Como es sabido, el día 27 de marzo se celebra en el ámbito internacional el DÍA MUNDIAL DEL TEATRO, por iniciativa del ITI (Instituto Internacional del teatro). El ITI encarga cada año, a una personalidad reconocida en el ámbito teatral, un texto (el llamado Mensaje del día Mundial del teatro) que es leído en todos o la mayoría de los teatros el 27 de marzo. Ese mensaje, escrito en esta ocasión por Krysztof Warlikowski, se puede leer aquí. Nosotros, a la par de ese mensaje «oficial», hemos comenzado a elaborar un mensaje «extraoficial», un mensaje particular de El Gallinero, que no será leído en ningún teatro, pero que habla del teatro en nuestro particular ámbito de actuación: Madrid (y quizá parte de España). Por ser éste el primer año en que proclamamos nuestro mensaje, aún está incompleto, pero podrá ir completándose o reescribiéndose en los siguientes 27 de marzo… Tal vez confiamos en que los deseos expresados en nuestro mensaje se cumplan en los años venideros… y haya que tachar algún punto… Tal vez alguno de estos deseos, en el futuro, será incomprensible e inconcebible… Hoy, los puntos de nuestro mensaje son:
- Queremos un teatro en que actores completamente desconocidos se hagan famosos sobre las tablas, y que después las cadenas de televisión se los rifen para que la audiencia de sus series suba.
- Queremos un teatro sin directores de bufanda, de esos que suplen su creatividad con un pase de bufanda alrededor del cuello.
- Queremos un teatro en el que no nos arrepintamos de haber pagado la entrada.
- Queremos un teatro que no nos haga pensar en lo bien que estaríamos en casa con la tele puesta.
- Queremos un teatro en que no nos entren ganas de sacar el móvil para pasar las noticias de féisbol; tal vez reclamamos un teatro que no nos deje ni en un sólo momento acordarnos de que tenemos un móvil en el bolsillo.
- Queremos seguir encontrándonos en los teatros al señor Henríquez y a la señora Herrero y a otros tantos y que con sus sabias palabras nos sigan recomendando qué ver y qué no ver; y por cierto, queremos que la señora Herrero no sea la única que sufrague todo el teatro madrileño.
- Queremos no escuchar nunca más: «ah, yo una vez fui al teatro». Preferimos eso de: «¿qué obra veo esta semana?»
- Queremos un teatro en el que no nos preguntemos quién es Krysztof Warlikowski.
- Queremos un teatro en el que la gente pueda abuchear a sus anchas.
- O tal vez queremos un teatro en que no sintamos necesidad de abuchear.
- Queremos un teatro sin señores/as del director de turno.
- Queremos un teatro que no repita las programaciones de 1980.
- Queremos un teatro libre de JoseLuisesMorenos y demás seres endogámicos, gracias.
- Queremos un teatro en el que autoras y autores cobren más.
- Queremos un teatro en que los muertos sólo representen el 10% de la población.
- Queremos un teatro sin abrigos de visón.
- Queremos un teatro en el que la ética no sea un anacronismo.
- Queremos un teatro en el que la igualdad de género deje de ser una quimera.
- Queremos un teatro que acerque la mano al fuego, que sea lupa de la condición humana, que conmueva las entrañas del espectador y se convierta en portavoz de la humanidad.
- Queremos un teatro en que no suene raro eso de: «voy 4 veces a la semana al teatro».
- Queremos un teatro que no reproduzca estereotipos, que no repita conductas patriarcales, que no esté heteronormalizado…
- Queremos un teatro en que no haya necesidad de celebrar ‘La noche de los teatros’ y sí sea necesario celebrar ‘La noche sin los teatros’, en la que se promuevan actividades para que el público descanse por un día de ver teatro.
- Queremos un teatro que no se sumerja en la charca sentimental.
- Queremos un teatro en que no auguremos nunca, nunca el final.
Continuará… El año que viene.
