“Los sonidos nunca dejan de existir sino que dejamos de ser capaces de percibirlos o se transforman en otras formas de energía. Con los medios técnicos adecuados, deberíamos de ser capaces de escuchar de nuevo esos sonidos que nos rodean constantemente”, escribe Josué Moreno, nacido en 1980 en Jaén, España, compositor e investigador. Bajo el título De las mil y una formas de echar de menos o pasar sed (concierto-Instalación para órgano extendido y espacio eclesiástico), dice su autor, escribe su autor: “En Missa Brevis, el evento que pone los sonidos en vibración es una interpretación organística que no solo altera para siempre la percepción del espacio en el que ocurre sino que ella misma se ve afectada por el producto de los eventos sonoros ocurridos antes en dicho espacio. Lo que oímos no es solo la historia del devenir sonoro desde que empezó la interpretación sino que es la historia de el espacio en el que nos encontramos y es la última palabra de una conversación que comenzamos la primera vez que oímos algo. Quizá ser más consciente de estas derivas temporales y sonoras nos hagan sentirnos más responsables del legado que creamos para los visitantes futuros”.
