carlos/Hefesto: Padre Zeus y los demás dioses felices que vivís siempre, venid aquí para que veáis un acto ridículo y vergonzoso: cómo Afrodita me deshonra continuamente porque soy cojo y se entrega amorosamente al pernicioso Ares; que él es hermoso y con los dos pies, mientras que yo soy lisiado. Pero ningún otro es responsable, sino mis dos padres: ¡no me debían haber engendrado! Pero mirad dónde duermen estos dos en amor; se han metido en mi propia cama. Los estoy viendo y me lleno de dolor, pues nunca esperé ni por un instante que iban a dormir así por mucho que se amaran. Pero no van a desear ambos seguir durmiendo, que los sujetará mi trampa y las ligaduras hasta que mi padre me devuelva todos mis regalos de esponsales, cuantos le entregué por la muchacha de cara de perra. Porque era bella, pero incapaz de contener sus deseos.
Macu: Y los dioses que están allí reunidos ¡miran!… Regodeándose… Auténticos mirones ¡Hay que verlo!… Y discuten sobre la situación… como los tertulianos…
Araceli: Es que esto es como una serie de la tele… como un Sálvame de lux…
Macu: Sí, aunque esta tertulia es celestial… olímpica… ¿entiendes? No son cotillas vulgares…
Araceli: Ah… bueno. Si tú lo dices…
Macu: Pues eso, que los dioses discuten sobre el asunto… y curiosamente solo lo hacen los chicos, Poseidón, Hermes, Apolo… las diosas en cambio se quedaron en sus casas por pudor… lo pone aquí… En La Odisea… y Homero no miente.
José: ¿Qué queréis decir?
Macu: Pues que “ellos”, los chicos, son mucho más cotillas que “ellas”.
José/Zeus: Bueno… La verdad es que se rieron bastante con la trampa de Hefesto, mi hijo, porque demostraba que el ingenio de un cojo podía vencer al más ágil… Ares, que también es hijo mío.
Macu: Ya… pero en realidad se reían más todavía del cornudo…
Araceli: Por ejemplo, Hermes, el otro hijo que te hace los recados, señor Zeus, dijo que, a él, con tal de dormir con la hermosa Afrodita, le daría igual estar apresado con tres veces más hilos y que le estuvieran mirando todos…
Macu: Esto va de cuñados opinando… parece un reality… y ya se sabe…

José/Zeus: Ja, ja… Si… Es verdad… Todos mis hijos querían tener lío con Venus… Y todos se rieron… Nos reímos… más o menos pensábamos lo mismo… y eso no le gustó nada al dios cornudo… (pobre hijo mío)… Pero, en fin, en un momento dado, Neptuno pidió clemencia a Hefesto para que liberara al pobre Ares… y a mí, me pareció bien… así es que… hágase.
Araceli: ¿Y cómo acabó todo? Con tanto lío en el guion de esta tragicomedia de cuñados babeando por Afrodita me he perdido… también me pasa con los programas del corazón…No sé nunca quién acaba con quién.
José/Zeus: Es comprensible… ¿Veis cómo las chicas no sabéis seguir un cotilleo en condiciones? A ver… Neptuno se ofreció a pagar la deuda que tenía Ares (porque Ares debía mucho a Hefesto, porque siempre le estaba pidiendo armas de su fragua para la guerra)… y entonces Hefesto cedió…
Ángeles/Narrador: Entonces Hefesto les quitó los lazos. Y ellos al verse libres de los mismos, que tan recios eran, se levantaron sin tardanza y fuéronse, él a Tracia, y la risueña Afrodita a Chipre y Pafos, donde tiene un bosque y un perfumado altar…
Ebbaba/Venus: Allí las Gracias la lavaron, la ungieron con el aceite divino que hermosea a los sempiternos dioses y le pusieron lindas vestiduras que dejaban admirado a quien la contemplaba.
Araceli: Y por supuesto Afrodita y su cuñado Ares volvieron a las andadas (a la cama, vamos) y se siguieron viendo cada vez que les apetecía… Y también se siguió viendo con todos los que le gustaban… Adonis, Apolo, etcétera.
