(Fotografía: Manuela Vidal Vallinas)
La periodista y escritora Marta del Riego Anta y su hermano, el columnista Ángel del Riego Anta (reconocidísimo en las redes sociales la_meseta_uber), son los autores de La Biblia Blanca, un libro que recoge la historia del Real Madrid estructurada de tal forma que recuerda al libro sagrado. Muy bien escrito, con agudos puntos de vista y con mucha información. Si gozar es vivir, los hermanos Del Riego encienden la llama del entusiasmo cuando nos traen la memoria madridista. Porque el ser humano es fundamentalmente memoria. Como toda buena Biblia ningún ingrediente le falta a este Antiguo y un Nuevo Testamento: profetas, mesías y algún ángel caído. Todo un ensayo periodístico deportivo entre la épica y la heroica muy cerca del sarcasmo y el esperpento. En palabras de Hughes, «Ángel del Riego es uno de los madridistas más agudos, reflexivos y teorizantes que he conocido, y su hermana Marta es una novelista ya acreditada, cuya sensibilidad observa y cuenta el fútbol con una finura distinta. Como en una «extraña» pareja de entrenadores, la mezcla funciona».
Explica Marta del Riego Anta que, «escribir a cuatro manos con Ángel es como construir una catedral pequeña con cajas de cerillas. Y el resultado final lo muestras con orgullo en el salón de tu casa»… así es ¡la 7ª edición ya de La Biblia Blanca! Con qué facilidad se derrite el hielo en manos de Marta y Ángel, qué admirable su constancia en no dejar de dar pasos hacia adelante, qué fijación en nadar contra corriente en busca de la orilla más fértil. Perseverantes, irónicos, se manejan por el mundo con una voluntad de hierro y están curtidos en mil batallas. Con ideas claras y pulso firme reservan también su espacio para la ternura y festejar el hecho de estar vivos. Y, cuando sienten que se queman, víctimas de la estupidez reinante, se dan un baño frío de ironía y sarcasmo.
Con La Biblia Blanca en las manos cualquier seguidor del club blanco sentiría propia aquella imagen de Frida Kahlo, «estás presente, intangible y eres todo el universo que formo en el espacio de mi cuarto».
No tema, Marta, no voy a preguntarle si considera que su literatura es femenina…. Sé que le irrita profundamente y suele caerle siempre en la promoción…
Marta del Riego Anta: Ja, ja, ja. Sí, siempre hay alguno o alguna –porque en esto del sexismo también hay mujeres- que se empeña en ir por ese camino. No me imagino preguntándole a algún escritor si su literatura es masculina.
No, si coincido con usted. Si a mí lo que me sorprende es que se siga preguntando algo que ya me preguntaban hace unos cinco años en festivales o congresos de literatura. ¿Qué manía con etiquetar y poner puertas al campo, no? ¿Qué estamos dejando en el camino con tanta perversión del lenguaje?
MRA: Una piensa que a estas alturas esto ya estaría superado. Pero no lo está porque el mundo editorial lo fomenta de alguna manera. Aunque no lo reconozca, hay literatura que se considera femenina, «blanda», leída por mujeres; en contraposición a la literatura a secas, que suele estar firmada por hombre y la leen hombres y mujeres. Sucede como con el fútbol. Las mujeres no existían hasta hace nada. Pero eso está cambiando rápidamente. Fíjate que me parece más fácil luchar contra los prejuicios sexistas cuando son abiertos y claros, como lo han sido con el fútbol, que cuando son sibilinos y falsamente igualitarios, como en la literatura.
Ángel del Riego Anta: Supongo que es una etiqueta de la industria editorial para vender. Quizás debería haber otra etiqueta: literatura masculina, explicit lyrics; y así todo quedaría más claro. Y los autores de los diferentes sexos que toquen los GRANDES TEMAS como la vida, la muerte y el Real Madrid, estarían en el estante de literatura con mayúsculas, el estante donde por supuesto está La Biblia Blanca.
