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Mercenarios rusos y niños soldado en la República Centroafricana. El cortijo de Wagner

La quietud es perfectamente engañosa. El país vive a hierro y fuego desde hace ocho largos años. Catorce grupos armados controlan el 80 por ciento del territorio donde el Estado está ausente. Los mercenarios extranjeros, incluyendo rusos, matan indiscriminadamente a diestro y siniestro y pillan y revientan lo que pueden. La impunidad es total…

Delante de mí, del otro lado de los mangos frondosas, en el campo de tierra ocre, niños descalzos corren desenfrenadamente entre los pitidos de un árbitro blanco atributos.

Bakita Ousma asiste al partido con deleite. La niña no es una espectadora cualquiera. Encontró aquí, en la Asociación Esperanza, la salvación, o el apaciguamiento. Y alguien que cuide de ella (con la ayuda sobre todo de Naciones Unidas). Tiene doce años. Es huérfana. A los ocho entró al grupo armado numéricamente más importante del país.

—Mi madre y mi padre murieron cuando los cristianos atacaron el pueblo y por eso me fui con el grupo armado FPRC (Frente Popular por el Renacimiento de Centroáfrica).

El desahogo es claro y sincero. Tenía ocho años bien contados. Uno año después se escapó, pero su tenacidad ni por asomo ha decaído. La guerrilla fue para ella el lenitivo o el remedio para hacer frente a la muerte de sus padres, matar el hambre y tal vez la soledad. Si hubiera nacido en otro sitio su postura sería exactamente la misma. La dulzura de la voz de Bakita es un señuelo. Ella es una resistente…

—¿Y como era la vida allí? –indago por indagar.

—Estaba en la selva.

—¿Y qué más?

—Ya no tenía a mi familia…

Bakita mira maquinalmente a los jugadores más ruidosos. Lo quiera o no –como diría Miguel Torga–, vive dos vidas. Una que se ve y otra que no se ve. Como toda la gente, mejor dicho.

—¿Tienes algún sueño? ¿Cuál es?

La niña, ajena a mi conversación, se limita a sonreír. Insisto.

—¿Cuál es?

—Quiero ser comerciante. Quiero hacer negocios… –me contesta con convicción al cabo de una eternidad.

Según una estimación de UNICEF de septiembre de 2015, los grupos rebeldes de la República Centroafricana han reclutado a 10.000 niños.

La única certidumbre es que los 14 principales grupos rebeldes –musulmanes y cristianos– cuentan en sus filas muchos con niños combatientes. Su número exacto es hoy una incógnita.

Niño soldado de un grupo rebelde. Foto: Rui Araujo

Encuentro siguiente: Koyo Haroune, futuro gran fotógrafo. Tiene 15 años cumplidos el día de hoy. Fue a la guerra a los nueve. Se quedó cinco años con los guerrilleros del FPRC.

—Los rebeldes, que se llaman anti-Balaka, mataron a mi hermano mayor.

—Los cristianos…

—Sí.

—Él tenía 36 años…

—36 años.

—¿Y te fuiste con el FPRC para hacer qué?

—Los anti-Balaka mataron a mi hermano mayor. Fue por eso que fui con el grupo armado. ¡Quería vengarme!

—Y fuiste soldado con 9 años de edad…

—Con 9 años de edad.

—¿Y que hacías allí?

—¿En el grupo guerrillero? Yo sólo mataba gente. Iba para el terreno…

—¿Y has visto morir a mucha gente?

Koyo debe haber sentido una puñalada en el pecho y se echa a reír, avergonzado, tapando la boca con la mano.

—Sí. He matado a muchas personas.

—¿Muchas?

—Muchas –responde.

—¿Y muchas cuántas son?

—Yo no las cuento. Yo no las cuento…

—¿Y matar para ti es qué? –pregunto, insistente.

—¿Matar? Yo mato con las armas.

—AK-47.