Macu: Es que a Venus-Afrodita no se le puede quitar el amor… es imposible… Todos la aman… y ella quiere a quien le place…
Araceli: Los arrebatos de amor se repiten constantemente en toda la literatura… Es el gran tema junto con la muerte… el amor y la muerte… Eros y Tánatos…
Macu: Escucha lo que dice del amor este caballero… que no es un dios mitológico… pero sí alguien importante…
Julián/Don Quijote: Advierte Sancho, que el amor ni mira respetos ni guarda términos de razón en sus discursos, y tiene la misma condición que la muerte: que así acomete los altos alcázares de los reyes como las humildes chozas de los pastores; y cuando toma entera posesión de una alma, lo primero que hace es quitarle el temor y la vergüenza.
Araceli: Don Quijote de la Mancha sabe de amor sin duda… pero la mezcla perfecta de amor y muerte se da más claramente en otra obra de la misma época que Cervantes… una obra de Shakespeare…
Macu: Claro… ¡En Romeo y Julieta!… Llevamos siglos dando vueltas a lo mismo…
Araceli: Por supuesto… ¿Sabes de dónde sacó Shakespeare esa idea del final de Romeo y Julieta, de dejarse morir cada uno porque cree que el otro ha muerto?

Macu: Seguro que de la mitología… ¿Quizá del mito de Píramo y Tisbe?
Araceli: ¡Eso mismo!… Hay un cuadro en la exposición del Prado que recoge ese mito de Píramo y Tisbe…
Macu: Ah… sí. Es un cuadro de Poussin que ha venido de un museo de Fráncfort… Se ve una gran tormenta desarrollándose en un paisaje enorme, con el mar al fondo, árboles que se mueven con el viento, nubes oscuras a un lado, rayos de sol a otro… y diversos personajes pequeñitos aquí y allá a los que les pasan cosas… Lo principal es que Píramo y Tisbe, abajo del cuadro, mueren de amor… se ve el cadáver de Píramo y la joven Tisbe se va a suicidar de inmediato…
Araceli: William Shakespeare copió, o se inspiró, en Las metamorfosis, de Ovidio, donde se cuenta esa historia de Píramo y Tisbe, cuyas familias respectivas se oponían a su amor… y por eso se tenían que ver a escondidas… y es por lo que acaban muriendo… Por una confusión con un león…
Macu: Shakespeare le da una vuelta al relato y lo sitúa en Verona, en Italia… y allí también hay familias enemigas, Capuletos y Montescos, que no pueden admitir una relación amorosa entre sus hijos respectivos, Romeo y Julieta.
Araceli: Romeo y Julieta tiene un desarrollo argumental diferente… pero el final es igual… Romeo llega al panteón familiar de los Capuleto y ve tendida y muerta a Julieta, sin percatarse de que sólo está narcotizada fingiendo la muerte precisamente para esperarle y huir juntos…
Julián/Romeo: ¡Ah! ¡Julieta querida! ¿Por qué eres aún tan bella? ¿Habré de creer que el fantasma incorpóreo de la muerte se ha prendado de ti y que ese aborrecido monstruo descarnado te guarda en esas tinieblas, reservándote para manceba suya?¡Así lo temo, y por ello permaneceré siempre a tu lado, sin salir jamás de este palacio de noche sombría! …/… ¡Ojos míos, lanzad vuestra última mirada! ¡Brazo, dad vuestro último abrazo!… Y vosotros ¡oh labios!, puertas del aliento, sellad con un legítimo beso de pacto sin fin con la acaparadora muerte… ¡Ven amargo conductor! ¡Ven, guía fatal! ¡Tú, desesperado piloto, lanza ahora de golpe, para que vaya a estrellarse contra las duras rocas, tu maltrecho bajel, harto de navegar!… ¡Brindo por mi amada! ¡Oh, sincero boticario! ¡Tus drogas son activas!… Así muero… ¡Con un beso!
Macu: Llega entonces fray Lorenzo, el que se había inventado la trampa de que Julieta pareciera muerta para que pudiera reunirse con Romeo, y enseguida se da cuenta de que ha llegado tarde y que Romeo se ha suicidado sin saber la verdad… Y entonces despierta Julieta y el fraile la urge a salir de allí, le dice que se tienen que ir, que viene gente, que la llevará a un convento…
Ángeles/Julieta: ¡Vete, márchate de aquí, pues yo no me moveré!… ¿Qué veo? ¿Una copa apretada en la mano de mi fiel amor? ¡El veneno, por lo visto, ha sido la causa de su prematuro fin!… ¡Oh ingrato! ¿Todo lo apuraste sin dejar una gota amiga que me ayude a seguirte?… ¡Besaré tus labios!… Quizá quede en ellos un resto de ponzoña para hacerme morir con un reconfortante beso… ¡Tus labios están calientes todavía!… ¿Qué?… ¿Oigo rumores?… ¡Seamos breves entonces! ¡Oh daga bienhechora! ¡Esta es tu vaina!… ¡Enmohécete aquí y dame la muerte!