Séptima edición de La Biblia Blanca. Enhorabuena. ¡Van a conseguir tantas ediciones como Copas de Europa tiene el Real Madrid o más!
MRA: A eso vamos, tener una Décima sería para celebrarlo en La Cibeles.
¿Imaginaban este derroche de ediciones? ¿esperaban ser un fenómeno literario?
MRA: Sabíamos que era un libro especial: muy bien escrito, con punto de vista y con mucha información. Tenía el fondo y la forma. Porque los dos somos muy puristas con el lenguaje y el estilo. Aun así, escribir sobre el Real Madrid es hacerlo sobre el mito, y el mito a veces es intocable.
ARA: En realidad yo esperaba que se vendiese tanto como la otra Biblia, la que engendra el judaísmo, el cristianismo y el apocalipsis. Hubiera querido que una Biblia sustituyera a la otra y en el futuro se declarase la nuestra como la Biblia oficial y la otra como la apócrifa. Y entonces, la gente, compraría una edición de la Biblia Blanca para tenerla en casa, encuadernada en piel al lado del gallo portugués. A ese éxito no hemos llegado, pero no hemos perdido la Fe.
¿Cuál es la clave del éxito? ¡Confiesen!
MRA: Yo digo que la oportunidad y la perseverancia, pero seguro que Ángel tiene otra idea…
ARA: La portada y el título, tan simples, tan blancos, llaman desde su futurismo ancestral. Y es muy apañada para regalar. La verdad es que otra cosa no, pero madridistas sobran por doquier.
Por suerte con ustedes no se cumple esa máxima de W.H. Auden: «Los intereses de un escritor y los intereses de sus lectores jamás coinciden y, si alguna vez lo hacen, no es más que un golpe de suerte…». Crítica y lectores les están tratando, con razón, de maravilla
MRA: Auden fue un perfeccionista obsesivo, exquisito. Sin ser tan obsesiva, lo que sí tengo claro es que yo escribo lo que me gustaría leer.
ARA: Yo escribo de lo que me dice mi hermana, así simplifico. Creo que en este libro hay un respeto más grande por el hincha que por el propio club. Por lo que significa sentirse madridista. Eso no existía antes en la literatura seria, sólo en las columnas de los periódicos deportivos. Aquí se desgrana, se explica y se vive desde dentro el imaginario de un madridista, y eso favorece la identificación.
¿Para qué sirven las loas y los laureles?
MRA: A los que le sobran, supongo que les envanecen. A mí me sirven para decirme: adelante, sigue escribiendo, todos los años y horas que has empleado en hacerlo, esas etapas de ermitaña, ese trueque de vida social por ordenador encendido… han merecido la pena.
ARA: A mí me sirvieron para decirme a mi mismo que era algo parecido a un escritor. Desde mi etapa en blogs (Fans del Madrid, Apuntes en sucio) hasta el Twitter de la @la_meseta_uber, sin los laureles y las disputas y el eco de lo dicho, no me habría pensado como un señor que tiene algo que contar al mundo entero.
Creo que no sería descabellado, ahora que llegarán los fichajes, que cada vez que firme un jugador su contrato ponga su mano sobre La Biblia Blanca, como los ministros cuando toman posesión de su cargo…
ARA: Ja, ja. Eso sería genial. Te tomo la idea para trasladársela a Florentino. Lo único que yo no conozco a Florentino, una pena.
MRA: ¡Buenísimo!
En realidad, creo que cuando escribimos uno lo hace porque piensa que lo que va a decir puede tocar el corazón de muchos lectores al igual que uno se emociona escribiendo…
ARA: Yo cuando pienso en los lectores me tropiezo y me caigo. Tengo una ideas confusas en la cabeza y voy trasladando eso a la página frase a frase. Es como esculpir al revés. Vacío todo el contenido de mi interior por llenar una página. Y al final, siento un gran alivio cuando veo que se entiende lo escrito.
