la Flaca ladra, está en Llanadas, en una casa de campo por las veredas de Marinilla, ladra porque otros perros también y ella dice y escucha y responde
la Flaca nació en San Bernardo del Viento, en la costa, junto al mar
la Flaca vive con mi amiga Manuela en Medellín
conocí a Manuela hace ocho años en Madrid, en la facultad de Periodismo
ella volvió a la ciudad donde nació, al volver se encontraron y empezaron a vivir juntas
hacía tres años que no la veía
Manuela fue a esperarme al aeropuerto con la Flaca, la abracé y acaricié su cabeza de nariz alargada y ojos
pronto desató a la Flaca y empezó a correr
(esto es algo que no sería posible en ningún aeropuerto de España, Europa, una perra suelta y libre, sin correa)
(esto me encanta de Colombia, la posibilidad de la Flaca libre)
(es ir con la Flaca por el mundo, la América Latina, y que sea posible, sin atar)
(aquí, prohibido)
ir con la Flaca por la ciudad de Medellín y ella alejarse y no saber dónde está, silbar, llamar, decir muy alto su nombre, y volver, ella vuelve con nosotros, nos da las patas
alegre
ir con la Flaca por las calles y cruzar los pasos de cebra a la carrera
otros ojos, otro moverse, otra altura
ir con la Flaca en el autobús hasta Marinilla (nunca vi a ningún perro suelto dentro de un bus en España, a ningún pájaro), ella acurrucada en las piernas de Manuela, comer en la plaza sopa y jugo de mango, ella se va a explorar el lugar, encuentra a otros perros, ladra cuando está asustada, intenta decirnos algo, quiere hablar, nuestro idioma y el suyo, viene y vive con nosotros
ir con ella a tomar un tinto, mientras esperamos a la chiva que nos llevará a los tres por las veredas, hay una tienda al lado donde venden gallinas vivas y pollitos, ella observa y se acerca, olisquea, una mujer compra diez pollitos y los mete en una caja agujereada con un cuchillo enorme, pregunto cuánto cuestan, menos de 4.000 pesos (un euro) por cabeza, pregunto por la gallina
me dicen que la gallina servirá para poner huevos durante un año y luego (el hombre hace el gesto de retorcer el pescuezo) al sancocho, por unos 30.000 pesos colombianos
antes de coger la chiva dejamos a la Flaca correr por la manguita, da vueltas como una loca y brinca
vamos con ella en la chiva de colores hasta la casa en la vereda
iremos a ver a las vacas y ella
enfrentará, asustada, valiente, huye, se acerca, busca, quiere saber, se va: es el carácter de la Flaca
ladrará a un caballo que pasa y cabalga
aullará ante los alcaravanes que
escucho el canto de un ave nocturna, Manuela me dice qué animal es
(un búho yo quisiera ser)
de repente, de noche, veo una luz que vuela, la sigo, voy con la Flaca, alucino e increíble, es una luz que vuela, se posa, nos acercamos, es un cucullo, un ser bioluminiscente, vuela y es intermitente, parpadea como una mirada, la Flaca me dice que encontraremos muchos cucullos junto a las vacas, ella sabe, más tarde, espera
no he visto nada igual en mi vida, luz
cucullos y cucullos
iluminando
iluminándose
iluminándonos
iluminan
coleópteros
la Flaca y yo estamos ante ellos, a lo lejos escucha música, una botella de ron se abre y otra de aguardiante antioqueño (estamos en Antioquia, Colombia) se acaba, suena esta canción y otra
acaricio a la Flaca
la miro
le digo: voy a escribir sobre ti cuando vuelva a España, sobre vosotras
te pareces a mi amiga
lo imaginaba
le digo a Manuela que lea esto a su Flaca antes de dormir
lean juntas
ella
la más libre que he conocido, hermana de Trufa
y le digo también que le dé un beso único
de viento
Porque en esta noche la felicidad no se parecía a la felicidad
sino a la rebelión.
G. Arango