Necesitaba unas vacaciones, así que me las he tomado y hace tiempo que no me asomo a esta ventana, pero ya estoy de vuelta.
Va para un año que murió Lou Reed y no nos olvidamos de él. Las vueltas que da la vida. En julio de 1973 publicó su tercer disco titulado “Berlin”. Es un disco oscuro que contiene todas las esencias del poeta neoyorquino y algunas curiosidades como, por ejemplo, que el Hammond lo grabó Steve Winwood.
“Berlin”, una obra completa al uso de tantas otras de la época, canta la historia de la prostituta Caroline y el proxeneta maltratador Jim.
Creo que nunca llegó a interpretar el álbum completo en directo hasta 2007, que lo hizo con orquesta y coros y fue grabado por el director de cine Julian Schnabel y publicado en 2008.
Pues para algunos fue un desastre, como el periodista Stephen Davis, de la revista “Rolling Stone”, que escribió que “lleva al oyente a través de un submundo de esquizofrenia, paranoia, degradación, violencia anfetamínica y suicidio” y cerró su crítica con una significativo “goodbye, Lou”, anunciando el final de un músico que tenía una prometedora carrera por delante. Pues se equivocó. Como tantos otros que no saben reconocer la importancia de artistas que trascienden el ámbito en el que se expresan.
Lou Reed -“Berlin”-, ha vuelto a romper ese ámbito y se ha vuelto a subir a un escenario, pero de teatro. El director de teatro Andrés Lima, con textos de Juan Villoro, Juan Cavestany y Pau Miró inspirados en el álbum, ha elaborado un montaje teatral titulado “Desde Berlín”, protagonizado por Nathalie Poza y Pablo Derqui. Ella toca el piano en directo y él la guitarra eléctrica para hacernos llegar la forma de ver la vida del rockero neoyorquino y la influencia que ha tenido en tantas generaciones. Al menos esto es lo que pretende Andrés Lima. La obra se ha estrenado en el Teatro Romea de Barcelona, después irá a Valencia y después llegará al Teatro del Matadero de Madrid, será entonces cuando os cuente si, desde mi punto de vista, lo ha conseguido.
Lo que sí ha conseguido el señor Lou Reed, a pesar de los catastrofistas vaticinios de críticos como Stephen Davis, es trascender el ámbito de su vida con su obra. Y eso sólo lo consiguen los maestros.
@Estivigon