José: Nunca hubo historia más dolorosa que esta de Julieta y su Romeo… (Se sienta). Eso dice el Príncipe al final de la obra, advirtiendo que algunos serán perdonados y otros castigados por todo esto… Pero el Príncipe y Shakespeare mienten, porque sí que hubo otra historia igual de dolorosa mucho antes… la de Píramo y Tisbe, como habéis dicho, muchísimos años antes de Cristo… Lo que les pasó a Píramo y Tisbe es que sale un león por el bosque cuando Tisbe va por allí para verse a escondidas con Píramo… logra escapar, aunque dejando un trozo de su manto con un poco de sangre en el sendero… Y cuando pasa después Píramo y ve el manto cree que Tisbe ha muerto, y entonces se mata él… Luego vuelve Tisbe, le ve muerto… y se mata ella… Una pena… Las familias humanas son tan arbitrarias como las de los dioses… Una pena.
Julián: Pero hay más… Shakespeare, dos años antes de escribir la tragedia de Romeo y Julieta (1597) plagió directamente a Ovidio y escribió ‘La tragedia de Píramo y Tisbe’… dentro de su obra El Sueño de una noche de verano, la puso al final… como un teatro dentro del teatro.
Araceli: Si es que no hemos inventado nada… Todo lo habían hecho y dicho los griegos y luego corregido y aumentado los romanos… Y después se rehace todo en el Siglo de Oro… y en el siglo XX se hace West side story… y así todo el rato…
Macu: Más aun… en pintura por ejemplo todo estaba dicho ya en la cueva de Altamira… pregúntale a Velázquez… a Tiziano… o a Rubens… que te habrían dicho ¡Sí! Todo estaba ya allí… bueno, si ellos hubieran podido ver esa cueva… que no la vieron.
Araceli: Seguro… Y oye… ¿cómo escribe Shakespeare esa tragedia de Píramo y Tisbe en El Sueño de una noche de verano?
Julián: Pues muy escuetamente… Con 25 versos de prólogo y luego una pequeña tragedia de dos páginas que tiene cinco personajes: dos personas, un león, un muro y un claro de luna… Escucha el prólogo porque lo resume todo:
Carlos/Cartabón: Amable auditorio, quizá os admiréis de esta pantomima;
Pero admiraros hasta que la verdad lo esclarezca todo.
Este hombre es Píramo, si queréis saberlo,
y esta bella señora es Tisbe, a no dudar.
Este hombre, lleno de cal y toscamente caracterizado representa el Muro,
ese vil Muro que separaba a los amantes.
Y a través de las grietas del Muro, pobrecillos, se contentaban
con cuchichear, cosa de que nadie ha de asombrarse.
Este hombre, con su linterna, perro y un haz de espinos,
representa el claro de luna; porque si lo queréis saber,
estos amantes no desdeñaron hallarse bajo un claro de luna
junto al sepulcro de Nino, para allí, galantearse.
Esta fiera alimaña, cuyo supremo nombre es León,
asustó, o más bien espantó
a la fiel Tisbe que de noche fue la primera en llegar,
y como huyera, hizo caer su manto,
que el vil León manchó con su sangrienta boca.
En seguida llega Píramo, bello y arrogante mozo,
y halla el manto de su fiel Tisbe ensangrentado.
Con lo cual, con su acero, con su culpable y sanguinario acero,
se atraviesa el hirviente y purpúreo corazón.
Y Tisbe, escondida en la sombra de un moral,
desenvaina su daga y se da muerte. En cuanto a lo demás,
el León, el Claro de Luna, el Muro y ambos amantes
os lo contarán, por extremo, en cuanto permanezcan aquí…
Julián: Y allí salieron los actores y lo contaron y aquí permanecemos nosotros yendo al teatro, al cine, viendo la tele… donde se cuentan una y otra vez las mismas historias…
Macu: Si, y que no nos falten… ¡morir de amor!… ¡Ay!… ¿sabes?
Araceli: ¿Qué?