MRA: Yo no pienso en los lectores cuando escribo. Escribir es algo tan… solitario, está una tan embebida en sí misma…. Pero puedo entender que si yo me emociono, haya alguien que lo lea y se emocione.
Ya llegamos tarde porque Florentino Pérez ha sido reelegido como presidente del Real Madrid, pero si hubieran presentado sus candidaturas: díganme tres puntos que llevarían en su programa porque consideran hay que llevarlos a cabo lo más rápido posible.
ARA: Confío plenamente en Florentino. Con lo que sueño es con un parque de atracciones gigantesco del Real Madrid en algún lugar de la Mancha. Tenemos figuras de sobra para sustituir a Micky, a la Bella Durmiente, al Capitán Garfio o a los 101 Dálmatas.
Siempre se ha dicho que es más atractivo presidir el Real Madrid que ser presidente del Gobierno. Y según José María García, «es más difícil ser presidente del Real Madrid que de los Estados Unidos de América»…
MRA: A un presidente de Gobierno se le evalúa cada cuatro años en las urnas, al del Real Madrid, en cada partido.
ARA: Como el Madrid representa a España, la parte del estado que conspira contra la nación, es enemiga del Madrid y por tanto, de su presidente. Al ser algo gigantesco, el fútbol español entero bebe de lo que sucede en el Madrid. De hecho, si se suma el madridismo al antimadridismo, tenemos toda la población mundial excepto un señor de Alabama que cree que la guerra la ganaron los confederados. Así que el Madrid es tratado como un bien de dominio público al que se puede ordeñar, insultar y vejar, casi siempre por ese orden. Y el presidente está ahí arriba, a la intemperie.
El palco del Santiago Bernabéu debe ser como un consejo de ministros, poner de acuerdo a tantos que de tan diferente ideología se acercan por allí no debe ser tarea fácil… aunque la bandeja de jamón siempre ponga de acuerdo a todos.
ARA: La bandeja de jamón y los goles de Cristiano ponen de acuerdo a cualquier ciudadano, dice el refrán.
Hablando de política, cuenta la leyenda que el Real Madrid sólo gana la Liga con mayoría absoluta de PSOE como de PP, pero cuando llega la Champions existe la maldición con el gobierno socialista, ¡veremos qué pasa tras el 4 de mayo! ¿Tragicomedia? ¿Esperpento? ¿Comedia romántica a lo Doris Day y Rock Hudson?
ARA: Bueno, desde el punto de vista neoliberal, los gobiernos franquistas con su base ideológica en la Falange y el Opus Dei, eran puro socialismo. Así que no, no estoy de acuerdo. Se ganaron 6 Copas de Europa en el socialismo franquista, otras tres en el despiporre neoliberal aznarista y las cuatro siguientes con un registrador de la propiedad en todo lo alto, que no es de derechas ni de izquierdas, es de Pontevedra. Tenemos todas las ideologías ahí metidas.
¿Dónde está ese madridismo disfrutón, al que acudían alegres y risueñas las mocitas madrileñas y no madrileñas? Tras el 3-1 al Liverpool y la victoria ante el Barcelona en el Clásico, ¿se está enderezando el camino de cara a final de temporada?
ARA: Hombre, tenemos a la über mocita madrileña, Doña Isabel Díaz de Vivar, en la presidencia de la CAM. A partir de ahí, ancha es Castilla.
El que vuelve es Gareth Bale, cuentan. ¿Buena noticia o extraña como todo lo de este año? Ya dijo Rajoy, aquella noche en la COPE, que Bale es más peligroso por la izquierda que Pablo Iglesias… En dos zancadas lo tenemos aquí ya… opinen, opinen
ARA: Opino que como vea esa portada del Marca: «El fichaje es Bale» en este julio coronavírico, me quemo a lo bonzo delante de la casa de Florentino.
