Iba yo persiguiendo a Julia Cotilla, la famosa y maleducada periodista, desde que salimos del metro en Sol. Ella iba al Teatro Español, y como la calle del Príncipe está cortada al tráfico (“como debería estar siempre”, dijo Julia), ahí tenía yo más espacio para perseguirla. Soy un avestruz, y corro muy deprisa, pero es que ella no hacía más que ponerme la zancadilla con su paraguas. ¡Maldita periodista! En fin, que una de las veces que me hizo tropezar, me estampé contra un árbol, me quedé atontada unos segundos, y ella se me adelantó. De todos modos, yo sabía a dónde iba. ¡Claro, iba a la cafetería del Teatro Español! Es que unos días más tarde se estrenaba en el Salón de los Balcones una de las pocas obras teatrales de Luisa Carnés, Cumpleaños, con dirección, adaptación y producción de Laura Garmo. Esa obra se estrenaba porque había otra de Luisa Carnés en la sala Margarita Xirgú, basada en una novela, llamada Natacha, que adaptaba y dirigía Laila Ripoll, quien ya había llevado a escena otra novela de Luisa Carnés, Tea Rooms.
Entré malhumorada y acalorada en la cafetería del Teatro Español. Ella estaba ya sentada a una mesa con una joven de pelo largo, y me acerqué sigilosamente, me senté en la mesa de al lado, y empecé a escuchar su conversación. Era Laura Garmo, la responsable de Cumpleaños.
Mamen Camacho en Cumpleaños – foto del Teatro Español
JULIA.- ¿De qué trata Cumpleaños?
LAURA.- Cumpleaños es un monólogo en el que Eva, ante la llegada de su cuarenta cumpleaños, toma la decisión de acabar con su vida. Es algo que lleva pensado desde hace tiempo, y no quiere dejar pasar un día más ante la llegada de este cumpleaños que no puede soportar. Está obsesionada con el paso del tiempo. Tiene que ver también con toda esta presión estética que sufren las mujeres cuando llegan a cierta edad. También recuerda a las que se les ha enseñado desde pequeñas que su función en la vida es ser madre y esposa, y que, cuando el marido tiene un amante y los hijos son mayores y ya no están en casa, sienten que se quedan solas, no entienden cuál es su función, o no encuentran salida a esa situación. En este caso, la salida que ve Eva es el suicidio.
Mamen Camacho en Cumpleaños – foto de Carlos Pascual
JULIA.- ¿Qué pensaste cuando te hicieron este encargo?
LAURA.- Me puse muy contenta por hacer una pieza nunca representada de Luisa Carnés, una autora que ha estado bastante olvidada y ahora se la está empezando a reconocer. Sin leerlo, ya me parecía muy interesante. También, hacerlo dentro del Salón de los Balcones del Teatro Español me motivaba mucho. Y luego, al leer el texto, me vi muy reflejada, porque a pesar de que ser una obra escrita hace muchos años, está hablando de cosas que las mujeres de hoy entendemos, así que empaticé mucho con ese personaje, y podía utilizar la obra de Luisa para contar algo que me parece importante a día de hoy.
Como podéis comprobar, al principio estuve calladita.
JULIA.- ¿Cómo abordaste el trabajo?
LAURA.- Elegí los temas que me parecían fundamentales en el monólogo y que me interesaba especialmente resaltar. La dramaturgia (en realidad muy poca) ha consistido en atraerla a la actualidad, o quitar palabras o expresiones que sonaban un poco antiguas. Luisa escribe esta obra en el exilio, y había referencias a México, pero me apetecía traerlo aquí, a Madrid, a una mujer de cuarenta y pico a día de hoy, con una vida quizá muy diferente a la mía, una vida burguesa, de madre, esposa, con hijos, con una persona que le limpia en casa… Pero una mujer con la que de alguna manera me podía identificar por su condición de mujer, por esta sensación de invisibilidad que tenemos las mujeres cuando llegamos a los 40, esta sensación de que el mundo deja de mirarnos…
No aguantaba más sin hablar.
MANOLI.- En el mundo avestruz también nos pasa, que cuando cumplimos 40 años…
JULIA.- Cállate, Manoli.
LAURA.- ¿Perdón? ¿Un avestruz hablándome?
JULIA.- Sí, pero ya se calla.
MANOLI.- Es que nosotras podemos vivir hasta los 60 años. Y no veas lo cansado que es poner un huevo gordo cada dos días durante tantos años… Porque yo pongo unos huevos muy gordos, ¿lo sabías?
Julia me dio un golpazo con el paraguas que llevaba. Yo me callé. Laura no sabía qué cara poner… Julia siguió preguntando para disimular. Laura siguió contestando sin saber por qué Julia me había dado un paraguazo.
Laura Garmo – foto de Marta Martí
JULIA.- ¿Por qué Mamen Camacho?
LAURA.- Mamen Camacho es una actriz increíble que me encanta. La conocí en La voluntad de creer, obra en que yo estaba de regidora y de ayudante de dirección de Pablo Messiez en los ensayos para hacer algunas modificaciones en el elenco. Se había ido Mikele Urrroz y entró Mamen Camacho a hacer su papel, que había traído el trabajo muy preparado y vi cómo en cinco días lo hizo crecer muchísimo. Me pareció una actriz muy trabajadora, responsable, talentosa y, además, una tía majísima. Se barajaron varios nombres, pero Mamen me pegaba mucho para esto y me apetecía trabajar con ella.