Kalashnikov. Y con cohetes RPG…

—¿Qué sentiste la primera vez?

—No sentí nada.

—¿Ni después?

—Nada.

—¿Y te has vengado?

—Sí, es verdad. Me he vengado.

—¿Cual es la principal enseñanza de esos años con el grupo armado?

—He perdonado todo.

—¿Y la guerra? ¿Qué piensas hoy de la guerra?

—Hoy, pienso que la guerra no es buena. La guerra no es buena… En la guerra se pierden muchas vidas. Es por eso que me fui.

—Y… ¿Y para tu hermano?

—Para mi hermano… Él está muerto. Los anti-Balaka lo han matado. Sus hijos quedaron solos. Sus hijos ahora andan por la calle a la buena de Dios. Me duele ver eso. Andan ahí por los caminos. Son niños de la calle…

—Me han dicho que tienes un sueño hermoso… –sugiero sin pensar.

—¿Lo que me gustaría hacer en la vida?

Reparo en la alegría que arde en sus ojos vivos. Hay utopías que se hacen realidad.

—Yo qué sé… Fotógrafo. He trabajado una vez como fotógrafo en un estudio de fotografía.

—La fotografía también es memoria…

—¡Es la memoria!

—¿Y la memoria no es un problema?

—No es un problema para mí…

Dicho y hecho. Koyo tiene un carro lleno de razón. Está destinado a desafiar al pasado para poder vencerlo y reconciliarse con la vida, pero no le va a resultar fácil…

Niños soldado del grupo musulmán UPC. Foto: Rui Araujo

El insólito árbitro que no se quita el silbato de la boca incita a los chavales. Mahamat Damine se sienta delante de mí, afligido. Fue soldado cinco años. Tenía 11 cuando se convirtió en soldado. Las intenciones eran buenas, si las cosas no hubieran salido mal…

—Los cristianos masacraron a mi familia. ¡A mis padres! Yo veía a muchos ancianos sufrir. Es por eso que me fui con los guerrilleros del FPRC. Quería salvar a las personas que estaban sufriendo…

—¿Qué es la guerra para ti?

El adolescente se rasca la cabeza a pesar de conocer la respuesta.

—¿La guerra? Jugamos muchas veces a la guerra, pero la guerra no es buena. Vi morir a muchos hombres, mujeres, niños… La guerra no es buena.

—¿También has matado?

—Sí, también he matado.

—¿Sabes a cuántos?

—Sí, lo sé.

—¿A cuántos?

—Lo máximo fueron 11.

—¿Y después?

El muchacho vacila, piensa, vuelve a pensar y se echa a reír.

—Después, nada. Yo quería marcharme. No creo que pudiera volver a hacerlo ahora. Yo sólo quería abandonar la guerra. La guerra no es buena. Yo quería abandonar el grupo armado.

—¿Y había muchos niños en ese grupo?

—Sí. Hay muchos niños en ese grupo.

—¿De qué edad eran los más jóvenes?

—Hay hombres… tienen más de 11 años, 12 años, 13 años, 14 años, y otros 15 años también. Hay niños más pequeños…

—¿Todavía hoy?

—Sí. Los hay todavía hoy.

—¿Cuál es ahora la cosa más bonita de tu vida?

—A ver… ¿La cosa más bonita de mi vida…? Creo que jugar fútbol es una buena solución para mi vida.

—¿Y una novia?

—Ninguna. No tengo… Es la vida. ¡No es mentira!

Su ídolo es Leo Messi, que fue recientemente condenado por la Audiencia Provincial de Barcelona al pago de las costas de la demanda presentada por el jugador contra elEconomista. La empresa LIMECU (acrónimo de Lionel Messi Cuccittino) declaró año tras año pérdidas continuas, no tributó y no registró beneficios desde su creación, en 2010.

