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Mientras tantoMarcelo en el XXV Festival de Teatro Clásico de Peñíscola (I)

Marcelo en el XXV Festival de Teatro Clásico de Peñíscola (I)


Pues sí, me he plantado en el Festival de Teatro Clásico de Peñíscola antes de terminar de contaros todo lo que pasó en la III Feria Ibérica de Teatro. Sé que estarás impaciente por saber qué sucedió con Tiago, ese chiquitín que dicen que es hijo mío, pero tendrás que esperar. Es que me apetecía a mí volar a otras tierras. Respirar otros aires… No olvides que soy un murciélago. Y además, por el camino he oído decir a uno que si alguien es capaz de venir hasta Peñíscola a visitar el festival es que ama el teatro, y he pensado, «a que no está tan lejos Peñíscola». Y no, no lo está, yo me he plantado aquí desde mi supermercado de Madrid en media horita. Esta noche no sé aún en qué supermercado dormiré, pero hay varios, los huelo.

Paseando por el paseo marítimo he visto esto:

Dicen que es la tarjeta para que los coches aparquen con permiso del festival. Claro, lo he visto dentro de un coche, y he leído en un cartel que lo que hay hoy es un pasacalles de La Fam Cía de Teatre en el paseo marítimo, Aquiles, del que ya había oído hablar en la Mostra de Alcoi, aunque no os lo haya contado, y luego Las niñas de Cádiz con El viento es salvaje en el patio de armas del castillo, que observando el viento salvaje que hace hoy aquí, el espectáculo va a estar en su salsa.

Te contaré todo lo que suceda…

Continuará…

Marcelo, el murciélago

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