Macu: Pues que Tisbe estaba junto a un moral… una zarza llena de moras maduras… y que las moras eran una fruta blanca hasta ese momento… pero al caer su manto lleno de sangre encima, se tiñeron de púrpuras, casi negras… como nos las comemos ahora…
Araceli: Ah… No, no lo sabía… a mí me gusta la mermelada de moras.
Macu: Claro ¿a quién no?
Araceli Hablando de amor… Nos falta el más famoso, sobre el que más tinta ha corrido, el que provocó la guerra más larga y el libro que seguramente más veces se ha impreso, después de la Biblia… ¿sabes cuál?
Macu: Por supuesto… La Ilíada, con la historia de la Guerra de Troya que empezó por el amor de Paris y Helena.
Araceli: No, no, no… había empezado antes, con la manzana de la discordia…

Macu: Cierto… A ver… No nos liemos. En Troya el rey era Príamo, que tenía varios hijos, uno de ellos, Paris, del que el profeta Calcante había dicho que sería la perdición de Troya, era un joven muy guapo, alto, fuerte e inteligente… muchos ganaderos troyanos le llamaban para que fuera juez en las peleas de toros… Mira, mejor que lo resuma Robert Graves en su librito magnífico La guerra de Troya…
José: Zeus todopoderoso que le observaba desde su palacio en el lejano Olimpo, vio lo honrados que eran sus veredictos… y por ello lo eligió un día para que presidiera un concurso de belleza al que él no tenía ganas de asistir personalmente. He aquí lo que ocurrió. La diosa de la Discordia, Eris, no había sido invitada a las famosas bodas de Tetis, diosa del Mar, y el rey Peleo, boda a la que asistieron todos los demás dioses y diosas. La rencorosa Eris, después de haber escrito en la piel de una manzana de oro “Para la más hermosa”, la echó entre los invitados…
Macu: Y allí estaban ellas, entre los invitados…
(Se ponen de pie a la vez las tres diosas).
Araceli: Hera, esposa de Zeus Todopoderoso,
Ángeles: Palas Atenea, su hija soltera, no solo diosa de la sabiduría, sino también de las batallas…
Ebbaba: … y Afrodita, diosa del amor y nuera de Zeus.
José: Cada una de ellas se creía la más hermosa, y tal como había planeado la Discordia, se empezaron a pelear por la manzana. La única esperanza que le quedó a Zeus de recuperar la paz fue organizar un concurso de belleza y encontrar un juez honrado. Así pues, Hermes, el mensajero de los dioses, descendió volando con la manzana de oro y un mensaje para Paris:
Carlos/Hermes: Vendrán a verte tres diosas, aquí, en el monte Ida, y Zeus Todopoderoso te ordena que otorgues esta manzana a la más hermosa. Naturalmente las tres aceptarán tu decisión.
Julián/Paris: A Paris no le gustó la tarea, pero no le quedó más remedio que cumplirla. Las diosas llegaron juntas. Una por una, exhibieron ante él su belleza y, una por una, intentaron el soborno.
Araceli: Hera se comprometió a convertir a Paris en emperador de Asia.
Ángeles: Atenea a hacer de él el hombre mas sabio del mundo y a que saliera victorioso de todas las batallas.
Julián: Pero Afrodita se acercó furtivamente y dijo:
Ebbaba/Afrodita: Mi adorado Paris, ¡yo afirmo que eres el joven más hermoso que he visto en muchos años! ¿Por qué pierdes el tiempo aquí, entre toros y vacas y ganaderos necios? ¿Por qué no te trasladas a alguna ciudad rica y llevas una vida más interesante? Mereces casarte con una mujer casi tan hermosa como yo. Deja que te sugiera a la reina Helena de Esparta. Bastará con que te vea una vez para que yo haga que se enamore de ti tan locamente que no le importe abandonar a su esposo, su palacio, su familia, todo ¡solo por ti!
Macu: Por supuesto Paris se puso como loco, le entregó la manzana de oro a Afrodita, y se encaminó a Troya… allí pasaron varias cosas y su padre el rey Príamo le encargó que fuera a Grecia a resolver unos asuntos… Y además el rey de Esparta, Menelao, que estaba haciendo negocios comerciales en Troya invitó a París a que fuera a Esparta de visita… Y allá que se fue… y enseguida vio a Helena… y ya está… Helena se fugó con él a Troya… y empezó el lío…
Araceli: Sí, porque las diosas perdedoras del concurso, Hera y Atenea, se habían juramentado para destruir completamente a la raza troyana… y la guerra que empezaron los griegos para rescatar a Helena fue larga y muy cruel… y los dos bandos tuvieron dioses y diosas de su parte… pero al final Troya fue destruida…
Macu: Murieron muchos héroes de ambos bandos… Héctor, Aquiles, Áyax, el propio Paris… Pero ¿qué pasó con Helena?

