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Frontera DigitalNada hay más urgente que compartir

Nada hay más urgente que compartir

Esta pieza corresponde a la serie Remembranzas

Una mente en calma necesita un corazón abierto

Somos seres sociales por naturaleza. Cómo nos tratamos por dentro es cómo nos relacionamos por fuera.

Así que si aprendes a quererte, sabrás querer a los demás.

Eso se reflejará en cuánto podrás aportar a tu pareja, familia, amigos, pacientes, estudiantes, compañeros de trabajo y hasta al desconocido que te atiende en el supermercado.

La bondad y un buen corazón son el fundamento de tener éxito en esta vida, progresar en el camino espiritual y lograr nuestras aspiraciones” Dalai Lama

Todo empieza dando un paso adelante, y ya hemos dado el primero.

¿Te animas a dar el siguiente?  Cada día es único, cada momento, cada silencio y cada respiración. Aquí y ahora nuestra misión es caminar, sabernos, compartir, sonreír, levantarnos.

Por eso cada día, cada noche, cada sonrisa, cada lágrima y cada experiencia personal son únicas. Y si caemos, tengamos siempre presente que el suelo nos ayudará a levantarnos.

No existen «mañana ni ayer «aunque sí podamos «re-cor-darlos» (cor-cordis), y asumir sus consecuencias, pero sin rencor ni ira… ayer ya pasó y hoy es siempre, todavía. Tratemos de des-cubrir cada momento, cada experiencia como desafíos. Se trata de asumirlos, y si «fallamos», nos levantamos de nuevo. Ayer ya pasó…está pasando son las 20:30… y mañana no es más que una hipótesis. No temamos, aunque como el junco nos inclinamos si pasa la riada, torrentera o sencillamente esta  fase del vivir (sobre la que nadie nos pidió permiso para nacer) Con Sócrates, por boca de Platón, mantengamos esta actitud, ¡aún después haber sido condenado a beber la cicuta por «corromper a la juventud y por no venerar a los dioses». (¡Hay que joderse! Y lo dice Sócrates que demostró que «el último esclavo puede resolver el teorema de Pitágoras… a condición de hacerle bien las preguntas». Nada de chocolate para todos… y seguimos con Sócrates «O hay algo después de la vida, o no lo hay. Si lo hubiera bien nos habrá valido tratar de ser virtuosos y de compartir los saberes; y si no lo hay… pues bien me habrá servido hacer lo que he querido y asumir sus consecuencias»… «Ah… y no os olvidéis de sacrificar un gallo a Esculapio» (en quien obviamente no creía), dijo con sorna y se volvió a subir la sábana para que no sufrieran sus discípulos y amigos.

( Y sí, es cierto, me han aceptado en un denso y profundo curso universitario para ayudar a asumir y sobrellevar el duelo, y a prepararnos de manera inteligente para aceptar, asumir y si es posible, «celebrar» la propia muerte. Os pasaré el profundo programa y los ponentes que me han impresionado por su elevada calificación universitaria y por su probada experiencia. (Dicen que valoran mi experiencia) Sí, ya os pasaré el programa, el temario y los espacios en los que tendrá lugar. No os asustéis… ya voy camino de los 84 y hay que saber estar a la altura para poder compartir esas doctas enseñanzas con vosotros rdm, amigos, y quienesquiera que sean.

Recordad lo que me dijo el Abbé Pièrre, fundador de Los traperos de Emaús…¡a mis 18 años durante mi beca en Paris! «Españolito, no tengas prisa. En la vida no hay más que una cosa urgente y es COMPARTIR», dijo con una franca sonrisa: «!Touché, mon Père!» respondí, tratando de sonreír también. Jamás lo he olvidado y muchos de vosotros me lo habréis oído en clase también. Ya os iré contando porque esta sí que es una buena Remembranza. Dormez bien, les amis!

Profe, rdm

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