Hoy comenzaba Madferia, la feria de artes escénicas que se celebra en Madrid todos los años en enero, y que ya va por su undécima edición. En ella se programan 17 espectáculos de teatro, danza, teatro musical, infantil, etc., para que los programadores decidan si los contratan o no para sus respectivos dominios. Además, la feria se completa con talleres, charlas, güorquinprogres… Cuatro días muy surtidos de actividades. Pero entre todo lo que está programado, desde nuestro gallinero hemos sentido una gran debilidad por un espectáculo concreto. Y no es porque pensemos que sea mejor o peor que el resto; en este blog, ya lo sabréis, no escribimos críticas de espectáculos… Realmente no lo habíamos visto y ya pensábamos que preferíamos ese por encima del resto. Como avance podemos decir que el programa de mano es un rollo de papel higiénico:
Supongo que a estas alturas muchos sabréis que en El gallinero consideramos los baños de los teatros como una parte muy importante de los mismos, si no la que más. (Por cierto, desde hoy estamos también reflexionando acerca de las señoras de la limpieza de los teatros, o diré equipo de limpieza, por no ser sexista…) Pues bien, hace unos días miré la programación de Madferia y encontré un espectáculo llamado Punto muerto, de la compañía Conrostro. Así, al primer golpe de vista, no tiene mucho de particular… Duración breve (22 minutos), con un actor (Jordi Buisán), un director (Rubén Cano) y una autora (Blanca Doménech); algo llamativo es que se inscribe dentro del género «teatro invasivo», al que quizá otro día podamos dedicar más líneas, porque lo verdaderamente relevante para El gallinero no es eso, sino el lugar en que se puede ver Punto muerto. Le pregunté por vía electrónica hace días a la señorita Doménech en qué consistía el ‘teatro invasivo’, y en su respuesta me instaba a ver la obra, pues se situaba en un espacio que me iba a gustar, según decía. Pero ni con esas indirectas, aún no me daba cuenta de lo relevante del asunto…
Iré al grano. Lo estáis deseando… ¿O quizá lo imagináis…? Sí, Punto muerto se puede ver en un baño de un teatro. ¡Una obra de teatro en un baño! ¡En ese baño que he visitado tantas veces…! ¡En ese váter que he usado en innumerables ocasiones! ¡Al lado de los mismos urinarios que suelo utilizar cada vez que acudo al Matadero! ¡Frente a esos 2 lavabos bajo el espejo que da tanto juego en Punto muerto…! ¡Una obra de teatro en un baño! Me ha dicho el señor Buisán, el actor, que ya la habían estrenado en el Fringe, hace tiempo, y que las fotos promocionales son en ese mismo baño, frente a ese espejo. Esto me lo ha contado cuando, por la tarde, tras los pases de justo antes de comer, ha ido a colgar un cartel, y se ha encontrado con la inauguración de Madferia… Me ha enseñado el cartel:
Así que esta mañana, en cuanto pude liberarme de mis actividades caninas (soy un perro, no se debe olvidar eso…), corrí al Matadero… Corrí tan rápido como mis patas de dálmata me lo permitieron, para llegar a tiempo de ver Punto muerto. Mañana miércoles también se podrá ver, pues tienen que hacer varios pases, ya que en ese espacio no caben demasiados espectadores. Realmente había quedado en saludar a la señorita Doménech el miércoles por la tarde, pero ella comprenderá… ¡Una obra de teatro en un baño, la tenía que ver yo cuando antes! ¡Por eso he ido el martes por la mañana…! ¡Tal vez vaya de nuevo el miércoles por la tarde, lo estoy pensando!
Las funciones de estos 2 días, dentro de Madferia, son para programadores, pero tal vez próximamente el público normal pueda ver al señor Buisán «enfrentarse a solas, en el servicio del baño donde trabaja, a una pregunta crucial: ¿es hoy el día de acabar con todo?»… Tal vez próximamente Punto muerto se pueda ver en algún otro baño de otro teatro. Programadores, pensadlo bien; ¿no tendréis en vuestro teatro un sitio ideal para hacer esta función?
¡Larga vida a Conrostro, que hace teatro en los baños de los teatros!
¡Viva el teatro en los baños de los teatros!
nico guau