José: Helena en realidad era hija mía, de Zeus… una hija secreta… así es de Helena deberíais hablar un poco más… aclarar algunas cosillas…
Julián: Helena había crecido en Esparta, en el palacio de su padre adoptivo, el rey Tindareo –en realidad era hija de Zeus Todopoderoso y de Leda, la reina de Esparta…/… y, cuando se hizo mujer, casi todos los reyes y príncipes de Grecia quisieron casarse con ella. Entre los pretendientes estaban Diómedes de Argos, Idomeneo de Creta, Cínaras de Chipre, Patroclo de Ptía, Palamedes de Eubea, Áyax de Salamina, su hermanastro Teucro el Arquero y Ulises de Ítaca. Todos le habían llevado valiosos regalos. Todos menos Ulises. Como no tenía ninguna esperanza de salir victorioso, se había presentado en palacio con las manos vacías. Sin duda alguna el esposo escogido sería Menelao, hermano del rey Agamenón de Micenas, que se había casado con Clitemnestra, la hermana de Helena.
Macu: A ver… no nos liemos… Ya sé que tenía muchos pretendientes, pero Ulises en realidad es un mentiroso siempre… porque él se quería casar con Penélope, que era una prima de Helena…
Araceli: Otra vez está pasando lo mismo… Esto cada vez se parece más a un reality de la tele… vaya lío de famoseo y de quién con quién…
Macu: Que no… que esto tiene mucho más nivel… son dioses, reyes, héroes… ¿Sabes cómo Ulises logró que el rey Tindareo le prometiera la mano de Penélope?… Pues a cambio de explicarle el truco de cómo evitar una pelea entre tanto príncipe enloquecido por la belleza de Helena… Fíjate qué listo era Ulises:
Carlos/Ulises: He aquí lo que tienes que hacer: obligarles a jurar que defenderán a quien quiera que se convierta en marido de Helena contra todo aquel que envidie su buena suerte.
Macu: Y bueno, así fue, que su padre pudo casar a Helena con quien él quería: Menelao, a quien nombró heredero de Esparta. Y eso hubiera sido todo… pero ya sabes… Cuando ya eran reyes de Esparta Menelao y Helena, llegó de visita Paris, hijo del Rey de Troya, vio a Helena y el encuentro fue irresistible… hubo rapto… Y se lió la de Dios…
Araceli: Bueno, bueno… Lo del rapto ya hemos visto que es un mito… Helena se fue con Paris por su propia voluntad… Por cierto, que se llevó los tesoros del palacio y abandonó allí a la hija que había tenido con Menelao: Hermíone… Hummm… un poco lagarta la tal Helena…
Macu: Hija… pareces una tertuliana con mala baba… Recuerda que en el amor y en la guerra… todo vale.
Araceli: Bueno, pero a lo que íbamos… ¿Qué paso con Helena al acabar la guerra y quedar destruida Troya?
José: A ver… Resumo: después de que muere Paris, los troyanos podían haber devuelto a Helena a su marido Menelao y la guerra habría acabado… pero Príamo, el rey de Troya, ya en las últimas, no podía soportar la idea de devolvérsela a Menelao… Y fue un grave error, porque sus otros hijos empezaron a reñir porque todos querían casarse con ella… Y… Justo entonces Helena empieza a recordar Esparta y a Menelao y se intenta escapar una noche.
Araceli: Fíjate tú… qué oportunista…
José: No se escapa. La descubren y entonces Deífobo, un hijo de Príamo, se casa con ella por la fuerza… Y justo entonces es cuando a los griegos se les ocurre la estratagema del caballo de Troya… En resumidas cuentas, que los griegos entran en Troya, lo saquean todo y Menelao corre, acompañado de Ulises, al palacio donde sabe que está Helena con su nuevo marido, Deífobo… Para matarlos a los dos…
Julián/Narrador: El príncipe Deífobo, que era un magnífico espada, defendió su vida frente a Ulises y Menelao en las escaleras de su propio palacio, y los hubiera matado a los dos si Helena, bajando en silencio, no hubiese apuñalado por la espalda a su nuevo y odiado esposo… Menelao tenía la intención de degollar a Helena, pero, dándose cuenta de que todavía la amaba, guardó su espada y la condujo sana y salva a las naves.