Hoy, la reinserción y la adaptación psico-social de muchos niños soldado pasa por la escuela, el deporte, la música, la reconstrución de los afectos y quizá de las quimeras de la infancia.

Un antiguo combatiente. Foto: Rui Araujo

El portero se remanga y se sitúa. Tiene un aire taciturno, parece evidente. El partido está reñido. Estos niños están acostumbrados a luchar. Todos ellos han pasado por grupos armados. Unos fueron reclutados, otros raptados. Tenían ocho, nueve o 12 años de edad. Eran combatientes, informadores, mensajeros, cocineros o vigilantes. Muchas niñas fueron violadas y convertidas en esclavas sexuales.

Niños soldado del grupo rebelde UPC. Foto: Rui Araujo

Bria, la capital de Haute-Kotto, es una de las 14 prefecturas de la República Centroafricana, cuenta con algo más de 35.000 habitantes. Es uno de los bastiones del FPRC, que controla el centro de la ciudad. Los musulmanes de la UPC (L’Unité pour la paix en Centrafrique), del RPRC (Le Rassemblement Patriotique pour le Renouveau de la Centrafrique) y los cristianos anti-Balaka (AB) controlan el resto.

El campo PK 3, con más de 90.000 desplazados de todo el país, está ocupado por los cristianos.

Con pies de plomo, callado, avanzo en dirección a la entrada. El insólito comité de recepción está compuesto por dos chicos con fusiles de asalto AK-47 apoyado al hombro. Son los guardaespaldas del general Ali Ousta, jefe de Estado Mayor del FPRC. Les digo que quiero hablar con él. Entro en una habitación caótica meditando las preguntas incómodas que pretendo hacerle.

—En el Norte no hay carreteras. No hay escuelas. No hay hospitales. No hay electricidad. El gobierno se ha olvidado del Norte desde la independencia…

El jefe rebelde podría eructar restos de merluza, pero no lo hizo. Me doy por vencido. Es verdad lo que dice.

—Pero hay individuos y países que están detrás de todo esto. Hacen que las personas se matan unas a las otras…

—¿Son los recursos naturales la principal causa del conflicto?

—Lo que yo pienso es que las personas que debían protegernos se dedican a expoliar los recursos del país…

—¿Y los rusos, que apoyan el régimen?

—Ni un solo ruso ha entrado en este salón. Fue el gobierno quien los ha traído. Es con el gobierno con quien han hablado ellos…

—¿Los grupos armados están vinculados al crimen, la extorsión, raptos, robo, violaciones. Hablamos de cosas muy sombrías… ¿Es todo mentira?

—Señor periodista: todo eso es falso. Eso es lo que dicen quienes están contra los grupos armados y elaboran informes engañosos.

Es mentira. ¿Con quién me fui a meter? Le formulo una última pregunta al general.

—¿Tiene el FPRC niños soldado en sus filas?

—Hemos liberado a todos. Ya no queda ninguno.

No quise indagar más. Me fui.

Soldado de las FACA cerca de Bangui, la capital. Foto: Rui Araujo

Una fuente de un servicio de inteligencia militar reveló a esta revista que hay grupos armados musulmanes de la República Centroafricana que ya están en contacto con fuerzas extranjeras asociadas al yihadismo.

19 de abril de 2021. El mensaje de Hassan, un joven peul al que conocí en la selva hace años es perentorio: “Los rusos han llegado al PK7 (a 7 kilómetros del perímetro urbano) de Bria: Pensamos que van a entrar esta noche. Tenemos mucho miedo. Muchos quieren huir a la selva y llevarse a sus familias con ellos”.

De hecho, de acuerdo con un informe militar elaborado por MINUSCA (la misión de las Naciones Unidas en la República Centroafricana), “12 vehículos, con seis blindados rusos”, procedentes de Ippy han entrado en Bria.

“El convoy ocupa dos posiciones: Base Mine, en el centro de Bria, y Base Garage, en la periferia de Bornou (eje PK3 – OUADDA)”.

