fui a escuchar por fuera un partido de fútbol a Balaídos, jugadores gritando
Celta de Vigo y Granada
fui para acordarme directamente de las multitudes
cientos de miles de personas aquí, ahí dentro hubo
concentrados, dando vueltas, fijos, ojos
cientos de miles, millones, en otros recuerdos también
la Feria de Abril de Sevilla, la Fiesta de la Paloma de Madrid, la Semana Santa de León, el Rocío de Huelva
los conciertos millonarios multitudinarios, los festivales de cien bandas y cinco noches
las fiestas de los pueblos, en verano de pueblo en pueblo con los coches
los cientos en las discotecas, chicas gratis para chicos
eso del Oktoberfest, eso de los Sanfermines, eso del Pilar de Zaragoza, eso de las Fallas, eso de la Tomatina, eso del Madrid y Barcelona, eso de la Final de la Champions en Lisboa o Kiev, eso de los cruceros atestados en Venecia, La Habana, La Habana, Venecia atestada en el centro
eso de todo atestado
todos ahí muy concentrados
viendo a ver
cientos de miles de desechos por el suelo, tirados, basura
recuerdo a las puertas de Balaídos que me gustaba llegar tarde
ver a los basureros y los camiones recoger todo, las farolas a punto de apagarse, las luces de los camiones de la basura, los chalecos de los basureros, la manguera y el chorro de agua, el olor de la basura al caer al camión, el olor a grifo del agua encharcando todo, los reflejos en la calles por el agua
quedarme solo (o con otros si nos queríamos) en el estadio dentro
alejarme del ruido altavoz de las ferias y los coches chocones
subirnos a un árbol, una encina o un ciprés
escuchar de fondo
me acuerdo por último antes de irme de las multitudes
muchedumbres que se veían muy bien en la televisión
siempre bien encuadradas
por ejemplo, eso de cuando los convocantes y los no convocantes no se ponían de acuerdo con las cifras
y unos decían que si 30.000 y otros que si 1.000.000 o 2 millones de personas
nunca estaba claro
o todas las personas, en la televisión, antes de fin de año, reunidas en algún centro de alguna ciudad o país, de Sidney a Seattle pasando por Palencia, vuelta al mundo en pocos segundos vistos; cuatro, tres, dos uno
donde, como decía mi abuelo, no cabía ni un alfiler chiquitujo entre la multitud.
*
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.
V. Aleixandre
Espectáculo sin público en vivo