Trazar nuevos caminos es el título de la exposición con la que el pintor nacido en Lobito, Angola, en 1953, regresa a su galería madrileña, Fernández-Braso. Despoina Tzanou, comisaria, escritora e investigadora independiente que reside entre Atenas (Grecia) y Braga (Portugal), y autora del texto del catálogo dedicado a Luís Coquenão, apunta, entre sobre estos nuevos caminos: “La muestra gira en torno a tres métodos de creación esenciales: la verticalidad, la horizontalidad y la circularidad, cada uno de ellos arraigado en las propiedades simbólicas y químicas del agua. El proceso vertical usa la fuerza de la gravedad para crear diseños semejantes a nubes y paisajes parecidos a montañas. El proceso horizontal, en cambio, emplea la inmiscibilidad [según Wikipedia, “incapacidad de algunos líquidos para mezclarse en cualquier proporción, formando una solución homogénea”] del aceite y el agua para desarrollar formas fractales que recuerdan a mareas o a vertidos de petróleo. La circularidad conecta estos dos procesos como un símbolo de transformación y flujo. La gestualidad de Coquenão al crear un cuadro refleja una visión holística conformada tanto por la intención del artista como por la impredecibilidad de la naturaleza. La pintura se convierte así en una conversación con el entorno en la que el control se equilibra con (y a través de) la aceptación del caos”. Tras Paisajes de tinta, que ocupó el aire de la galería en 2017,  esta muestra supone un paso más allá de esos “paisajes que se consumen, se erosionan hasta tornarse definitivos”, como escribió en el anterior catálogo el comisario y escritor David Barro. O, para Despoina Tzanou, “un cuadro único que recuerda a las imágenes del flujo de las mareas o de los derrames de petróleo”. Términos como “erosión”, “sedimento”, “estratificación” o “marea”, señala la propia galería, encajan con el arte de este pintor vive y trabaja en Vila de Prado, Portugal. Frecuentó la Escuela de Bellas Artes de Lisboa, estudió Filosofía en la Facultad de Braga y lengua y cultura chinas en China entre 1992 y 1997. Admirador de Tàpies, influido por la filosofía de Jean Gebser, fue asistente para proyectos en España y Portugal del artista Richard Long.

Dónde: Galería Fernández-Braso, Madrid, España

Cuándo: Hasta el 12 de enero