Mercenarios rusos en Bambari, la ciudad más importante del país después de la capital. Foto: Rui Araujo

La evaluación U2 (elaborada por la Célula de Inteligencia del Cuartel General de la MINUSCA) en Bria es la siguiente: la misión de los rusos y de las Fuerzas Armadas de la República Centroafricana (FACA) es “un reconocimiento ofensivo de los ejes BRIA-IPPY y BRIA-YALINGA” donde los rebeldes musulmanes de la UPC y del FPRC “están particularmente activos”.

“BRIA es una ciudad estratégica para la CPC” (La Coalition des Patriotes pour le Changement), una alianza de seis grupos armados que controlan dos tercios del país), cuyo objetivo confeso es derribar al presidente Faustin-Archange Touadéra.

Las operaciones de acordonamiento y búsqueda (CORDON & SEARCH) desarrolladas por las fuerzas bilaterales han continuado los días siguientes.

El 2 de mayo Hassan envía dos mensajes más sobre los mercenarios rusos:

“En Zako, han pedido al señor alcalde registrar a las personas con edades entre los 25 y los 45 años. Les dan 500 francos [500 francos CFA equivalen a 0,76 €] y una lata de sardinas al día para lavar la grava. Los que buscaban diamantes han huido…”.

“¡URGENTE URGENTE!

Los mercenarios rusos también han matado ayer en Kaga-Bandoro al influyente comerciante árabe Mahamat Zène Abrass, más conocido por 11-11. El cuerpo fue encontrado hoy. Fue raptado en el mercado. Después lo llevaron a la base de los rusos. Fue torturado salvajemente y después lo cortado en pedazos antes de que decapitarlo y quemarlo para no dejar huellas. Una muerte atroz y abominable. La gente descubrió otro cadáver junto a los restos al de 11-11. La ciudad de Kaga-Bandoro parece una ciudad fantasma. Los mercenarios rusos están transformando a la RCA en otra Ucrania…”.

El comerciante árabe Mahamat Zène, 11-11, asesinado. Foto: Derechos Reservados.

La Federación Rusa aumentó el número de operaciones con las compañías (técnicamente ilegales) de mercenarios (ChVK’s) a partir de 2014. Las principales son MSGroup, RSB, MAP, CENTRE R, ATK Group, SLAV CORPS, ENOT, COSSACKS y PMC WAGNER, que está presente, en particular, en los conflictos (teatros de operaciones) de Ucrania, Siria y la República Centroafricana.

La exportación de mercenarios (sobre todo de ex miembros de las Fuerzas Especiales y del Servicio de Inteligencia Militar Ruso, el GRU) permite a Moscú crear las condiciones favorables para expandir la venta de armas y asimismo explotar los recursos naturales de los países donde operan.

El grupo de mercenarios más relevante es el de la empresa Wagner, fundada en 2013 por Dimitri Utkine, un neonazi que llegó a alcanzar el grado de teniente coronel en el GRU. Sus especialidades, según diversas fuentes, son fomentar la explotación o la rapiña de los recursos naturales, propagar las tesis de Vladimir Putin, difundir fake news para manipular a la opinión pública, raptar y matar con total impunidad…

Los mercenarios (“contractors”) de la empresa Wagner han sido acusados de “matar niños, violar y torturar mujeres como bestias y ejecutar hombres en las mezquitas” (1).

La claudicación de las conciencias llegó hasta Nueva York. Las Naciones Unidas hizo caso omiso. Pocos cuestionan el singular “pacto de silencio” entre la MINUSCA y los mercenarios rusos. De hecho, a pesar del informe (de expertos enviados por la propia ONU), presentado a finales de marzo pasado, que acusan a efectivos de Wagner y a soldados centroafricanos de “graves violaciones de los derechos humanos”, la ONU, a pesar de todo lo que sabe, no adoptó ninguna medida…

De acuerdo con el Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI), “la única investigación realizada hasta hoy por la MINUSCA sobre las violencias cometidas por los rusos dice respecto a un centroafricano que fue torturado en Bambari en 2019”:

Los rusos torturan y cortan el dedo a un hombre acusado de ser un coronel musulmán. Documento clasificado de la ONU.