Macu: Todavía la amaba y… Hombre, y además le acaba de salvar la vida… tenía que estar agradecido…
Araceli: Bueno, bueno, bueno… realmente excepcional lo de esta señora… Tiene enamorado a su antiguo marido, a Paris que ya ha muerto… mata al nuevo que no le gusta… y con todo eso y todo y todo… todos siguen… seguimos… hechizados por ella…

José: Así es… y seguirá siendo… Pero estábamos en que los griegos vuelven entonces a casa… unos antes que otros… Ulises, por ejemplo, rey de Ítaca, tarda más de veinte años en regresar… los diez que duró la guerra más los diez que le duró el camino… porque le pasan todas las aventuras de La Odisea…
Araceli: Qué barbaridad… ¿Y Helena y su marido?
José: Cada uno de los otros reyes griegos va teniendo sus aventuras a la vuelta… Menelao y Helena vuelven a Esparta… pero los dioses impiden una y otra vez que lleguen… porque Menelao no les ha hecho los debidos sacrificios… y el viento les lleva a Creta, a Egipto… de acá para allá por el Mediterráneo… Y ¿sabéis qué? Pues que en todas partes la bellísima Helena siguió teniendo un éxito irresistible… hasta el final…
Macu: Sí, eso lo sabía yo porque lo recoge Robert Graves de diversas fuentes griegas y latinas…
Julián/Narrador: Pasó ocho años en los mares meridionales, porque cada vez que intentaba regresar a su país, una nueva tormenta volvía a empujar sus naves hacia la orilla. Pero Atenea permitió que visitara Chipre, Fenicia, Etiopía y Libia, lugares todos en cuyas cortes reales fue bien recibido gracias a Helena; pues, aunque a ésta ya le había pasado la edad de tener hijos, seguía hechizando a todo aquel que se fijaba en ella.
Macu: Ya ves… sin ser diosa… desde que nació y hasta el final les tuvo hechizados a todos…
Araceli: ¡Hay mujeres así! Como diosas… y ella era en realidad hija de Zeus… y una especie de doble, en carne mortal, de la propia Venus-Afrodita…
Macu: También tenemos gente del Olimpo que no tienen tanta suerte… aunque sean guapas y poderosas… Fíjate en Calipso… la hija de Atlas, una reina-diosa de varios mares que vive feliz en su palacio, en una isla remota…

Araceli: Oye… pero… ¿Tenemos tiempo para una aventura más? Quiero saber qué le pasa a Calipso…
Macu: Creo que sí… esta es cortita… más de lo que ella hubiera querido.
José: Os cuento entonces… La hermosa Calipso ama a Ulises… que a la vuelta de la guerra de Troya ha naufragado en su isla y allí se queda con ella… pero Ulises, además de seductor, es muy tramposo… un cuentista… y después de unos pocos años, al final, se pasaba el día en la playa, añorando Ítaca… y a Penélope…
Araceli: Es que cuando la seducción se acaba… no hay nada que hacer… y menos aún si gente como tú, Zeus, el Dios máximo, se pone en contra y decide que Ulises sea liberado del amor de Calipso y que vuelva a Ítaca…
José/Zeus: Era lo mejor… Le encargué a mi hijo Hermes que llevara el recado a Calipso… nada, que tenía que dejarle ir:
Ángeles/Calipso: ¿Por qué, oh, Hermes, el de la vara dorada, venerable y querido, vienes a mi morada? Antes no solías frecuentarla… Sois, oh dioses, malignos y celosos como nadie, pues sentís envidia de las diosas que no se recatan de dormir con el hombre al que han tomado por esposo. Así, cuando la Aurora de rosados dedos arrebató a Orión, le tuvisteis envidia vosotros los dioses, que vivís despreocupados, hasta que la casta Artemis, la de trono de oro, lo mató en Ortigia alcanzándole con sus dulces flechas. Así mismo cuando Deméter, la de hermosas trenzas, cediendo a los impulsos de su corazón, juntóse en amor y cama con Yasión en una tierra labrada tres veces, Zeus, que no tardó en saberlo, mató al héroe abrasándole con el ardiente rayo… Y así también me tenéis envidia, oh dioses, porque está conmigo un hombre mortal, a