Bueno, el título es confuso, porque sí que es verdad que un día, hace un par de semanas, me encontré a Silvia Luchetti, actriz, cantante, bailarina… profesora de voz y canto… Pero lo que voy a escribir aquí no me lo contó a mí. Porque soy un perro y, a no ser que me vea obligado a entrevistar a alguien, prefiero pasar desapercibido… Es más fácil vivir pasando desapercibido… Si supieran que yo lo escucho y lo observo todo, sería tan distinto…
Un día bajaba yo por la Gran Vía, hacia el Teatro Coliseum, giré a la derecha y en el bar de la esquina, cerca de la puerta de artistas del teatro me encontré a Silvia Luchetti. Me miró las manchas (soy un dálmata). Se quedó sorprendida de que yo también la mirara. “Ese perro me mira demasiado”, debió pensar. Yo, que sabía que ella había estado en Málaga y luego en Barcelona con Company, y que me moría de ganas de saber cómo había ido, no podía apartar la mirada… Pero me enteré de todos modos, porque pasó alguien, a quien llamaré EL OTRO, alguien a quien ella conocía, y ella se lo contó. Y yo lo escuché y os lo he transcrito:
SILVIA.- La experiencia con Company (sobre todo para los que comenzamos desde el workshop en octubre de 2020) ha sido muy rica, porque, claro, es una obra de teatro musical que nace desde un sitio de creación propia totalmente. Si bien Company estaba ya armado, a Antonio Banderas se le dan los derechos para que haga su propia versión, porque es una obra de la no se puede repetir ninguna versión que se haya hecho antes, a diferencia de cualquier otra franquicia… Esto no es una franquicia, Sondheim es el antifranquicia…
EL OTRO.- Ah, qué interesante… Me encanta Sondheim.
SILVIA.- La experiencia fue totalmente rica, porque cada uno podíamos aportar mucho a nuestro personaje y al montaje, y todo fue escuchado por parte de Antonio, y fue probado a ver si funcionaba, y si no funcionaba, se buscaba otra cosa. Entonces la experiencia con Company, aparte de meter mano a Sondheim, es deliciosa.
EL OTRO.- Claro.
SILVIA.- Hemos hecho Málaga y Barcelona. Y vimos la diferencia de público, que el público te puede modificar una obra. Málaga fue bestial, estuvo Antonio haciendo de Bobby, y es genial verlo arriba del escenario, es impresionante cómo se ha trabajado toda la parte vocal, toda la parte de las canciones. Es muy juguetón, él no se olvida de que el teatro es juego, totalmente. Y en Barcelona estuvo Roger Berruezo haciendo el papel de Bobby, y estuvo muy guay, porque, era otro Bobby. Era diferente, distinta edad, sus características como actor son diferentes… Entonces veías cómo ese Bobby alrededor del cual todos los demás personajes giramos, ese Bobby que tiene miedo a comprometerse, y que se ve en los espejos de las diferentes parejas y al que le gustaría esto de esta, esto de esa y esto de aquella, es decir, armarse un Frankenstein, pues al ser diferente actor, nos modifica a nosotros también. Y, bueno, ahora esperamos entrar en Madrid, claro.
EL OTRO.- Qué bien. ¿Y cuántas veces has trabajado en este Teatro? (Señalando la puerta de artistas del Teatro Coliseum.) Yo lo llamo tu teatro.
SILVIA.- Bueno, mi teatro, mi teatro, no es. Pero unas cuántas obras he hecho ya en este Teatro Coliseum. He hecho… A ver… Es que hace mucho tiempo. He hecho La Bella y Bestia, Sonrisas y lágrimas… Mmm… Seguro que se me escapa alguna… No me acuerdo. Anastasia… Creo que he hecho solo tres. Sí, he hecho tres obras de teatro. Lo que pasa es que en este teatro también he hecho muchas audiciones. Le tengo mucho, mucho cariño, porque fueron audiciones en que luego me pillaron, claro, si no me hubieran pillado no le tendría tanto cariño. He hecho audiciones para Mamma Mia, la de 2005, que se estrenó en el Lope de Vega. He hecho audiciones para Sonrisas y lágrimas, que se hizo aquí. También para Los Miserables, que luego se hizo en el Lope de Vega, pero la audición la hice aquí. Entonces es un teatro al que le tengo especial cariño, lo conozco muy bien, es mi casa.
EL OTRO.- ¿Has entrado muchas veces por esta puerta?
SILVIA.- Muchas veces… Esta puerta es mi casa total. Y luego, como aparte en los camerinos me armo yo mi casa, con mi mate, mis movidas, mi esterilla de yoga… Es mi casa… Y como vivo tan lejos, pues vengo y me quedo horas acá dentro. Esta puerta ha sido la puerta de mi casa, totalmente.
Y no sé cómo terminó la conversación, porque miré un reloj en una marquesina de autobús y vi que llegaba tarde al teatro y salí corriendo. Ahí les dejé, no sé de qué más hablarían…
@nico_ guau