MANERAS DE CRUZAR UN RÍO
Último viernes del mes de julio
Crece la peste por el mundo entero
Hay muchas formas de cruzar un río.
Si fuera estrecho y poco caudaloso
sería dable atravesarlo a nado
o vadearlo con el agua al cinto
por donde arena y fango casi afloran.
Si el lecho es ancho hará falta una barca
y un barquero con pértiga de álamo,
o una barcaza para que desciendan
en la otra orilla las cabalgaduras.
Pero si el río es grande y su corriente
se precipita turbia y traicionera,
y su cauce sembrado está de rocas
que partirían balsas y almadías,
solo puede cruzarse haciendo un puente.
En el peregrinar de nuestra especie
hollamos hoy la vera de ese río
que ahoga campamentos y personas.
Quizás un hombre solo
nadando alcanzaría el otro lado;
y varios, juntos, construir sabrían
alguna embarcación para los suyos.
Mas si es preciso levantar un puente
para que todos, niños, viejos, albas,
ganen a salvo la ribera opuesta,
si es necesario levantar un puente,
como lo es hoy, de piedras o lianas
(los vi hacer en la selva de Guinea)
o duro metal, hace falta un pueblo.
El pueblo que no aprende a abrirse en puentes
termina convertido en estuario.
Gonzalo Sánchez-Terán