El propósito de la presente comunicación no es otro que sugerir (muy respetuosamente, como deben siempre hacerse estas cosas) que el abajo firmante o arriba firmante, no recuerdo dónde aparece la firma en FronteraD considera que LAS MATEMÁTICAS NO SON TAN IMPORTANTES COMO SE DICE.
Ya está, queda dicho. Me refiero, claro está, a las matemáticas dentro de los planes de estudio de la educación obligatoria.
Me parece que es un escándalo que se dediquen tantas horas al estudio de las matemáticas, y que se considere necesario que toda la población del país alcance un nivel de matemáticas tan extravagante como el que se enseña y exige en España. No me cabe duda de que las matemáticas son las principales responsables del enorme índice de fracaso escolar que hay en España. Los niños y los adolescentes se ven obligados a estudiar unas matemáticas que no entienden y con las que muchas veces nadie en la familia puede ayudarles. La verdad es que en ninguna asignatura se les exige tanto como en matemáticas.
Si en las otras asignaturas se exigiera a los alumnos el mismo nivel que se exige en matemáticas, los alumnos de bachillerato serían bilingües en dos idiomas aparte del suyo, serían capaz de escribir fugas a cuatro voces y dominarían con soltura el retrato al óleo. La realidad es que en esas asignaturas, inglés, música y plástica, apenas aprenden nada. Uno se pregunta, por ejemplo, para qué se dedican tantas horas en el colegio al estudio de la música cuando el resultado es que un alumno que lleva diez años estudiando «música» no sabe NADA de música.
Es que las matemáticas se hacen con números. Y en nuestra sociedad, los números son sagrados.
Se dice que las matemáticas «desarrollan la inteligencia». Perdonen, pero no voy a entrar a comentar esta afirmación. Por falta de espacio y, sinceramente, por falta de ganas. Porque si empiezo a decir que lo que hace falta en la educación es, sobre todo, conocimiento del cuerpo, historia de las religiones, expresión escrita, lectura de novelas y de poesía, historia cultural, aprendizaje de un instrumento musical y psicología, empezaremos una discusión que no tendrá fin.
Permitan, por el contrario, que termine con una reflexión dedicada a aquellos que sostienen que las matemáticas son «muy necesarias». Yo no sé ustedes, pero yo no uso las matemáticas en mi existencia diaria absolutamente nunca. No las uso nunca para nada. Quizá use las sumas, alguna vez. La tabla de multiplicar no creo que la recuerde entera.
No abogo por que se quiten las matemáticas de los planes de estudio. No, esto no me parecería bien. Pero deberían enseñarse unas matemáticas básicas, y dedicar a esta asignatura rabiosamente marginal (que sólo necesitarán en sus estudios los que se dedican a la física, la ingeniería, la informática, etc.) mucho menos tiempo del que se le dedica en el presente.