(Os mostrábamos hace poco la primera parte de esta loa, ese papel que encontramos escrito a mano y tirado a las puertas de un teatro. Aquí llega la segunda parte.)
Y ahora voy a lanzar algunas preguntas sin necesidad de que me respondan. Algunas preguntas de esas que me surgen de vez en cuando:
– ¿Sabían que la frase «¿y cómo lo hace para aprenderse todo ese texto?» está desgastada?
– ¿Sabían que el importe que han pagado por la entrada es entre una 3ª y una 4ª parte del coste real de cada entrada, en condiciones ideales?
– ¿Sabían que los actores en una sala tan pequeña se dan cuenta de todo lo que sucede en las butacas?
– ¿Sabían que los actores también tienen sentimientos? ¿Y que algunos tienen muchos sentimientos?
– ¿Sabían lo que es una loa? ¿Sabrán buscarlo en el móvil AL TERMINAR LA FUNCIÓN y decírselo a sus amigos?
– ¿Sabían que la función de hoy será distinta de la de mañana?
– ¿Sabían que silenciar el móvil no es lo mismo que apagarlo?
– ¿Sabían que dejar el vibrador del móvil activo no es lo mismo que apagarlo?
– ¿Sabían que no es un capricho el pedirles que apaguen el móvil, y que cuando se lo pedimos, nos referimos al máximo grado de apagado del móvil, es decir, DEL TODO, DEL TODO?
– ¿Sabían que si reciben una llamada cuando están cerca de un altavoz, aunque tengan el teléfono en silencio, sonará en el altavoz?
– ¿Sabían que cuando les pedimos que apaguen el móvil sabemos perfectamente que la mitad no lo va a hacer y ni siquiera va a comprobar si lo tiene sin sonido?
– ¿Sabían que, a pesar de que lo decimos todos los días varias veces, en 3 de las 4 funciones semanales suena como mínimo un móvil, ya sea en modo musiquilla o vibración?
– ¿Sabían que a veces nos lo ponen muy difícil?
– ¿Sabían que a veces decimos «el público de hoy era maravilloso»?
– ¿Sabían que a veces decimos «el público de hoy estaba pintado»?
– ¿Sabían que a pesar de todo esto que estoy diciendo, sin público no podría haber función?
Muchas gracias por venir, APAGUEN sus teléfonos móviles, y disfruten del espectáculo.
@nico_guau