Esta pandemia tiene muchos interrogantes que no se están enfocando de una manera científica y veraz. La ciencia no es lo que ordena un gobierno. La ciencia es un cúmulo de cientos de científicos que no deben tener dogmas inamovibles ni tampoco acatar las decisiones de un Organismo político como es la OMS. Desde un primer momento y eso si es reconocido abiertamente, tanto China como la OMS actuaron deliberadamente tarde en dar la alarma para evitar la extensión de la pandemia. Aún no se sabe cuál es el animal intermedio que ha servido de puente para que el Covid-19 salte a los humanos. El Gobierno de China no permite la entrada en su país para investigar qué fue lo que ocurrió en Wuhan, el epicentro de la pandemia ni tampoco nos dicen cuáles son sus propias investigaciones. Sólo con esto, las dudas y especulaciones pueden saltar la alarma de cualquier persona medianamente informada.
Sin duda tengo muchos otros “por qué” y seguramente quien lea esta opinión también tendrá otras interrogantes que se quedan sin contestar.
Cuando ningún medio de comunicación dio publicidad (¿sospechoso verdad?) del Informe estremecedor que lanzó Médicos Sin Fronteras, yo lo expuse y lo denuncié en este mismo blog. En el citado informe denunciaban que entre 27.000 a 33.000 ancianos habían muerto en las residencias por las decisiones políticas de no trasladarlos a los hospitales. Demencial. ¿Nadie se ha echado las manos a la cabeza? Muchos de ellos murieron abandonados, solos, angustiados, encerrados en sus habitaciones. Un informe que los medios de comunicación han silenciado. La vergüenza de nuestro país y de nuestros representantes políticos. Ahora, el Gobierno si que reconoce que 20.000 ancianos murieron en las residencias. ¿Por qué no se depuran las responsabilidades penales tanto a los responsables de las residencias como a los políticos que lo permitieron? ¿Es que en esta pandemia vale todo? ¿Por qué se están parando ahora en algunos hospitales las operaciones pendientes inclusive las del cáncer? Esto es inaudito e imperdonable. Nadie dimite, todos siguen sujetando sus sillones y aquí no ha pasado nada. Con echar la culpa al virus se quedan tranquilos. Se lavan las manos y miran hacia otro lado, mientras la sociedad sufre medidas que cortan su libertad y sus derechos elementales.
Para que exista un verdadero debate científico, unos y otros tienen que exponer sus investigaciones sin temor a nada y sin que sean tachados de conspiranoicos. Parece que quien no está de acuerdo o pone en duda las palabras sagradas de los políticos o sus ayudantes, no deben ser escuchados. Y la ciencia no es esa. La ciencia debe ser abierta y lo que es hoy una afirmación rotunda y confirmada, mañana puede ser una gran equivocación.
Lo que sí parece que hay una unanimidad, es que este virus no se comporta como otros coronavirus existentes. Ante ello nos podemos preguntar casi sin equivocarnos ¿el SARS-Cov-2 como se llama ahora el Covid-19 es artificial?
Por todo ello aconsejo la lectura de la Revista Discovery Salud, donde encontraremos muchas respuestas a estos interrogantes abriendo el debate amplio y sin tapujos. Me consta y dicho por su propio Director de la revista el periodista investigador José Antonio Campoy, que Discovery Salud llega a miles de médicos, al Ministro de Sanidad, al Gobierno y a las Consejerías de Sanidad de las Comunidades Autonómicas. Entonces..¿si no están de acuerdo con lo que se publica en la citada revista porqué no lo dicen? ¿Si es mentira porqué no la denuncian? Sencillamente porque todo lo que se dice en la misma está apoyado por numerosos informes científicos. No se inventan nada. Su equipo es muy responsable y nos muestra la otra cara de la Pandemia.
No podemos creernos al pie de la letra lo que nos quieren transmitir los medios de comunicación ya que la mayoría de ellos siguen los parámetros impuestos por sus Consejos de Redacción. Tenemos que tener una mente más abierta e investigar por nosotros mismos sin dejar al lado ninguna información y llegando a las conclusiones por nuestras propias indagaciones y no por lo que nos quieran inducir.
Hace unos días el Gobierno a creado un Departamento de la Verdad para desmentir las informaciones que crean que no es verdad. Pero… ¿quién dice lo que es verdad y lo que no? ¿El Gobierno que muchas veces nos miente y nos engaña? ¿Un equipo de censuradores dependiente del Gobierno? Desgraciadamente estamos más cerca de hacerse realidad la novela de George Orwell “1984”. Tal vez en lo único que se ha equivocado es en el año. Tenía que haber aumentado a su título en 36 años más.