Al principio de 2019, según el IFRI, “la operación militar contra la CPC provocó muchas víctimas civiles, concretamente en una mezquita de la segunda ciudad del país, Bambari, en febrero de ese año, pero la MINUSCA optó por el silencio”.

El imán Hamat Hamadi, de la mezquita Central, es un hombre moderado, inteligente y asaz bien informado. Hace dos años que lo conozco personalmente. Pido que me cuente. Él escribe:.

—Ocurrió el 15 de febrero a las 13 horas en el exterior de la mezquita Al Takwa, en el barrio Carrefour, aquí en Bambari. Una columna de hombres de la Seleka (grupos armados musulmanes), dirigida por el general Amadou Boungou de la UPC apareció delante de los rusos y de los soldados de las FACA.

Guerrilleros del movimiento musulmán UPC. Foto: Rui Araujo

—Ante la capacidad de ataque de estas fuerzas (rusos y FACA), los rebeldes recularon y penetraron en la mezquita. En ese momento había muchos fieles en el interior.

— Cuando los grupos armados se marcharon algunas personas intentaron escapar, pero los rusos y los soldados de las FACA aparecieron. Pensaban que eran rebeldes y dispararon en su dirección.

— Confirmo la muerte de tres civiles en la mezquita. El balance es de 18 muertos, sobre todo rebeldes. Una mujer murió con una bala perdida. La víctima más joven tenía 20 años…

Escucho al religioso. La desgracia no tiene nombre. Todos o casi todos son culpables, menos el pueblo…

—Combatir en las zonas habitadas es el modus operandi de los hombres armados. Es una manera de transformar civiles en escudos humanos…

Un informe de la prensa local cuenta sin margen de duda lo principal: “Los mercenarios no querían saber quién era rebelde y quién era civil: Ellos querían matar, declaró un testigo ocular. Los mercenarios ejecutaron tres jóvenes en el interior de la mezquita y otros 15 fueron abatidos durante el ataque a la mezquita, incluyendo niños y ancianos”.

Reporteros Sin Fronteras y Amnistía Internacional han denunciado los crímenes (2), pero la MINUSCA ha hecho oídos sordos…

Los periodistas rusos Orhan Djemal, Alexandre Rastorguev y Kirill Radchenko, que grababan un documental sobre las actividades de la empresa Wagner en la República Centroafricana, fueron muertos a tiros cerca de Sibut en 2018. Fueron seguramente abatidos por mercenarios de Putin o por sus matones locales. La investigación de la MINUSCA es, según parece, inconcluyente…

Los tres periodistas rusos que investigaban la conexión del grupo paramilitar Wagner con el Kremlin fueron asesinados en el tramo Bangui – Bambari. Foto: Derechos Reservados.

La claudicación de las conciencias es una realidad.

En Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU cambió el mandato de la MINUSCA.

El párrafo sobre la “explotación ilícita y el tráfico de recursos naturales” de la resolución de 2017 desapareció, mientras tanto la que fue adoptada el 13 de diciembre de 2018, es la luz verde para el saqueo legal del país.

A partir de ahora, la MINUSCA dejó de tener legitimidad o competencia para luchar contra las redes de traficantes e impedir la rapiña de los diamantes, oro, uranio y de todos los otros recursos del país…

Al menos 2,5 millones de personas (más de mitad de la población de la RCA) necesitan desesperadamente ayuda humanitaria. Al menos 100.000 civiles se han refugiado desde el último proceso electoral en el interior y en la capital, mientras que más de 60.000 han buscado refugio en los países vecinos.