Mamen Camacho en Cumpleaños – foto de Carlos Pascual
JULIA.- ¿Cómo han sido los ensayos?
LAURA.- Pues una maravilla, con Mamen ha sido todo muy fácil, nos entendemos muy bien. También ella está en esa edad y entiende los conflictos que estamos trabajando. Yo me he encargado de la producción, porque para las propuestas del Salón de los Balcones, el Teatro Español te da un dinero y tú te encargas de la producción… Eso está siendo un poquito más arduo, aunque ya estoy acostumbrada… Es la parte que menos me gusta, y me quita mucho tiempo de pensar en la creación, que es lo que realmente me gusta. Pero me estoy pudiendo tomar con calma este proyecto, lo estoy disfrutando mucho y estoy muy contenta con lo que está saliendo. Espero que al público también le llegue.
MANOLI.- Si me consigues una invitación, te digo lo que me parece.
JULIA.- Qué caradura eres.
MANOLI.- Bueno, te cuento lo que pasa, Laura, es que no me puedo colar como mis amigos murciélagos, porque soy un avestruz muy grande y muy guapa, y tengo entonces que pagar la entrada, pero mi única fuente de ingresos es vender mis huevos gordos y robar, pero lo de robar lo hago poco…
En ese momento Julia me intentó dar un paraguazo que esquivé. Y dio con el paraguas en la pared, dejando un gran agujero. Si vais a la cafetería del Español, os animo a buscar el agujero, debajo de uno de los grandes carteles de obras que han pasado por allí. Ella siguió preguntando.
JULIA.- Si te pudieras ir de cañas esta misma semana con Luisa Carnés, ¿qué le preguntarías?
LAURA.- Pues mira, si me fuera con Luisa de cañas, le preguntaría por qué no imaginó una salida alternativa para estas mujeres. Ella relata mucho la opresión, tanto en el espacio del trabajo con el patrón explotador, como en el matrimonio con el marido. Habla de la mujer sometida, y en muchos de los casos, el suicidio como única forma de rebeldía. Nosotras en Cumpleaños lo tratamos así, además, como una decisión rebelde que toma esa mujer, pues no encuentra salida en la vida que tiene. Yo entiendo que en esa época una mujer no se podía divorciar, o no se podía sublevar ante el patrón si estaba pasando hambre, pero me gustaría preguntarle: ‘¿No imaginas, Luisa, un mundo diferente? ¿No te habría gustado escribir un personaje de mujer que rompiera las normas, que huyera del hogar y que rehiciera su vida sin necesidad de un hombre? ¿Un personaje de mujer que se sublevara en la fábrica, ante esa situación de opresión? ¿No te la imaginabas? ¿No fantaseabas con que estas mujeres podrían tener otro tipo de salida? ¿En algún momento te planteaste si la escritura podía ir por ahí, no imaginaste otras posibilidades, en vez de plasmar la cruda realidad?’ Me gustaría preguntarle si alguna vez lo pensó, lo imaginó, o si la forma de escribir de la época fue lo que le hizo, a lo mejor, imaginárselo, pero no plasmarlo sobre el papel…
MANOLI.- Todo esto está muy bien, ¿pero entonces me consigues invitación para Cumpleaños, y ya de paso para Natacha? Que quiero saber quién es Luisa Carnés. Si es posible, las invitaciones para el mismo día, que da tiempo a doblete y así echo la tarde en el Español.
Ahí fue cuando no vi venir el paraguas y el golpazo me hizo una buena herida en la cabeza. Alguien llamó al SAMUR, pero como yo era un avestruz, no sabían qué hacer conmigo, dijeron que tenía que venir un veterinario, y se largaron. Ahí estuve esperando con Laura y con la jefa de sala, con la taquillera, con el de detrás de la barra… Julia ya no estaba, había salido corriendo enseguida. Se va a enterar la próxima vez que la vea.
Manoli, el avestruz
Mamen Camacho en Cumpleaños – foto del Teatro Español
Cumpleaños de Luisa Carnés
Dirección: Laura Garmo
Reparto: Mamen Camacho
Voces en off: Iván López- Ortega, Luis Espacio, Majo Moreno, Nacho León, Verónica Gracia, Lidia Guillem y Jesús Rodriguez.
Escenografía y vestuario: Berta Navas
Iluminación: Bea Francos
Espacio sonoro: Manu Solís
Ayudante de dirección: Sabela Alvarado
Producción: Laura Garmo
Del 27 de febrero al 9 de marzo en el Salón de los Balcones – Andrea D’Odorico del Teatro Español
Natacha de Luisa Carnés
Adaptación y dirección: Laila Ripoll
Reparto: Natalia Huarte, Jon Olivares, Pepa Pedroche, Fernando Soto, Isabel Ayúcar, Andrea Real
Escenografía: Arturo Martín Burgos
Vestuario: Almudena Rodríguez Huertas
Iluminación: Paco Ariza
Espacio sonoro: Mariano Marín
Videoescena: Emilio Valenzuela
Caracterización: Paula Vegas
Producción: Teatro Español
Del 11 de febrero al 30 de marzo de 2025 en la sala Margarita Xirgú del Teatro Español