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Mientras tantoLos mejores pianistas menores de jazz

Los mejores pianistas menores de jazz

El señor Alpeck va a la ópera   el blog de Andrés Ibáñez

Casi que las listas de «mejores», donde siempre brilla el sol, me atraen las listas de «menores», donde uno puede encontrar desconocidos o replantearse viejas categorías.

 

JOHNNY GUARNIERI

 

Claro que no es Teddy Wilson, pero nunca he entendido por qué Johnny Guarnieri no es más famoso. Sobre todo por el disco que tiene con Lester Young, donde Lester toca una versión impresionante de «These Foolish Things» y Guarnieri proporciona acompañamientos y solos impecables.

 

DODO MARMAROSA

 

Normalmente, Dodo Marmarosa no suele decepcionar. Es un pianista extraño y era una persona extraña y tiene una historia extraña. Dodo Marmarosa surge del mundo del swing, adopta el lenguaje del bebop (aunque conservando una orientación melódica y lírica), hace algunas grabaciones con el propio Charlie Parker y luego desaparece. Reaparece en los 50, graba algunos discos más y luego desaparece de nuevo. Complete studio recordings es una buena introducción a su arte, aparte de las clásicas grabaciones con Charlie Parker.

 

ARGONE THORNTON

Pianista misterioso, él asegura que estuvo en la célebre sesión en que Charlie Parker grabó «Koko», «Meandering», «Billie’s Bounce» y otras maravillas, sin duda el día individual más importante de toda la historia del jazz. Nadie recuerda que él estuviera allí, pero dado que hay problemas para localizar al pianista de alguna de las grabaciones, es bien posible que sea a él a quien escuchamos. El pianista de «Meandering», sin embargo, es en realidad Dizzie Gillespie.

 

STEVE KUHN

 

Siempre en un discreto segundo plano, y nunca muy lejos del lenguaje del bebop, Steve Kuhn tiene varios discos realmente preciosos como, por ejemplo, Two by Two con Steve Swallow, magníficamente grabado, con bonitos solos y con lo que es casi más raro, bonitos solos como, por ejemplo, «Ladies in Mercedes», una insidiosa samba que uno desea escuchar una y otra vez. Otro disco precioso es Oceans in the Sky con Miroslav Vitous y Aldo Romano. «Lotus blossom» es un ejemplo de cómo toca Steve Kuhn cuando toca bien.

 

ESBJIÖR SVENSSON

Su mayor pecado es la indulgencia en interminables riffs de rock, esa clase de cosas con las que está tocando se lo pasa pipa y el que escucha acaba más aburrido que una mona. Tiene un toque delicado y algo plano y es posible que le falte algo de garra y de nervio, pero Winter in Venice, por ejemplo, es un gran disco de trío de piano.

 

STEFANO BOLLANI

 

En la larga estela de Keith Jarrett (como el pianista anterior), Bollani tiene una personalidad indudable y además es capaz también de crear líneas tan poderosas como sinuosas en sus improvisaciones. Por ejemplo, el magnífico «Nature boy» de «Mi ritorni in mente».

 

JAN JOHANSSON

 

Uno de los grandes músicos suecos de jazz, Johansson grabó una serie de magníficos discos en los años 60, especialmente dos discos donde utilizaba como base de la improvisación canciones populares suecas y canciones populares rusas. Pero a mí me gustan más sus discos más puramente jazzísticos: Blues in octaves y quizá su obra maestra 8 Bitar / Innertrio. Sus improvisaciones son sorprendentes, enormemente limpias y elegantes, y siempre parecen surgir de ideas nuevas, lejos de los patterns que son la maldición del jazz.

 

MARILYN CRISPELL

 

No es que sea una desconocida precisamente, pero tampoco está en la liga de los Thelonious y los Peterson. Tiene unos cuantos discos muy free que la alejan (perdónenme, por favor) del área placentera de la escucha musical, pero tiene luego varios discos preciosos como, por ejemplo Amaryllis con Gary Peacock y Paul Motian donde experimenta, entre otras cosas, con un tipo de improvisación que tiene mucho que ver con el arte de los músicos de tecla ingleses del renacimiento. Y «Dear Lord» de su disco For Coltrane. Una maravilla.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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