El régimen de Moscú ofrece armas y municiones (desde 2018), proporciona entrenamiento y asesoramiento al ejército centroafricano (FACA), propone medidas políticas, asegura la protección del presidente Touadéra, y además cumple tareas teóricamente humanitarias (con convoyes de camiones blindados provenientes de Sudán que la MINUSCA no controla). Hay también otros aspectos insólitos, como el hospital sin médicos ni enfermeros situado cerca de la Prefectura de Bria.

“Hospital” de los rusos en Bria. Foto: Servicio de inteligencia.

La influencia de la Federación Rusa en la RCA no cesa de aumentar desde 2017. Los crímenes de los 1.700 mercenarios de la sociedad Wagner (3), el “socio privado” del gobierno de Bangui, empiezan finalmente a ser investigados por la MINUSCA (que cuenta ahora con militares de Moscú).

Francia, antigua potencia colonial, no consigue impedir a Rusia de ganar terreno en el país. El último episodio de la rivalidad entre los dos países ocurrió el 10 de mayo del 2021, cuando la unidad especial de la policía centroafricana (OCRB) detuvo en Bangui al exparacaidista francés Juan Rémy Quignolot, de 55 años, por posesión de armas de guerra. (4)

El ruso Valery Zakharov, exagente del FSB (organización heredera del KGB) y actual consejero nacional de Seguridad del presidente Touadéra, dio la noticia en un tuit: “Un ciudadano extranjero fue detenido en Bangui con una enorme cantidad de armas y de municiones”.

Quignolot fue presentado como bandido o mercenario.

El gobierno de París denunció la “irrefutable instrumentalización de la detención” en el territorio que fue antaño su patio trasero.

En las redes sociales circularon algunas imágenes del exmilitar francés con el general Ali Darassa, responsable máximo de la UPC. Intenté hablar con él. He estado varias veces en Bokolobo, el cuartel general de la UPC, pero el líder rebelde se encuentra ahora en la selva.

Sea como fuere, las recientes acusaciones onusianas de “graves violaciones de los derechos humanos” perpetradas por los mercenarios de Wagner y por las tropas centroafricanas no impiden a las autoridades de Bangui celebrar la ayuda de Moscú.

“Nos hablan del grupo Wagner, pero el gobierno centroafricano no ha firmado nada con un grupo Wagner, ni con ningún otro. El gobierno celebró un acuerdo con otro gobierno, el de Rusia, con instrumentos que ha considerado útiles, y ha puesto a nuestra disposición instructores, armas y cosas así”, declaró Ange-Maxime Kazagui, ministro de Comunicación y portavoz del gobierno, a TV5 Monde. (5)

Pero el 7 de mayo de este año, el presidente de la República Centroafricana, Touadéra, autorizó a los mercenarios de Wagner a controlar la aduana del país a través de un protocolo acordado entre el Ministerio de Finanzas y la misión económica rusa en Bangui.

La presencia de los mercenarios de Wagner no deja de aumentar en otras regiones de África.

La agencia Reuters recogió hace semanas que el Gobierno de Malí estaba negociando con la empresa Wagner la contratación de 1.000 mercenarios para combatir el yihadismo. Fuentes del Ejecutivo maliense confirmaron la información.

El ministro francés de Asuntos Exteriores, Juan-Yves Le Drian, advirtió inmediatamente sobre los riesgos de un posible acuerdo con Wagner. La presencia de los mercenarios sería “incompatible con la presencia internacional”.

Francia, Alemania y la Unión Europea ya han expresado su rechazo a la contratación de mercenarios. Estonia también amenazó en septiembre con retirar sus fuerzas si Malí contrataba a mercenarios rusos.

El exparacaidista francés detenido con armas en Bangui. Un exagente del FSB ruso anunció la detención en la capital centroafricanac. Foto: Captura de pantalla.

