No es que alguien los vaya a recibir con machetes, algo que merecerían de sobra, sino que se está cumpliendo algo que ya estaba tan a la vista que un servidor ya lo dejó escrito: que en las postrimerías del régimen del general-presidente Obiang habrá un recrudecimiento de la represión. ¿Razones?, las conocidas. Este repunte tiene que ver con el hecho de que Obiang, como estalinista o prosoviético que es, tendrá los mandos del poder hasta que no pueda moverse de una cama. Pero sabe que esta eventualidad puede no darse, o sea, que muera todavía con ciertas facultades, así que está ahora abonando el camino para que el cambio de cromos sea digerido por la población. Hace poco mató a un hombre al que sacaron de Camerún con engaños, habiendo sido acusado anteriormente de una intentona golpista. Es decir, en la Guinea de esa gente si intentas, y aunque no llegues a nada, porque los tres países fronterizos son compinches, puedes acabar bajo tierra sin ningún miramiento. Pasó con 4 personas secuestradas en Benín y fusiladas sin contemplaciones tras ser acusadas de lo mismo que le preocupa a la gentuza esa del poder, un golpe militar.
Ah, esto lo debe saber la CPLP, esa comunidad de lengua portuguesa que, sin ningún rubor, admitió en su seno a Obiang con razones hoy desconocidas. (Cuando se iba a producir esta aceptación, ciertas personas decentes de Portugal nos hicieron ir y ahí les dijimos tres cosas: que Obiang sería aceptado, pues en la sala había mucha gente que estaba a su servicio para que se le aceptara y que en Guinea no abolirán la pena de muerte porque siempre habrá asesinatos extrajudiciales. Todo esto es la realidad de hoy. Estamos hablando de la aceptación de Obiang porque en una entrevista con un medio portugués le dije la verdad que había a la entrevistadora, que si el portugués fuera la lengua oficial de Guinea la entrevista aquella la estaríamos haciendo en esa lengua)
Ocurre que desde que el mundo es mundo y los hombres se han organizado en torno a sus intereses, si se asume que el poder político se alcanza con la fuerza, entonces cualquier defensor de este poder podrá carecer de otras credenciales, sociales, educativas, académicas, sólo ha habilidad de ponerse el servicio del poder. Todavía hay adultos que desconocen el valor de la democracia, pero este hecho es uno de sus pilares. Este hecho de que apoyar el poder conseguido por la violencia sea el único aval para alcanzar el ascenso social se da en todos los sitios en que ha habido dictadura, como España, Chile, Argentina, Uganda, Gabón, etcétera, y la realidad es que todos los que han sido algo en la familia de Obiang, todos, son unos ignorantes, empezado desde el mismo general, del que se supo que fue el último de su promoción. En realidad, fue admitido en el curso de oficiales por cierto enchufe. Ahora los brujos que merodean el entorno del presidente están soplando y frotando la cabeza de Nguema Obiang porque en breve será proclamado, y la población cree que no tiene ninguna formación, ya siendo general del ejército.
Pero esta población tampoco está formada, y en un asunto como el español, la lengua oficial de Guinea, los guineanos escolarizados tienen peor nivel que cameruneses y gaboneses de su mismo grado. Como lo probable es que cualquier avergonzado responda que el español no es una lengua africana, nos apresuramos a decirles que tampoco escriben en ninguna de las lenguas maternas que debieron aprender de chiquitos. Con este desconocimiento, qué saben los guineanos, en qué creen. En idioteces. Para una gran mayoría, la unidad de Guinea es un tema sobre el que no hay que hacer ninguna concesión, cuando objetivamente la unidad por la que darían la vida no aporta nada positivo a sus vidas ni a sus comunidades. Otra cosa en la que creen mucho es el arremolinamiento en todo a un líder que prometiera cualquier cambio con la condición inexcusable de que la silla vacante la ocuparía él. Evidentemente, pueden ser líderes sin valía académica, pero sus seguidores suelen ser unos ignorantes. Y es que el empecinamiento en el proselitismo político sin acción callejera da cuenta de la inutilidad de su actividad. A propósito de ello, hace unos años que llamamos la atención a un líder que se enorgullecía de los más de 20 mil militantes de su partido, haciéndole ver que carecía de sentido que tuviera aquella actitud si aquellos militantes no harían acto de presencia en caso de que la situación lo requiriera. Y aquello ocurrió cuando convocaron a una manifestación y sólo acudieron cincuenta personas.
Como ya dijimos en otro contexto, es urgente que los guineanos crean en el poder de la ciencia y se abonen, como se suele decir, a las ventajas del saber. Esto hará que descubran las bondades de la meritocracia e impidan que los arremolinados en torno al poder alcancen cotas altas del mismo solamente por este hecho. Entonces los dirigentes no tendrán a ningún parásito que alabe sus abusos y podrán ser sometidos a la justicia, que es la manera científica de restituir el equilibrio para mantener la armonía en la sociedad. Desde hace 50 años, cada día de vida en Guinea exige la urgencia de una acción para poner fin a este régimen y poner las bases para impedir que este parasitismo no vuelva a repetirse. Pero estando en lo que estamos, lo común es recibir palos, como está ocurriendo ahora mismo. Ah, los guineanos, aparte de las idioteces mencionadas antes, creen en Dios. Pero esto no les salva de la servidumbre en la que están sometidos desde hace largos años.
Barcelona, 17 de septiembre de 2022