Home Mientras tanto Marcelo en los camerinos de la compañía Os Náufragos / Sudhum en...

Marcelo en los camerinos de la compañía Os Náufragos / Sudhum en Cuarta Pared

Vale, esta incursión en camerinos no os la había contado aún, y hace ya casi un mes… Es que como soy un murciélago, no tengo ordenador, y se lo tengo que quitar al inmundo del dálmata nico guau (que él tampoco tiene ordenador y se lo quita a su dueño, Manuel Benito)… Bueno, a lo que íbamos: el director de escena, actor y dramaturgo Gustavo del Río lleva 20 años dirigiendo su propia compañía (en Madrid la compañía se llamaba Sudhum Teatro y ahora en Galicia se llama Os Náufragos) y la Cuarta Pared ha celebrado este aniversario con tres montajes: Mosca, Karelu y Castrapo. Cada uno estuvo un solo día en cartel, del 11 al 13 de marzo…  Y yo me metí en camerinos los tres días. Es que en la Cuarta Pared es fácil, y luego como tiene ese peine, pues es muy sencillo colgarse por las patas al estilo murciélago (mi estilo) y ver las funciones. Si no sabéis lo que es un peine, pues lo buscáis, que no he escrito yo esto para hablar de peines, sino de Gustavo del Río.

Pues resulta que Gustavo, después de la primera función, Mosca, mirándose al espejo, antes de apagar la luz y salir del camerino a saludar a los espectadores, dijo en voz alta unas bonitas palabras sobre la Cuarta Pared:

Estar aquí en el camerino de la Cuarta Pared es como estar en casa, porque me siento muy unido a esta sala… He sido jefe de sala y conozco muy bien este camerino… Ahora, cuando apague las luces, me acordaré de todas las veces que, antes, he pulsado ese interruptor…

Ahí pensé algo que no le dije… Pensé: “Y espero que las apagues muchas más veces… Para ahorrar energía…” Que no, venga, esto de ahorrar energía era un chiste de humor muy murciélago, que ya sé que no entendéis ese humor… Espero que las apague muchas veces porque eso será señal de que vuelve a Madrid, y a la Cuarta, con sus montajes. Pero, como os digo, no se lo dije, porque una de las cosas más importantes de cuando me cuelo en los camerinos es no ser descubierto.


Fátima Domínguez y Luciana Drago en
Mosca – foto de David Ruiz

La primera obra que hicieron, Mosca, nos cuenta la historia de Pedro, un niño de 10 años que sufre acoso escolar. El montaje trata muchos de los problemas por los que pasan las familias cuyos hijos viven este mal trago en los colegios, como el no detectar el problema a tiempo, el no saber qué hacer, la falta de información…  Todo se nos cuenta a través de los ojos de la madre, el padre y la profesora de Pedro. Mosca, escrita por el propio Gustavo del Río, se estrenó en 2016 (cuando Gustavo aún era Sudhum) en la Nave de Cambaleo de Aranjuez (ese espacio que ahora mismo, desgraciadamente, no tiene muy claro su futuro). Está interpretada por Fátima Domínguez, Luciana Drago y Fernando de Retes; anteriormente se pudo ver en Madrid en Cuarta Pared y en Nave 73, y tuvo una larga gira nacional con campaña escolar para adolescentes. También Gustavo dirigió una versión de Mosca en Perú.

Tras salir de los camerinos hacia el escenario, Gustavo siguió hablando en voz alta (y yo memorizando para luego contároslo). Y dijo algo más sobre la vuelta a la Cuarta Pared y sobre las giras:

La verdad es que la compañía lleva una trayectoria muy vinculada a salir de gira, a estar en lugares donde realmente seamos necesarios. Y también en lugares donde, como es el caso de Cuarta Pared, realmente nos sintamos a gusto. Quizá ahora seamos uno de los pocos (o muchos) supervivientes de las artes escénicas en Galicia, y antes, con Sudhum, a nivel madrileño. De eso se trata, de sobrevivir para…

Ahí fue cuando Gustavo dejó de reflexionar en voz alta, porque el técnico desde la puerta dijo algo así como “¿Qué haces ahí? Que voy a apagar las luces…” Y entonces Gustavo salió por fin al hall y allí estaban algunos espectadores aún, esperándole para felicitarle. Cuando dice lo de “estar en lugares donde realmente seamos necesarios”, supongo que se refiere a montajes como por ejemplo Silenciados, un montaje de denuncia social que habla de personas asesinadas por su orientación sexual; este montaje ha recorrido desde hace más de 10 años toda la geografía española, y ha viajado a Latinoamérica. En Perú y en Colombia, Gustavo también ha dirigido sendos montajes de Silenciados.