Rajoy también dejó caer una de esas frases que sólo puede pronunciar Rajoy: «No hay mejor defensa que una buena defensa», ¿qué hacemos con Sergio Ramos? ¿Cómo ven lo que está haciendo con la renovación?
ARA: El melodrama de la renovación de Ramos viene de su estirpe sevillana. Él es así porque Sevilla lo ha hecho así. Las cosas allí nunca son directas ni frías. Necesitan del grito y el desgarro, de la exageración, el teatro y el sufrimiento. Yo soy más de Ramos que de mí mismo, pero no sé si las lesiones lo volverán a respetar. Me da igual que le saque pasta al Madrid, él se lo merece (sí, como las folclóricas), pero no me da igual que se pase medio año lesionado. Creo que aquí tienen más que decir los servicios médicos del club que la prensa del corazón.
Estas contrariedades nos hacen volver a caer en tópicos como «con todo lo que nos ha dado» como ocurrió con Casillas. Si un futbolista no está bien o a disgusto se le dice adiós y ya, creo. ¿Lo de mitificar y eso de «nunca sale un jugador bien del club» se debería evitar? ¿qué opinan?
ARA: Lo normal en un gran jugador cuando es español es que salga a tortas del club. Es el poder que acumulan y que hace agrietarse la bóveda de palacio. Pero forzar a una leyenda que todavía tiene que decir cosas en el césped a irse, es un error. Cuesta una glaciación construir a un jugador de esos. La cuestión es diferenciar un jugador-nación, de una simple estrella. O un jugador de club (Lucas, Nacho) de un mercenario. Los segundos van y vienen, a los primeros hay que tratarlos con primor hasta el día en que parodian su número favorito en el césped, y en ese mismo día, se contrata a un francotirador y se acaba con él.
¿Florentino es hoy por hoy, pues, la mejor apuesta para presidir el club blanco? ¿O más bien es que nos acogemos a la cita «en tiempos de tribulación, no hacer mudanza»?
ARA: Es la mejor porque no hay otra. Aunque cuando hay un patriarca ya añejo que se mide con la historia, la impresión es que el mundo se acabará con él. Quién sabe de dónde surgirá el siguiente presidente madridista. Yo no lo adivino, desde luego.
Y Zidane, siempre tan cuestionado… tiene ese componente mágico-misterioso de inamovible. A pesar de que se le revuelva todo, ese todo vuelve a su sitio al final… No se sabe cómo pero Zizou, de repente, demuestra que su cabeza sirve para algo más que para rematar a gol y a Materazzi.
ARA: Zidane tiene la mezcla exacta, la que buscaban los alquimistas. Tiene lo estructurado y grácil de la cultura francesa y la sabiduría invisible, casi fatal, del norteafricano. Y tiene un gusto profundo por lo que es como él. Por el gran jugador que no necesita apenas explicaciones y que en el momento importante se mueve siempre en dirección a la victoria.
El Real Madrid también es muy de dejarte ojiplático y pensando «a ver… teniendo a Julio Iglesias, madridista y exportero del club y eligen a Alejandro Sanz para componer una canción para el Real Madrid…?» Qué cosas…
ARA: Hay mucho pijo y mucho hortera en los palcos del Bernabéu y dentro de la estructura del Real Madrid. Es el peaje a pagar por ser la nave nodriza.
Marta, enhorabuena también por Pájaro del Noroeste, que va igualmente como un tiro en las librerías. Las relaciones familiares, los recuerdos, la nostalgia familiar suelen ser el centro de sus libros, ¿tanta importancia le da, por qué?
MRA: Para un escritor la infancia es fuente de la vida. Todo nace en esas aguas: la imaginación, el miedo, el descubrimiento de la maldad, el sexo… Todo está por estrenar y duele. Supongo que esas sensaciones te acompañan cada vez que escribes.