quien salvé cuando bogaba solo y montado en una quilla, después que Zeus le hundió la nave, en medio del vinoso ponto, arrojando contra la misma el ardiente rayo. Allí acabaron la vida sus fuertes compañeros; mas a él trajéronle acá el viento y el oleaje. Y le acogí amigablemente, le mantuve y díjele a menudo que le haría inmortal y libre de la vejez por siempre jamás… Pero ya que no le es posible a ningún dios, ni transgredir ni dejar sin efecto la voluntad de Zeus, el que lleva la égida, váyase aquel por el mar estéril, si ése le incita y se lo manda; que yo no le he de despedir, pues no dispongo de naves provistas de remos, ni puedo darle compañeros que le conduzcan por el ancho dorso del mar, aunque le aconsejaré de muy buena voluntad, sin ocultarle nada, para que llegue sano y salvo a su patria tierra…
Macu: Qué buena Calipso… obedece a Zeus y libera a Ulises…
Araceli: No está ni medio claro que Zeus sea de verdad inmortal como él se cree… Ya nadie le hace ofrendas ni nada…
Macu: A mí el que me parece inmortal de verdad es Ovidio… y Tiziano… y gente así, como esos artistas…
Araceli: Pues sí, porque desde que imaginan y escriben, o pintan, sus obras maestras hasta nuestros días siguen en nuestra vida, alimentándonos… desde siempre… ¿no es eso lo más eterno que conocemos?

Macu: Completamente de acuerdo…
Araceli: Aunque por otro lado también tengo una sensación rara… ¿No te parece que es como si hubiéramos estado en un Sálvame de lujo?
Macu: Ya te digo… Ya verás el próximo jueves 6 de mayo… Te voy a llevar a la ópera. A ver qué sensación te queda.
Araceli: ¡Uy!… ¡Encantada! Ahí estaremos.
Todos: ¡Buenas tardes a todos!
Mínima nomenclatura para no liarse
Los nombres de los dioses del Olimpo y de muchos héroes y protagonistas que vamos a citar suelen ser dos, en griego se llaman de una manera y en latín de otra… Usaremos los dos indistintamente, a veces los dos, otras solo uno… reseño aquí las equivalencias y de qué se ocupan para tenerlo claro:
Zeus – Júpiter (dios del cielo y máxima autoridad en el Olimpo).
Hera – Juno (diosa del matrimonio y la familia).
Palas Atenea – Minerva (diosa de la guerra, la sabiduría, la civilización, la estrategia, las ciencias, la justicia… la hija favorita de Zeus).
Ares – Marte (dios de la guerra y la virilidad, hijo de Zeus).
Hefesto – Vulcano (dios del fuego, la artesanía, etcétera, controla las armas, hijo de Zeus).
Hermes – Mercurio (dios mensajero, de los viajes, las fronteras, el comercio, la astucia, los espías, etcétera, tiene alas en los pies, hijo de Zeus).
Afrodita – Venus (diosa del amor, la belleza, la sensualidad… Nace del mar).
Artemisa – Diana (diosa de la caza y la naturaleza, hija de Zeus y hermana melliza de Apolo, tiene una secta de ninfas, es bisexual).
Apolo – Apolo (dios de las artes, la belleza, la perfección, y de la luz -se confunde con Helios dios del sol- de las enfermedades y la curación, líder de las Musas, bisexual como su hermana).
Poseidón – Neptuno (dios del mar, los terremotos, las tormentas, etcétera, hermano de Zeus).
Hay muchos más, pero no salen en este guion…
Encuentros de lecturas dramatizadas – Primavera de 2021. Casa de la Cultura/ Valdemorillo, Madrid. Aquí se puede seguir la lectura dramatizada que se celebró el jueves, 22 de abril de 2021, a las 19 horas, en vídeo.
Lectores: Araceli González Campa, Julián Salgado, José Francisco Serrano, Carlos Álvarez, Ángeles Bazán, Ebbaba Hameida. Guion y presentación: Macu de la Cruz.
Bibliografía para este encuentro:
Las metamorfosis, de Ovidio.
La Ilíada y La Odisea, de Homero.
La guerra de Troya, de Robert Graves.
Romeo y Julieta y El sueño de una noche de verano, de Willian Shakespeare.
Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes.