Decidí seguirla. A ver, no es que hiciera las mejores preguntas, pero me pareció divertida la forma en que se puso a atizarme con el paraguas la semana anterior, cuando la pillé entrevistando a Josete Corral. Y sobre todo me encantó cómo empezó a gritar que odiaba a los pájaros. ¡Y yo también!”, pensé. Así que averigüé dónde vivía, me coloqué estratégicamente detrás de un árbol, para pasar desapercibida (soy un avestruz), y en cuanto salió de casa, la seguí. Bajó la calle Embajadores, llegó a la glorieta, fue directa hacia la calle de Cuarta Pared. Entró en un bar, saludó a Asu Rivero, que ahora os cuento quién es, se sentó a la mesa en que ella estaba tomando un té, sacó su móvil para grabar las respuestas, y empezó a preguntar.
Rota. Frida frente a Frida – foto de David Pérez y Javier Sánchez-Guerrero
JULIA.- – ¿De qué habla Rota. Frida frente a Frida?
ASU.- Habla de la parte humana y el interior de una mujer llamada Frida Kahlo, y habla sobre todo de su dolor, de todo su sufrimiento… Pero, a pesar de ello, lo que la salvó también fue su humor. Todo parte de su cuadro La columna rota, que ha sido como mi disparadero creativo a la hora de haber escrito sobre Frida… Su vulnerabilidad frente a su fuerza, esos dos polos tan opuestos que tenía, pero que eran igualmente potentes. De eso quería hablar, de la parte humana, sin ir a los nombres de artistas famosos que la rodearon. Quería hablar más de su interior. Para mí Rota. Frida frente a Frida es un canto a la vida, una celebración de la vida a pesar de todo.
JULIA.- ¿Tú tienes un amigo o amiga invisible?
ASU.- Pues a mí me ha ocurrido algo a la inversa que a Frida Kahlo. Ella crea a su amiga invisible Casilda como modo de supervivencia, de resistencia a la vida. Yo siempre he tenido una amiga, en la vida real, que ahora se ha convertido en Casilda porque falleció hace año y medio, mi amiga Elvira. Mi Casilda es mi amiga Elvira, pero ha sido a la inversa. Yo la he tenido toda la vida en mi realidad, y ahora que se me ha ido es mi amiga invisible. De hecho, voy a visitarla, le pongo música y le hablo, y a mí me calma. Yo creo que Casilda en Frida es lo que para mí Elvira. Es lo mismo, pero ha ocurrido paradójicamente al revés.
Rota. Frida frente a Frida – foto de David Pérez y Javier Sánchez-Guerrero
Esta periodista, según investigué, se llamaba Julia López, pero le debía de parecer tan del montón su apellido, que se hacía llamar Julia Cotilla, porque hacía entrevistas de cotilla para una página web. Estábamos en un bar que hay frente a la Cuarta Pared, un poco más arriba, un bar que, según dijo alguien, habían remodelado hacía poco y ya se puede uno sentar sin mancharse. Yo me había pedido unas albóndigas porque tenía un hambre atroz. Ellas tomaban un té en la mesa de al lado mío. Julia aún no me había visto.
JULIA.- ¿Crees que la gente tiene más amigos o amigas invisibles de lo que pensamos?
ASU.- Yo no sé si un amigo o amiga invisible como tal, pero sí que tenemos salvavidas a los que agarrarnos para poder sobrellevar todo el dolor, y no solamente el físico, sino también el social. Entonces, yo creo que sí, que de alguna manera todos tenemos algo silencioso ahí, todos tenemos nuestra amiga invisible. Lo tenemos, pero lo que pasa es que no lo decimos, claro.
Pues tenía razón Asu, yo tengo una amiga invisible, se llama Lola, es avestruz, como yo. Le cuento mis cosas y a veces, invisiblemente, se viene conmigo al teatro…
JULIA.- ¿Qué significa Frida Kahlo para ti?
ASU.- Para mí, ante todo Frida Kahlo es mujer, es resiliencia, es resistencia. Es una reivindicación por la identidad. Nace en una sociedad muy patriarcal y lucha contra todos los convencionalismos de género. Para mí es como un tótem, un referente, sin que yo sea una fridómana. La fridomanía para mí tiene más que ver con el marketing, pero sí me parece que esta mujer es un referente. Yo a veces me sonrío y me digo “madre mía, si ella supiera todo lo que se ha generado después de que se ha ido…” Se echaría unas risas, yo creo. Como dice en un momento de la obra, “ahora que estoy a este lado de acá, ahora sí me entero que hay un enorme diluvio admirativo por la Fridita, pura pasión apasionada con la Fridita…” Maravilla, maravilla… Pues yo creo que sí, que se echaría unas risas…unas carcajadas…
Rota. Frida frente a Frida – foto de David Pérez y Javier Sánchez-Guerrero
Ya, me parece que voy a tener que ver la obra de Cuarta Pared, que acaba el día 7 de diciembre, porque realmente no sé mucho sobre Frida Kahlo…
JULIA.- Si te pudieras ir de cañas esta misma semana con ella, ¿qué le preguntarías?
ASU.- ¿Con Frida?
JULIA.- Sí, con Frida.
ASU.- Bueno, ¡eso sí que es una fantasía! Jamás se me hubiera ocurrido… Madre mía, si pudiera irme de cañas con la Fridita… Bueno, pues primero creo que tenemos cosas en común, me gusta la fiesta, me gusta estar rodeada de gente, me gusta mucho cantar e incluso tomarme algún que otro tequila. No soy muy de tequila, pero seguro que con ella me tomaría algunos. Y, fíjate, le preguntaría si alguna vez se hubiera imaginado que en 2024 se hablaría acerca de ella, de todo lo que ha generado después de su muerte. Si ella pensó en algún momento que su paso por la vida iba a dejarnos tanta vida, tanta vida eterna en cuanto a su arte y a su propia historia. Creo que ella también se sorprendería muchísimo.
JULIA.- Seguro.
ASU.- Quizá también me diría una frase que ella tiene, “sabemos cómo empieza la fiesta, pero no cómo acaba”… Esa es la Frida. Y yo, simplemente, sería como una gran oreja humana, y le diría “cuéntame, cuéntame Frida, cuéntame, cuéntame más”. Y yo creo que ella resumiría toda la conversación diciéndome “mi hijita, viva la vida con quien le dé vida, no hay otra”. Eso es lo que ella me diría. Pero, vamos, yo la escucharía, estaría todo el tiempo escuchándola. Pero sí que le preguntaría “¿te imaginaste alguna vez que después de tu vida, en la muerte, hubieras generado tanto, tanto, tanto?”
Hubo una frase que me gustó tanto, que tuve que pedirle a Asu repetirla. Ahí fue cuando se fastidió la tarde.
MANOLI.- Perdona, Asu, que iba a anotar la frase, pero no estoy seguro de si la he oído bien, ¿has dicho “mi hijita, viva la vida con quién le dé vida”?
JULIA.- ¡Aaaaaaaah! ¡Tú otra vez!
MANOLI.- Sí, es que he decidido seguirte.
JULIA.- ¿Cómo? Una pena no tener paraguas para atizarte pero bien, como la semana pasada…
MANOLI.- Pues eso será una pena para ti, no para mí.
JULIA.- ¡Camarero! ¿Desde cuándo dejan entrar avestruces en este bar?
MANOLI.- Oye, Asu, antes de que esta energúmena consiga echarme del bar, ¿tú me podrías conseguir una invitación para esta obra que has escrito y dirigido? Es que quiero saber más sobre Frida Kahlo, y con lo que gano vendiendo los huevos que pongo no me da…
Y ya no duré mucho más dentro del bar, porque Julia cogió una fregona de no sé dónde y empezó a darme con el palo. No me esperaba yo ese final de entrevista, desde luego. Bueno, como decía Asu, citando a Frida, “sabemos cómo empieza la fiesta, pero no cómo acaba.” Lo mejor de todo es que, como me echó, no pagué las albóndigas.
Manoli, el avestruz
Rota. Frida frente a Frida – foto de David Pérez y Javier Sánchez-Guerrero
Rota. Frida frente a Frida
Autora y directora: Asu Rivero
Reparto: Luciana Drago y Raquel Sánchez
Iluminadora: Nuria Henríquez
Escenógrafo y figurinista: David Utrilla
Asesores de dramaturgia: Quique y Yeray Bazo
Fotografía: David Pérez y Javier Sánchez-Guerrero
Producción y comunicación: Cuarta Pared
Del 21 de noviembre al 7 de diciembre de 2024 en Cuarta Pared