Es día de mercado y del señor. Entro en el campo de desplazados PK3. Es el mayor del país. Con las abominaciones de la guerra más de 90.000 cristianos y animistas han buscado abrigo en este monte desolado.

Tañen las campanas. Es la hora de la misa.

Redentora o ni eso, da igual. Cada uno trae su banco o su silla. La iglesia de la parroquia de San Luis de Bria está cerca. Algunos, pocos, llevan traje de ceremonia. Lo que cuenta, ahora, es la santa oración… compartir la desgracia y la angustia, pero sobre todo la esperanza. La eucaristía se celebra simultáneamente dentro y fuera del barracón. Es lo hay para tantas almas. El calor es intenso, pero ya ni se le presta atención. Nadie se va. Penitencia y fe cogidas de la mano… Los pobres dan un billete o una moneda. Los que pueden. Enseguida llega el momento crucial de la comunión. De la salvación sin gloria. Fin de la liturgia. Entablo conversación con el abad Bruno Kongbo. Los chavales juegan a la guerra…

—Estos niños tendrán un futuro si esta guerra acaba. Pero hoy ni las escuelas funcionan. Hay muchos niños en este campo. Hay ocasiones en las que llegamos a tener 400 alumnos en un aula.

—No hay agua potable… –insinúo, avergonzado, haciendo de periodista.

—No hay agua potable ni centro de salud. La comida… La escuela. Todo ha dejado de funcionar…

—Fue la guerra la que los llevó a que se refugiasen aquí, en este sitio. Si los miras, puedes sentir lo que están viviendo en los confines de sus cuerpos y en los confines de sus almas y de sus espíritus también. Mira, mira, mira…

Es imposible dar marcha atrás sin fijarse primero. Imaginar la desgracia es siempre peor que verla. Recorro las veredas. La banca del tendero. El cargador de móviles… La letrina al aire libre (no hay sumidero). La ropa al sol… El cielo que aquí está tan lejos.

En la penumbra un hombre intenta conjurar el sufrimiento, o tal vez perdió la razón. Una vida amortajada, una más. Un recién nacido deja correr las horas, que, aquí, ya nadie mide…

Estampas centroafricanas. Foto: Rui Araujo

Me voy aturdido.

Las treguas con Dios raramente dejan un regusto tan amargo en la boca…

Fuera del PK 3, al otro lado del camino, está el taller de costura de los excombatientes antiBalaka (es el nombre que reciben las milicias cristianas. AntiBalaka significa, en sango, una de las dos lenguas del país, “antimachete” o “antibalas de AK-47”.

Aquí hay gente que no consigue pedir limosna y rechaza lo absurdo.

Notas:

(1) – https://news-24.fr/les-mercenaires-du-groupe-wagner-de-poutine-ont-tue-des-enfants-viole-et-torture-des-femmes-comme-des-animaux-et-execute-des-hommes-dans-des-mosquees/

(2) – https://www.amnesty.org/fr/latest/news/2021/02/central-african-republic-amnesty-investigation-reveals-full-horror/  e https://www.hrw.org/fr/report/2017/07/05/meurtres-impunis/crimes-de-guerre-crimes-contre-lhumanite-et-la-cour-penale.

(3) – Oficialmente hay solamente 535 mercenarios de Wagner en el país. Una parte garantiza la seguridad del presidente Faustin-Archange Touadéra.

(4) – https://abcnews.go.com/International/wireStory/french-man-arrested-central-african-republic-77625232

(5) – https://information.tv5monde.com/afrique/centrafrique-l-arrestation-d-un-ressortissant-francais-symbole-de-la-rivalite-franco-russe

 

Más referencias:

Russia’s Wagner Group Doesn’t Actually Exist, and that makes it all the more challenging to get to grips with.

 

Una versión más corta y algo diferente de esta crónica fue inicialmente publicada en gallego en la revista Luzes de A Coruña.

Texto original en portugués
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