Las tres obras presentadas en Cuarta Pared tienen algo en común, como decía nuestro amigo en voz alta el segundo día, antes del estreno de Karelu, al ir hacia el camerino a avisar a los dos actores (Denis Gómez y Santi Cuquejo) de que ya estaba entrando el público:

Para mí es muy importante hacer Mosca, Karelu y Castrapo (que además tienen un nexo común importante que tiene que ver con el tema de la infancia) en un lugar como Cuarta Pared.

En Karelu, Martín recibe la visita de su hermano, que necesita aclarar con él asuntos del pasado, y entonces empiezan a recordar cuando eran niños, y qué relación tenían con su padre… Y cómo les educaron sus padres… El texto está escrito por Ismael Gil Gandal junto a Gustavo, y se estrenó en 2019 en el Teatro Rosalía de Castro de A Coruña. En Madrid se pudo ver en el Teatro Bellas Artes.


Santi Cuquejo y Denis Gómez en Karelu – foto de Marisa de Laiglesia

Gustavo considera a su compañía de teatro casi como una familia, una familia con la que se lleva bien… El día del estreno de la tercera, Castrapo, se sentó otra vez frente al espejo de camerino, antes de que llegaran los demás y se dijo a sí mismo esto tan lindo sobre las compañías, y sobre el trabajo con los actores:

¿Sabes qué pasa, Gustavo? Lo más bonito que te da esta profesión ─acuérdate de que esto te lo decía una vez Emilio del Valle─ es a la gente que conoces, y muchos de ellos, casi todos, ya son amigos, son gente muy cercana… Vosotros vivís el teatro desde un lugar muy cómodo y placentero. Nunca jamás hay discrepancias ni broncas, y eso se refleja también en las dramaturgias, en el día a día, y en el escribir textos y acciones que siempre están muy vinculadas a lo que somos y de dónde venimos. ¿No, Gustavo? Esto es un poco de lo que va Castrapo, la función con la que cerramos hoy el ciclo… Que, por cierto, es la única función en la que trabajas como actor, porque ya estás en un momento en el que cada vez el respeto a los actores es mayor… Sin duda, cuando un actor está en un momento muy bueno ─y ellos lo están─, hay que dejarles paso y permitir que sean ellos los que cuenten las historias… Creo que tú, Gustavo, te quedas realmente satisfecho haciendo la función desde la dramaturgia o desde la dirección. ¿No es así?

Castrapo, escrita y dirigida por Gustavo, se estrenó en el Teatro Rosalía de Castro de A Coruña en 2017. Está interpretada por Denis Gómez, Victoria Teijeiro y Gustavo del Río. En ella, Daniel, un escritor gallego emigrado a Madrid, vuelve a su tierra, a sus orígenes, tras la muerte de su padre. La función nos habla de los que fuimos y ya no somos y de lo que somos y ya no seremos. Es el primer montaje de Os Náufragos y se había podido ver en Madrid anteriormente en la Cuarta Pared y en el Centro Cultural Paco Rabal.


Castrapo – foto de Marisa de Laiglesia

Además de estos tres montajes de Sudhum / Os Náufragos, otros que están disponibles para girar son los creados para la infancia El árbol rojo y Comenoites. Y en cómo podía ver yo esos montajes estaba pensando yo, cuando, tras la tercera función, mientras Gustavo recogía los camerinos, volvió a ver su cara en el espejo y se dijo:

Estos días también han sido muy emocionantes por toda la gente que de alguna forma está vinculada a Cuarta Pared, y los alumnos que han pasado por la escuela y a los que he dado clase… Sobre todo, para mí lo importante es que, a pesar de que cumplimos 20 años ─que parece que es mucho pero no es tanto, la vida pasa muy rápido─, saber que todo este camino es acompañado y que realmente lo que contamos puede de alguna forma transformar al espectador en su asiento y que además de ver la función con nosotros, al menos ese ratito de andar hasta su casa se vaya pensando en lo que le hemos contado. Con eso me quedo de esta visita a Madrid.

Entonces Gustavo apagó la luz de camerino por vez número no sé cuántas, confiando en volver a esa sala pronto. Y yo me quedé allí pensando en lo que acababa de escuchar, y casi me quedo encerrado en la Cuarta, pero esa ya es otra historia.

Marcelo, el murciélago

Salir de la versión móvil