Evidentemente, la melancolía, los recuerdos, la muerte, son experiencias cercanas a todos, tal vez es que la literatura va de eso, de lugares comunes… ¿No dijo Tolkien que todos los libros importantes tratan sobre la muerte?
MRA: Yo no lo llamaría un lugar común, es un lugar muy raro, incógnito. El deseo y la muerte son equidistantes y producen cortocircuitos literarios.
¿Y de curiosidad cómo vamos? El carburante de todo escritor, dicen. Afirmaba Einstein que para ser buen científico hay que pensar quince minutos al día lo contrario de lo que piensan tus amigos… ¿es bueno tomar distancia, en ocasiones?
MRA: ¡Buena cita! La curiosidad es la madre de la escritura y del periodismo… Y la distancia, una especia de tía soltera, lejana y escéptica.
Las redes sociales, actualmente, son un buen entrenamiento para lo que aconseja Einstein y para lograr distanciarse adecuadamente…
MRA: Pues fíjate que yo creo que lo contrario: chocan con la distancia, todo está ahí, muy cerca, al alcance de la mano y tú eres el protagonista de todas las historias. Las redes son la sublimación del yo.
Marta, ¿cómo va con la poesía? Confesaba hace unos días, «soy una escritora de poesía secreta. He escrito dos libros de poesía e infinidad de poemas que llenan los archivos de mi ordenador…» ¿Cuándo se atreverá a dar el paso y publicar poesía?
MRA: Ay, esas redes sociales me delatan. Sí, llevo años escribiendo poesía, de hecho, empecé a escribir por ahí, por los versos. Y ahora por fin, creo que tengo un poemario que verá la luz en breve y que gira en torno al deseo y a la muerte (exactamente: los dos grandes temas).
No es la mejor época para ser poeta. O sí… Al menos poeta es sinónimo de inconformista (dicen). ¿Es posible la poesía teniendo la nevera vacía?
MRA: Pienso que sí, lo que no es posible es escribir una novela con la nevera vacía. Pero la poesía redime y cura.
¿De dónde viene esa voz, esa luz, la textura de las palabras, vamos, todos esos ingredientes que han hecho a Marta periodista, escritora, poeta…?
MRA: Es una buena pregunta que yo también me he hecho. Creo que vienen –aunque suene rimbombante- de una especie de necesidad imperiosa de escribir. De escribir todos los días y sobre muchos temas distintos y de muchas formas distintas, poesía, novela, columnas… Y de leer, claro, pertenezco a la especia llamada lectora compulsiva.
¿Qué reivindican en estos tiempos?
MRA: La cordura y la imaginación.
ARA: Nada. Hemos llegado al cénit de todas las reivindicaciones. La literatura del futuro debería ser como el cine de Hitchcock. Narrar una historia donde todo lo importante está por debajo de la palabra. Algo imposible de envolverse en una bandera.
El pasado ya hemos visto cómo lo recuerdan pero, ¿y el futuro, cómo lo ven? Estamos haciendo y dejando aquello que cantaba José Alfredo Jiménez un mundo raro?
MRA: A mí lo del concepto «mundo raro» siempre me atrajo. Escuchaba esa canción en el Mercedes de mi abuelo. A mi abuelo le encantaba José Alfredo y tenía vinilos y cassettes. Él vivió la guerra y luchó en el bando que no quería, se quedó huérfano muy joven, y levantó con sus manos –porque era carpintero y albañil- un pequeño imperio de la nada absoluta. Le gustaban las biografías de grandes hombres y se quedaba extasiado ante una obra de ingeniería. Bebía y comía como un descosido y gastaba el dinero en regalos extravagantes para mi abuela. Yo no me entendía con él ni él me entendía a mí. En lo único que coincidíamos era en la música: José Alfredo, Julio Iglesias, Rafaela Carrá… ¿No es un fabuloso mundo raro?