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ArpaMapa íntimo del nuevo Vallecas

Mapa íntimo del nuevo Vallecas

 

Este trabajo está desarrollado entre diciembre de 2011 y abril de 2012 en el PAU (Plan de Actuación Urbanística) de Vallecas, un lugar que no es ni ciudad ni campo, un proyecto inacabado, un ejemplo de esta sociedad impersonal donde ya no somos individuos con necesidades sino piezas que hay que colocar.

 

Cuando empecé a dedicarme a la fotografía, hace unos años, más que el placer de tomar fotos perseguía el placer de crear. Cada vez que veía una exposición de arte o cualquier demostración artística, desde los grafitis en las calles a los payasos en los semáforos, sentía que mi alma entraba en ebullición. Pasé una larga temporada en la que sentía más de lo que al final conseguía expresar: me faltaba el medio. Gracias a la experimentación y a la suerte me topé con una cámara de fotos.

 

El proceso creativo pasa por muchas etapas. Para mí la más importante ha sido descubrir que lo que más me interesa y más me hace vibrar es la relación del ser humano con su entorno. Cualquier lugar del mundo es apropiado, porque en todos los lugares se acaba estableciendo una relación muy estrecha entre sus habitantes y el espacio, aunque las personas estén allí de forma temporal, definitiva o casual.

 

Respecto al PAU, lo que quería era unificar mi forma de ver el mundo con la difícil realidad social de estos últimos años. En ningún momento quise elaborar un proyecto sobre la crisis, porque después de tanta crisis ya no podemos más, ya no conseguimos identificar nada con esta palabra. No es más que una pesadilla. Por esto no hay crisis en mi proyecto, porque es la normalidad, dentro de la cual ya no hay sitio para quejas, remordimientos, lágrimas, etcétera, etcétera.

 

Antes de decantarme por el PAU de Vallecas estuve informándome y fotografiando otras muchas otras zonas de la ciudad, pero en ningún otro sitio como aquí encontré una ligazón tan fuerte entre las personas y su entorno.

 

Antes de que el proyecto fuera cobrando forma hice por lo menos unas 3.000 fotografías. Iba cada tarde de la semana a pasear por las anchas calles del PAU, hablando con la gente y recopilando todo tipo de información, o simplemente me dejaba llevar, mirando a alrededor para poder entender y para entrar en la vida del barrio como si fuera de allí, para sentir lo que sienten los que allí viven su cotidianeidad.

 

El proyecto final es una mezcla de sensaciones, donde juego con el significado visual de los objetos abandonados y las personas como si cada elemento fuera una pieza que encaja en un inmenso puzzle. El entorno es lo que sirve de marco a un cuadro inacabado.

 

 

 

Riccardo Geda (Turín, Italia, 1981) es fotografo, vive y trabaja entre Madrid y las Islas Canarias

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